Bolsa, mercados y cotizaciones

La corrección se acelera por el temor a que la crisis bancaria sea económica

  • El Ibex 35 cede un 19% en 2016 tras desplomarse en la semana otro 8,8%

El Ibex 35 protagonizó este jueves un desplome del 4,88%, su mayor caída desde el fatídico lunes negro del pasado 24 de agosto, hasta los 7.746 puntos. 2016 se ha convertido en una sucesión de descensos cada vez más acelerados, en un baño de ventas que provoca ya un desplome del 19%, en "el segundo mayor impulso bajista que han vivido las bolsas europeas desde que hicieron mínimos en marzo de 2009, sólo superado por el que tuvo lugar entre mayo y septiembre de 2011", reconoce Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG.

En una tónica que viene siendo ya habitual este 2016, el Footsie MIB fue la bolsa más bajista de la sesión de este jueves (al ceder un 5,63%) arrastrado por el peso de su sector financiero -al estilo del Ibex español- y en el año pierde ya un 26%. Y, aún así, los expertos niegan un mercado bajista.

El protagonista de la sesión fue Société Générale tras presentar unos decepcionantes resultados correspondientes al año 2015 y que le llevaron a cerrar con un desplome del 12,5%. Esto llevó a entidades como Bankia -farolillo rojo de la sesión- a caer otro 7,6% y a pérdidas que rondaron el 7% para los gigantes BBVA y Banco Santander, que se sitúan, con las últimas caídas, a la menor distancia (14.500 millones de euros) por capitalización de los últimos diez años. No obstante, Nuria Álvarez, analista de Renta 4, recalca la diferencia entre Deutsche Bank o "la banca italiana" -últimos focos de tensión en Europa dentro de su sector- con la actividad de las entidades españolas. "Al banco germano se le ha llegado a asemejar, incluso, con el próximo Lehman Brothers", apuntilla.

La zona de salvación

Desde un punto de vista técnico, Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, establece una distinción muy clara entre el mercado europeo -donde sí se han perdido soportes importantes- y el americano.

Al otro lado del Atlántico un futuro rebote de las bolsas se la juega en la zona de 1.812/1.800 puntos del S&P 500. Ese nivel fue la clave de los mínimos de la corrección del pasado 20 de enero, la más importante hasta la fecha en lo que llevamos de año, y que marcó un suelo en los mercados.

La cuestión es que si se respeta esa zona, los índices podrían lanzarse a los brazos de una subida cercana al 10%, según estiman desde IG, que es la media de recuperación de los índices "tras correcciones históricas del 15% o superiores".

Cabrero añade que si a ello "le sumamos la extrema sobreventa que existe en el mercado europeo, esto da un cierto atisbo de esperanza de cara a seguir confiando en la posibilidad de ver un rebote. El problema es que si las caídas siguen profundizando y en EEUU se pierden soportes se podría entrar en una fase de pánico que todavía no se ha visto". Ahora bien, "lo peor" en ese caso "sería una corrección del 5% adicional", nada más. Esto conduce a niveles de 7.200 puntos del Ibex y los 15.000 puntos del Dow Jones en EEUU.

Y eso que hay suficientes indicadores que asustan al mercado. Ejemplo de ello es el conocido como Baltic Dry Index -que mide el volumen de comercio mundial por mar- o el Dow Jones de Transportes o Union Pacific -compañía que tiene el monopolio de la red ferroviaria estadounidense- que, en todos los casos, se encuentran en niveles mínimos e, incluso, históricos.

¿Otro ejemplo de ello? El índice del miedo, el VIX estadounidense, no se ha bajado de la cota de los 20 puntos básicos en todo 2016 como claro reflejo de que la volatilidad ha venido para quedarse. Y, además, está en su nivel más elevado desde la crisis griega de noviembre de 2011. "Niveles de volatilidad del 30% son una barbaridad. Es algo que se te escapa de las manos", afirma José Luis Martínez Campuzano, estratega jefe de Citi para España. La tendencia bajista del mercado es algo novedoso si consideramos de dónde venían las bolsas. Fuentes del sector de fondos de inversión reconocen que se están viendo obligados a vender sin siquiera detenerse a mirar el qué ante la necesidad de hacer frente a los reembolsos de sus clientes.

Es una caída 'sentimental'

Por lo tanto, con las bolsas en caída libre y en búsqueda de soportes y la volatilidad disparada, ¿qué pueden buscar los inversores? Básicamente, un refugio. Y eso que el oro lleva en el cajón del olvido casi desde que los bancos centrales entraron en acción.

El metal dorado acumula una revalorización del 16% en el año, la mayor subida mensual desde septiembre de 1999 -esto es, 17 años atrás- y se sitúa en su punto más alto desde enero del año pasado, por encima de los 1.251 dólares la onza.

"¿Qué ha cambiado?", se pregunta Thomas Herbert, responsable financiero en Alemania de renta fija de Oddo Asset Management. "Lo que se ha modificado es el sentimiento de los inversores y la percepción que existe sobre la economía. Los mercados no están cayendo por fundamentales, sino porque ha cambiado la sensación que tienen los inversores del mismo".

Y esta idea es, en resumen, a lo que se reduce la opinión actual de una mayor parte de expertos. Más allá de una ralentización del crecimiento chino; o del desplome de las materias primas, todo apunta a que las bolsas están sobrerreaccionando.

"Un mercado", como dice Álvarez, que "está excesivamente negativo" para "unos resultados empresariales en tono positivo y datos macroeconómicos que nos dicen que no estamos en recesión". A pesar de que la propia bolsa lo esté descontando en un 50%, como reconocía desde Banco Sabadell, Nicolás Fernández, su director de análisis, o si consideramos que la probabilidad de que EEUU entre en recesión se ha duplicado en el último año, hasta un 21%, según publicaba este jueves The Wall Street Journal.

Sin embargo, los analistas sí observan "algo más allá" en los índices que sobrepasa "a una simple corrección", como reconoce Campuzano. "Hay mucha gente a la que le recuerda a 2008. La liquidez se ha evaporado... y al final te encuentras en una situación en la que todo lo que hay es riesgo. Todo, quitando la deuda pública, es una venta clara. Los inversores finales se ven muy presionados y, al final, se ha generado una bola de nieve que ha venido para quedarse", concluye el experto de Citi.

Esto conduce a que los inversores estén siguiendo una secuencia básica que responde a vender primero lo menos fiable para terminar por los títulos más seguros. "La gente está empezando a deshacerse de los mejores valores, aquellos que ostentan la titularidad de defensivos. Sin duda, no es un año para recomendar comprar un índice, sino para seleccionar muy bien las compañías", comenta el experto de Oddo Asset Management.

De ahí que la oleada bajista haya llegado al sector energético, tales como Iberdrola, Enagás, Red Eléctrica o Gas Natural, que hasta ahora aguantaban los envites del mercado mientras que sus respectivos índices se mantenían en negativo.

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