Bolsa, mercados y cotizaciones

El petróleo europeo cotizado roza el equilibrio en 2025 ante un tercer trimestre de expectativas al alza

  • Una posible tregua rebaja la tensión a un 4% de ver al Brent en positivo en 2025
  • Los expertos disparan sus estimaciones para el crudo hasta septiembre
  • La inflación vuelve a condicionar al mercado y amenaza al crecimiento global
Una plataforma petrolera frente al atardecer. Dreamstime

La tensión en Oriente Medio con los ataques cruzados entre Israel e Irán elevan las apuestas de los inversores que ven al precio del petróleo al alza en próximos meses. Los contratos al contado del crudo cotizado en Europa repuntan en la última semana tanto que casi cubren las pérdidas del conjunto del 2025. No obstante, la posible búsqueda de una tregua por parte de Irán este lunes volvió a situar al barril Brent bajo los 72 dólares, que implica estar a un 4% de ver al crudo europeo en positivo en el año. Mientras tanto, el petróleo cotizado en el mercado estadounidense llegó hoy a registrar un precio superior al visto el primero de enero, lo que eleva la incertidumbre del mercado en que la inflación del combustible vuelva a ser el principal enemigo del crecimiento de la economía global.

El temor a que la inflación vuelva a recalentar al mercado era algo que había pasado a un segundo plano en los últimos meses en los que el barril Brent llegó a caer bajo los 60 dólares. Esto implica un incremento del 22% respecto a los precios actuales, si bien en los primeros instantes del lunes se llegó a rozar los 78 dólares con los que casi cierran la brecha de las caídas que han predominado en el mercado del crudo desde que comenzó el año. El acercamiento de Irán a otros países árabes para buscar una desescalada en la tensión con Israel, según recoge Bloomberg, destensó los contratos del petróleo a más corto plazo. Sin embargo, el temor a nuevos repuntes persiste para los inversores.

Este lunes los contratos de futuros del petróleo más inmediatos oscilaron entre los 70,7 y los 77,9 dólares. Estos contratos financieros, que pactan un precio por barril entre comprador y vendedor para ser entregados en un plazo concreto, reflejan un valor mayor cuanto más lejos está la fecha de venta. Esto es algo habitual, dado que a mayor plazo se descuenta mayor incertidumbre. No obstante, los precios se han disparado en el mercado de crudo cotizado en las últimas jornadas ante el riesgo de un colapso del suministro global de petróleo si en Oriente Medio se produce una escalada que acabe por cortar el suministro del Estrecho de Ormuz; el corredor marítimo por el que pasa casi uno de cada tres barriles de crudo del mundo.

Mientras tanto, el precio del barril Brent es más caro en los contratos más inmediatos: otro ejemplo de que los inversores ven mayor incertidumbre en el corto plazo. Todos los contratos del petróleo hasta diciembre de este año están por encima de los 70 dólares. A partir de esa fecha, los compradores y vendedores establecen un precio medio en los 68,2 dólares por barril hasta 2027, que es un 7,5% más de lo que se negociaba en enero. "La primera reacción ha sido la esperable: fortísima subida del precio del petróleo", opina el director de inversiones financieras de Mutualidad, Pedro del Pozo.

El precio del petróleo no solo se dispara en el mercado, sino también entre las previsiones de los expertos. Más allá de algunos pronósticos que encienden las alarmas con proyecciones por encima de los 100 dólares, el consenso de mercado que recoge Bloomberg considera ahora que el tercer trimestre del 2025 puede ser una piedra en el zapato para el crecimiento económico global. Y es que, para este periodo, se espera un precio medio de 73,2 dólares frente a los 65,5 dólares por barril que descontaban los expertos antes de que Israel escalase la tensión de nuevo en Oriente Medio. Es un incremento de más del 10% desde la madrugada del pasado viernes.

La realidad es que el temor a un repunte de los precios salta a otros activos como el oro e incluso el dólar, una divisa castigada en lo que va de año y que cede terreno frente a otras referencias como el euro. Y este pánico al riesgo se debe a la posibilidad de que los precios vuelvan a afectar al crecimiento de las grandes economías del mundo pero también a los países en vías de desarrollo. "El riesgo de los precios del petróleo es el principal canal a través del cual este choque geopolítico [entre Irán e Israel] se transmite a los mercados financieros", comenta, el responsable de multiactivos y overlay en Edmond de Rothschild AM, Michaël Nizard.

Por el momento, el riesgo a que la inflación afecte a la economía como lo hizo en 2022 es reducido porque el escenario principal que se baraja entre Irán e Israel no es el de una guerra abierta. "Si el crudo Brent se asentara en 75 dólares por barril, implicaría que la inflación energética del G7 se situaría ligeramente por encima del 5% durante el próximo año", considera George Brown, economista senior de Schroders.

Desde Julius Baer consideran que la escalada bélica actual no motivará unos precios a largo plazo más elevados de los niveles actuales. Bajo su punto de vista, el almacenamiento a escala global se mantiene en niveles elevados y la capacidad disponible es abundante gracias a las exportaciones fuera de Oriente Medio. "Nuestra estimación es que este último estallido del conflicto seguirá el patrón habitual con precios que subirán temporalmente antes de volver a los niveles anteriores", explica el responsable de Investigación Económica de la firma, Norbert Rücker.

Este sería el escenario más extendido por el mercado a más largo plazo, lo que no impide que las estimaciones de los expertos hayan subido para 2025 pero también para trimestres más allá de diciembre de este año, a pesar del incremento de producción de los miembros de la OPEP de los últimos meses. "Es poco probable que vayamos a ver de nuevo un precio de 60 dólares por barril en un futuro próximo", sentencia el estratega en materias primas de la entidad neozelandesa ANZ Banking, SoniJumari.

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