
La rotación de activos estadounidenses hacia la bolsa europea, que empezó a principios de año, sólo acaba de empezar. "Hay potencial para que la rotación continúe", valoran en Bank of America, ya que antes del primer trimestre de este año las acciones europeas encadenaron 14 trimestres consecutivos de salidas de dinero, por un total de 235.000 millones de dólares (unos 218.000 millones de euros). Y, en cambio, sólo han regresado 30.000 millones este año, el 13% del dinero perdido desde el tercer trimestre de 2021.
El liderazgo que ha defendido Wall Street durante décadas se ha puesto en duda en 2025, a medida que ha ido creciendo la preocupación de los inversores por la agresiva política comercial de Donald Trump, con sus continuas idas y venidas, o el aumento del déficit. Según un estudio de CRFB (Comité por un Presupuesto Federal Responsable, en español, una institución independiente centrado en promover la sostenibilidad fiscal de Estados Unidos), las rebajas fiscales que plantea el magnate desbocarían la deuda del país hasta el 145% sobre el PIB en 2035; mientras que el déficit, ya de por sí elevado, correría el riesgo de acabar el mandato fiscal ese mismo año en el 9,6%.
Este cóctel, nada favorable para la bolsa americana, que durante años ha sido la clara favorita, ha provocado que, por primera vez en muchos años, los inversores empiecen a diversificar sus inversiones fuera de Estados Unidos. Esto se observa, además de en los propios flujos de dinero hacia la bolsa europea, en el peor comportamiento relativo de este mercado frente al resto de índices mundiales, no sólo ya frente a Europa, o incluso en la propia debilidad del dólar, que se ha desplomado más de un 10% frente al euro. Es más, la última encuesta que Bank of America realiza entre gestores de todo el mundo reflejaba ya la mayor infraponderación a este activo en dos décadas.
En cambio, Europa tiene el viento a favor por distintas razones. "Es probable que las políticas fiscales inesperadas, como el aumento del gasto en defensa a nivel nacional y de la UE, tengan consecuencias de gran alcance para la renta variable. Estas políticas pueden crear nuevas oportunidades e impulsar el crecimiento en el centro de Europa", señala Martin Skanberg, gestor de renta variable europea de Schroders.
Además, "las próximas reformas la Unión de los Mercados de Capitales y la Unión del Ahorro y la Inversión, son positivas para las perspectivas a medio plazo", explican en Bank of America. Estas medidas buscan ofrecer mayores oportunidades para que los ciudadanos ahorren para su jubilación, canalizando esos ahorros hacia inversiones más productivas que financien los objetivos de la UE (como la transición climática, la innovación o la defensa). "A corto plazo, una mayor estabilidad política y la bajada de tipos por parte de los bancos centrales favorecen los flujos de entrada hacia Europa", aseguran en este banco de inversión. Y es que la política monetaria de Europa también está más inclinada a bajar los tipos de interés frente a un Estados Unidos, que es más reticente a la espera de ver la inflación que generan los aranceles.
"Europa se ha erigido como probable beneficiaria del abandono de la idea de la excepcionalidad de EE.UU. y de la dinamización de la economía europea iniciada por Alemania, y los inversores han recibido positivamente las medidas de estímulo de la región. Sin embargo, el impacto del gasto público tardará algún tiempo en calar en la economía real y el dinero no se desembolsará de golpe, sobre todo en las áreas donde el gobierno alemán está estudiando invertir", recuerdan en Fidelity.

Más argumentos a favor de la bolsa europea
Hay que tener otro factor en cuenta, y es que los cambios en la asignación de activos de algunos inversores institucionales, como los planes de pensiones o las aseguradoras, podrían llevar algo más de tiempo, "ya que las revisiones de cartera son periódicas y las decisiones de asignación de activos son más lentas. Pero dado que las asignaciones a los EE.UU. probablemente estén en el pico, vemos una ventaja para Europa", valoran en BofA.
Otro argumento a favor de la bolsa europea en detrimento de la estadounidense es la brecha de valoración: "la renta variable internacional, incluida la europea, sigue cotizando con descuento respecto a la estadounidense", expone el gestor de renta variable europea de Schroders.
Por fundamentales, el índice europeo también guarda más potencial que los estadounidenses. Según Bloomberg, el EuroStoxx 50 tiene margen para escalar un 11,65% a doce meses vista, frente al potencial del 9,9% del S&P500, del 9,2% del Nasdaq o el 8,41% del Dow Jones.
A finales de abril, otra de las gestoras que defendía que la rotación hacia la bolsa europea sólo acaba de comenzar era Panza Capital, la gestora creada por algunos ex Bestinver. "La rotación de EEUU hacia Europa es muy significativa y probablemente sólo ha comenzado porque las valoraciones de las compañías medianas siguen altamente atractivas", indicaba entonces Beltrán de la Lastra, su director de inversiones y presidente de esta firma. "Poder construir una cartera a 7 u 8 veces beneficios, con balances sólidos, no es algo sencillo en Estados Unidos", desarrollaba. Con el aliciente, también, de una política fiscal que favorece al mismo tiempo a Europa.