Bolsa, mercados y cotizaciones

El bono de EEUU cae de nuevo al 4% y ya contempla todos los recortes de tipos de la Fed del 2025

Bandera de EEUU frente al edificio de Wall Street. Dreamstime

La rentabilidad del bono de EEUU a diez años, la gran referencia del mercado de deuda soberana del mundo, cae de nuevo al 4% de rentabilidad. El incremento del precio de estos títulos de deuda (se mueve a la inversa que el rendimiento a vencimiento) en el mercado secundario responde a la percepción del mercado de que la Reserva Federal de Estados Unidos aflojará su política monetaria en las próximas fechas para aliviar a la economía nacional, que dio recientemente nuevas señales de estrés. Así, a medida que cae la rentabilidad de los bonos, la bolsa de Wall Street presenta una mejor oportunidad de inversión de cara al año que viene.

Los datos de empleo al cierre de la semana pasada fueron peores de lo esperado por los inversores. Esto desató una presión compradora en los tramos comprendidos entre los doce meses y los 20 años de la curva de deuda estadounidense. En el caso del bono de EEUU a diez años, que ofrece una rentabilidad del 4,05% en niveles no vistos desde hace más de cinco meses, supone perder casi 20 puntos básicos sólo en lo que va de septiembre.

La próxima reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos culminará el próximo miércoles 17. El recorte de 25 puntos básicos está descontado por el mercado desde antes de que comenzara el verano, según los contratos financieros OIS (overnight indexed swaps, que sirven para estimar el tipo de referencia a futuro). Puntualmente, se llegó a proyectar un ajuste de 50 puntos básicos en una única cita. No obstante, es en el resto de reuniones donde ahora se observa una mayor flexibilización de la política monetaria que todavía tutela el presidente Jerome Powell.

En la carrera por evitar que el mercado laboral sea un auténtico problema en Estados Unidos, así como el crecimiento de la economía del país, la Fed debería recortar sus tipos de interés en 150 puntos básicos de aquí a septiembre del año que viene (sería el último del 2026), según los swaps OIS. Pero la probabilidad de que esto suceda en junio y no en septiembre del 2026 es hoy mayor que al cierre de la semana pasada, cuando se dio a conocer que la tasa de desempleo se quedó anclada en el 4,3% ante la nula creación de nuevos puestos de trabajo.

Así, la brecha entre lo que espera el mercado para los próximos doce meses frente a la última estimación de la Fed de dónde se situarán los tipos de interés a futuro, el conocido como dot plot, es de 75 puntos básicos, dado que Powell contaba antes del verano con realizar tres ajustes de 25 puntos básicos hasta diciembre de 2026. "Los rendimientos de los bonos del Tesoro cayeron bajo el 4,07%, lo que son lis niveles más bajos desde el rally de los bonos tras el Día del la Liberación en abril", explicó el codirector general de gestión de activos en UBP, Michael Lok.

La caída de la rentabilidad del bono de EEUU a diez años hasta el 4,05% actual arroja ganancias para el inversor por el cambio del precio de esta deuda soberana. Con el título de EEUU que lleva cotizando todo el 2025 (se emitió a finales de noviembre del año pasado), de haber comprado estos títulos el 1 de enero y se vendiera este lunes las ganancias serían del 4,4%. Es decir, sería superior al cupón con el que fue emitido este bono, que se situó en el 4,25%. Sin embargo, habría que tener en cuenta el cambio entre el euro y el dólar, donde la divisa de la eurozona saca alrededor de un 12% al billete verde en el año, y borra las ganancias para el inversor que tenga por referencia el euro.

Como la expectativa del mercado recoge una flexibilización de la política monetaria de Estados Unidos a corto plazo, la deuda estadounidense a menor plazo refleja menor aversión al riesgo por parte de los inversores. Es decir, la curva de deuda se normaliza con rentabilidades mayores a mayor vencimiento, que es donde se presupone que hay mayor incertidumbre a lo desconocido. El ejemplo está en el diferencial entre las notas estadounidenses a doce meses y los títulos a diez años. Después de varios vaivenes a lo largo del 2025 que llegó a situar este dato casi al negativo puntualmente (la deuda a más corto plazo reflejó mayor rentabilidad que los bonos a diez años) ahora se sitúa sobre los 40 puntos básicos.

La rentabilidad del S&P 500 se vuelve más atractiva

La bolsa de Wall Street cotiza con unos múltiplos de beneficios por encima de la media de los últimos años en un contexto de índices como el S&P 500 en máximos históricos. El PER (veces que el beneficio queda recogido en el precio de la acción) de este selectivo se sitúa sobre las 24,5 veces a precios actuales y con los beneficios netos de los últimos doce meses. Es decir, la rentabilidad (inversa del PER) del S&P 500 se sitúa actualmente en 4,06%. Durante la mayor parte del 2025, el bono de EEUU ha marcado yields que superaban al rendimiento del S&P 500, lo que hacía más atractivo comprar bonos que bolsa estadounidense siendo el primero un activo de menor riesgo, según la teoría.

Ahora, las tornas se invierten y se recupera la normalidad que implica que; a mayor riesgo, mayor beneficio. Por un lado, el S&P 500 ofrecerá para el año que viene un PER de 21,4 veces, según las previsiones del consenso de mercado que recoge Bloomberg. Eso daría una rentabilidad de casi el 4,7% en 2026. Con el beneficio neto previsto por los expertos para el ejercicio 2027, la rentabilidad superaría el 5%.

"El potencial adicional de bajada de los tipos estadounidenses es limitado, y preferimos posicionarnos en los tipos de la zona euro, donde el riesgo de inflación sigue siendo contenido. En un entorno económico que sigue siendo favorable para los activos de riesgo, cualquier corrección del mercado se utilizará para aumentar nuestra exposición a la renta variable", sintetiza el director de inversiones de Crédit Mutuel Asset Management, Jean-Lous Delhay,

Mientras tanto, no se espera que el rendimiento del bono de EEUU a diez años pueda competir con el potencial de Wall Street. A pesar de los riesgos de incremento del gasto público en Estados Unidos o de dificultades pare que el país pueda refinanciar su deuda (en los próximos tres años EEUU debe hacer frente al vencimiento de trillones de billones de dólares), la flexibilización de la política monetaria reducirá progresivamente el rendimiento medio de la deuda soberana estadounidense trimestre a trimestre.

Ya para el último cuarto del año del 2025 el bono de EEUU a diez años se situará de media en el 4,2%, según la media de gestores que recoge Bloomberg. Esto implicaría un leve repunte desde los niveles actuales. No obstante, a medida que avance el 2026 el rendimiento de estos títulos de deuda irá a menos hasta cerrar el ejercicio bajo el 4,1%. De cara al 2027 el yield caería hasta el 4,05% por lo que los 150 puntos básicos de recorte de la Fed en los próximos doce meses estarían ya descontados por el mercado.

Con todo, los datos de inflación en Estados Unidos podrían frenar las aspiraciones del mercado y rebajar los recortes previstos tanto para este año como para el 2026. "Aunque es muy probable que la Fed recorte los tipos este mes, las previsiones del mercado de que el tipo de los fondos federales caiga hasta el 3% en el próximo año siguen pareciendo optimistas", explica el director de economía global de Schroders, David Rees.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky