Con los mercados a la espera de los datos de desempleo que se publicarán el viernes, y que darán más pistas acerca de una posible subida de tipos en septiembre, Wall Street cerró a la baja el jueves. El Dow de industriales perdió el 0,68% hasta los 17.420 enteros y el S&P 500 un 0,77% para detenerse en los 2.083.
En el Nasdaq 100 el batacazo fue de impresión: el selectivo tecnológico perdió nada menos que el 1,60% y tras bajar 73 enteros descansa en los 4.528.
Juan José Martínez San Juan, jefe de estrategias JMKAPITAL, asegura en Ecotrader que el nivel a vigilar principalmente son los 2.040 del S&P, soporte al que se ha acercado sin perforarlo. El experto considera que dicho nivel es "la línea divisoria que separa una situación técnica lateral alcista de una potencialmente bajista".
A la espera de conocer el viernes el informe oficial de empleo, el jueves se supo que las solicitudes del subsidio de desempleo subieron en 3.000 la semana pasada y se situaron en 270.000, el segundo incremento semanal consecutivo, aunque anticipado por los analistas.
Al final del día los sectores se dividieron entre los descensos del sanitario (-1,93%), el tecnológico (-0,84%), el industrial (-0,44%) o el financiero (-0,40%) y los avances del energético (1,00%) y el de materias primas (0,10%).
Microsoft lideró las pérdidas en el Dow Jones, con una caída del 2,02%, por delante de Visa (-1,91%), Disney (-1,79%), Pfizer (-1,77%), UnitedHealth (-1,53%), Johnson & Johnson (-1,44%), Nike (-1,40%), Home Depot (-1,22%) y 3M (-1,16%).
El crudo, en 44 dólares
El petróleo Intermedio de Texas (WTI) bajó hoy un 1,06% y terminó en 44,66 dólares el barril, de tal manera que cerró por debajo de 45 dólares por primera vez desde marzo pasado.
Al final de la sesión de operaciones a viva voz en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros del crudo WTI para entrega en septiembre bajaron 49 centavos respecto al cierre anterior.
El petróleo de referencia en Estados Unidos continuó así la racha bajista de los últimos días en medio de la incertidumbre en los mercados internacionales por el exceso de oferta y su impacto en el precio del crudo.
El Departamento de Energía anunció ayer que las reservas de petróleo bajaron 4,4 millones de barriles la semana pasada, hasta los 455,3 millones, pero se mantienen en su nivel más alto para esta época del año en al menos ocho décadas.