
El mercado de deuda europea se mueve en la misma dirección, pero no a la misma velocidad. Esto genera diferencias entre los bonos soberanos de los diferentes países de Europa y que sitúan a los títulos españoles en una posición de menor aversión al riesgo en comparación a la deuda alemana; la que se presupone la más segura de la eurozona. Con la actual evolución de las rentabilidades de los bonos a diez años, la prima de riesgo española se sitúa en los 55 puntos básicos, en el nivel más bajo desde enero de 2021. Y puntualmente llegó a alcanzar mínimos no vistos desde la crisis financiera que se desarrolló hasta 2009.
Las curvas de deuda soberana ganan pendiente en los tramos más largos y a medida que las perspectivas de un mayor déficit público aumentan en el Viejo Continente. Y este incremento del gasto de los Estados miembro de la Unión Europea, que implica pedir más dinero prestado al mercado, se explica principalmente por el incremento del gasto militar de la eurozona. Si bien la posibilidad de una promesa de paz en Ucrania está más cerca con las negociaciones que se están llevando a cabo en Alaska, el plan de rearme de la UE no acabaría con un alto el fuego.
En este punto, el bono español a diez años cotiza en el mercado secundario con una rentabilidad del 3,3%. En el caso del bono teutón con el mismo vencimiento se alcanza el 2,75%. La diferencia entre ambos se estrecha hasta los 55 puntos básicos (puntualmente se situó en 54 puntos básicos al cierre de la semana pasada, en mínimos de 2009) cuando el 1 de enero de 2025 estaba en los 70 puntos básicos. En este periodo, la deuda alemana a una década se tensó en 40 puntos básicos. La española solo en 27 por la evolución de los datos macro de ambos países y porque se presupone que el mayor esfuerzo en el plan de rearme e inversión en infraestructura se realizará desde Berlín.
Si esto ocurre con los bonos a diez años es más notorio aún en la deuda con mayor vencimiento. "Es cierto que los bonos alemanes reflejan algo más que solo lo que está sucediendo en Alemania. Pero incluso considerando la reciente crisis de la deuda francesa, se puede argumentar que el aumento de 75 puntos básicos de este año en el rendimiento de los bonos alemanes a 30 años es algo exagerado", estima el estratega de activos de Bloomberg, Ven Ram.
Además, la flexibilización de la política monetaria del Banco Central Europeo está llegando a su final. Los contratos financieros OIS (overnight indexed swaps) están adelantando que no habría más recortes de tipos de interés este año y que la tasa de depósito del BCE se quedaría en el 1,75% en el primer semestre del año que viene. Es decir, el recorte de 25 puntos básicos no llegaría hasta 2026.
En condiciones normales y según la teoría, esto llevaría rentabilidad de la deuda europea con menor duración a la baja mientras incrementa en los vencimientos más largos. Es decir, la curva se yergue. "El contexto para la renta fija sigue siendo constructivo. Las expectativas de una bajada de los tipos de interés oficiales deberían permitir un ligero descenso de los rendimientos de los bonos y un aumento de la pendiente de las curvas de rendimiento", explicó el economista jefe en J. Safra Sarasin Sustainable AM, Karsten Junius.
La clave para el inversor
Lo que puede ser un alivio para el Tesoro Público de España también puede llevar a los inversores a decantarse por la deuda alemana. Un interés más bajo es una señal de menor aversión al riesgo y de menores costes de financiación para la administración española. Pero, hasta la fecha, la deuda alemana tiene una calificación de deuda de mayor calidad y la escasa diferencia de rentabilidad entre los bonos españoles y los alemanes puede llevar a los inversores a decantarse por la segunda opción en un contexto de inestabilidad geopolítica.
En la actualidad, los bonos españoles y los alemanes a dos años giran alrededor del 2%. De hecho, la diferencia es inferior a los 10 puntos básicos entre ambos. Como la expectativa de inflación en la eurozona es del 2,15% para los próximos cinco años, según Bloomberg, estos títulos de deuda no serían suficientes para evitar la pérdida de poder adquisitivo por el auge de los precios. Con la renta fija a cinco años sí sería posible. De hecho, el bono alemán a 5 años cotiza con un rendimiento a vencimiento del 2,3%, solo 20 puntos básicos por debajo del español.
La diferencia se amplía hasta los 80 puntos básicos para los títulos de deuda soberanos a treinta años. En este caso, la deuda alemana se sitúa en el 3,3% y la española baño el 4,2%. Y es que la deuda teutona con este vencimiento ofrece su precio más bajo (rentabilidad más alta) en el mercado secundario desde 2010.
Por otra parte, la caída de la prima de riesgo española no es algo unánime dentro del mercado europeo. Si bien la deuda portuguesa también sitúa su diferencial con los títulos alemanes a diez años en mínimos de un lustro, no ocurre así con la deuda francesa o con la italiana, por lo que tampoco se puede hablar de que la deuda periférica esté estrechando su brecha respecto a países de Centroeuropa.
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