Estados Unidos estrecha el cerco sobre Europa. Con las bolsas norteamericanas cerradas con motivo de las celebraciones del 4 de julio -fiesta nacional en conmemoración de la independencia del país-, los parqués del Viejo Continente ha perdido fuelle en una semana clave en la que se espera que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dé luz verde definitiva con su rúbrica a la ansiada reforma fiscal -con la que se disparará el déficit a los 2,2 billones de dólares- para apuntalar el crecimiento económico. Un maná de billones para la economía nacional que amenaza a Europa en forma de una intensificación de la guerra arancelaria con la que Trump busca financiar parte de su rebaja masiva de impuestos.
Después de meses de excesiva complacencia, tras la debacle del Día de la Liberación de principios de abril, los inversores están empezando a hacer caja en la región europea. En la semana, destaca el retroceso del Dax alemán que ha perdido más de un 0,9% y las cotizaciones planas para plazas como Madrid o Londres en un entorno de mercado en el que faltan cinco días para que expire la tregua comercial entre Washington y Bruselas, pero sobre el que Trump ya está dejando algún que otro mensaje: enviará entre 10 y 12 cartas, según relató a los periodistas, a varios socios para notificarles la imposición de aranceles desde este viernes. No se descarta que España esté entre estos territorios.
Precisamente, estas dudas han provocado que el Ibex se haya dejado más de un 1,48% en la sesión de este viernes, no siendo capaz de aguantar los 14.000 puntos, ante la posibilidad de que el arancel de EEUU pueda ser de hasta el 70%. En el resto de plazas europeas, el Dax alemán se ha dejado un 0,6%, el Cac 40 francés un 0,8%, y el Ftse Mib italiano un 0,8%.
Sin embargo, si miramos al balance semanal, los que mejor lo han hecho en los últimos días han sido los mercados estadounidenses que, al albur del plan de estímulo económico aprobado -no sin debate y guerras en el partido republicano- en las cámaras legislativas del país, han conseguido ganar en el entorno del 2%. Concretamente, el S&P 500 ha avanzado un 2,2% en los últimos días, ampliando las ganancias en lo que va de año por encima del 6%, cerca del 8% que se anota el EuroStoxx 50, por encima del rebote del 4% que acumula el Cac 40 francés, pero lejos del repunte del 20% del Ibex 35 o del 19% del Dax germano.
Con el Nasdaq 100, el Nasdaq Composite y el S&P 500 en máximos históricos, el asesor de Ecotrader, Joan Cabrero, considera que el Dow Jones Industrial, aún con un margen de subida del 0,5% hasta el techo de DeepSeek, también podría seguir este camino.
Sea como fuere, apunta a que, según la regla de la alternancia, cabría esperar que la próxima caída del mercado norteamericano sea de una magnitud similar a la de abril, en lo que podría ser una plana irregular (movimiento consolidativo lateral distinto al que vimos en el 2022 que fue lateral bajista o el de 2020 que fue vertical y rápido).
La opa al Sabadell, clave en la semana
Volviendo el foco sobre el mercado español, la semana ha estado marcada por la opa hostil del BBVA sobre el Banco Sabadell y la compra por 3.100 millones de euros de la filial británica del vallesano (TSB) por el Santander de Ana Botín.
Al cierre de la sesión de este viernes, el Sabadell cotizaba sobre los 2,868 euros, un 11,22% por encima del canje propuesto (1 título de BBVA por cada 5,3456 de Sabadell más un dividendo de 0,70 euros) o, lo que es lo mismo, su capitalización bursátil excede en 1.361 millones de euros la propuesta de compra. La entidad está valorada por el mercado en más de 15.161 millones de euros. Cifras calculadas sobre el precio de cotización del BBVA de este viernes que, tras ceder cerca de un 2,5%, se sitúa sobre los 12,91 euros por acción.
En el conjunto de la semana, las noticias en torno al valor, le han llevado al Sabadell a dispararse más de un 6%. Más allá de este caso específico, todo el sector bancario ha mostrado un comportamiento robusto. Unicaja (2%), Bankinter (1,6%), CaixaBank (2,2%) y Banco Santander (1,2%) también han conseguido firmar subidas semanales.
Acciona Energía, en el foco del mercado
Pero la gran estrella de los últimos cinco días en la bolsa patria ha sido Acciona Energía, con una subida del 9,8%, beneficiándose de varios catalizadores clave. Por un lado, el Senado de Estados Unidos ha suavizado su postura hacia las energías limpias en la nueva ley fiscal, eliminando algunos impuestos al sector verde y retrasando la eliminación de ayudas fiscales que benefician a los proyectos eólicos y solares.
Paralelamente, Acciona ha aumentado su participación en la filial hasta el 90,03% tras adquirir un 6,26% adicional a través de compras en el mercado y contratos de permutas financieras por valor de unos 435 millones de euros. Una operación que alimenta las especulaciones sobre una posible reorganización corporativa que podría incluir desde un spin-off hasta la exclusión de bolsa de la filial energética.
Utilities y constructoras bajo presión
En el extremo opuesto, las empresas de servicios públicos y algunas constructoras han mostrado debilidad. ACS ha sido la más castigada con una caída del 4,6%, seguida de Enagás (-4,3%) y Acerinox (-2,7%), ésta última pendiente de cómo acaba el conflicto arancelario entre Estados Unidos y el resto del planeta ya que la incertidumbre se explica en parte por la cautela existente en sectores como el automovilístico o el siderúrgico.
Iberdrola también ha cedido un 2,6% en una semana en la que prepara su innovador sistema de "Retribución Flexible" que permitirá a los accionistas elegir entre efectivo o acciones para cobrar el dividendo del 28 de julio. La presión sobre estas compañías también refleja las dudas sobre el impacto que podrían tener los aranceles estadounidenses en sectores como estos, con una fuerte exposición internacional.
Variaciones que le llevan al Ibex 35 a perder los 14.000 puntos en la semana en una sesión lastrada por el descuento de dividendos de Repsol, Redeia e Iberdrola, que han protagonizado las mayores caídas en una jornada sin referencia en Wall Street. Aun así, los analistas mantienen unas expectativas optimistas para el segundo semestre, con 16 de los 35 valores del selectivo ofreciendo un potencial de revalorización de doble dígito según el consenso de mercado de FactSet.