
El ejercicio prominente alcista que protagoniza el euro/dólar no está en tela de juicio. Bajo ningún concepto. De hecho, el cruce más negociado del mundo ha registrado en lo que va de ejercicio 20 nuevos máximos anuales -se revaloriza un 11.5% desde enero-, y atendiendo a las previsiones de los analistas, todo apunta a que seguirá marcando alto tras alto de cara a lo que resta de 2025.
"La cotización del euro/dólar no va tan ligada recientemente al diferencial de rentabilidad entra la deuda pública de EEUU y Alemania, que es ahora bastante más alto de lo que fue hace meses (190 puntos básicos hoy) lo que, en principio, debería favorecer al dólar. Pero a pesar de eso, el euro sigue muy fuerte", comenta Juan Ignacio Crespo, analista de mercado.
El experto, de hecho, considera que la cotización del euro contra el dólar mantiene el rumbo previsto desde la llegada de Trump al poder por segunda vez, "es decir, que por ahora, le queda al euro bastante margen de fortalecimiento", señala.
Una visión que concuerda con la del consenso de mercado recogido desde Bloomberg y con el escenario técnico que ha abierto el par. "La superación de la resistencia de los 1,12-1,1275 enteros, que es la que frenó las alzas el año 2023 y 2024 y que coincidía con la directriz bajista que venía guiando las caídas durante los últimos años, plantea que, consolidaciones al margen, el euro/dólar ha puesto en su punto de mira objetivos en los 1,2375 y 1,25 dólares por euro, que son los altos de 2021 y 2018 respectivamente", explica por su parte, Joan Cabrero, analista técnico.

En este contexto, este miércoles se reúne la Reserva Federal que pese a que no se espera que haga ningún movimiento de tipos de interés, tiene programada una revisión del cuadro de previsiones macroeconómicas, que en ocasiones coincide con movimientos en los tipos de interés.
Como ya explicó Jerome Powell en el encuentro de mayo, la incertidumbre que genera la guerra comercial, de la que todavía no se pueden prever las consecuencias, impide a la Fed que se toquen los tipos en este momento. Pero, el hecho de que la inflación corra aún muy por encima del objetivo del banco central, y que el desempleo y el crecimiento siguen siendo fuertes mete presión a un Powell ya suficientemente presionado por Trump que ha amenazado al presidente de al entidad central con forzarle a hacerlo.
La apuesta por Europa
"El mercado ya distingue entre valor financiero y riesgo estructural, penalizando al dólar por su fragilidad política y fiscal", explica por su parte Juan José del Valle, analista en Activotrade SV. "Esta ruptura impulsa la tendencia actual de vender Wall Street y favorece activos como materias primas, monedas extranjeras y mercados europeos y emergentes".
En este contexto, no solo el euro consigue aprovechar esta tendencia, la corona sueca (SEK), por ejemplo, también. No en vano, la moneda escandinava sigue siendo la que mejor rendimiento consigue en lo que va de año frente al dólar, gracias a los flujos de capital que han entrado en Europa y la significativa infravaloración intrínseca de la moneda.
Si bien últimamente ha predominado el discurso de "vender activos estadounidenses", también está cobrando impulso el de "comprar activos europeos", apuntan desde Ebury, la fintech global especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas, en su último Informe de previsión sobre las divisas del G10.
Las políticas erráticas del presidente Trump, sumadas al abandono por parte de Estados Unidos de su papel de guardián del orden geopolítico y económico mundial, han minado la confianza de los inversores y el estatus de refugio seguro del país, lo que ha provocado una fuga de capitales. Europa, con su sólida estabilidad institucional y la relativa previsibilidad de las acciones de sus líderes, se ha convertido en el destino natural de este capital.