En la primera parte de la entrevista en elEconomista.es, Daniel Lacalle, (Madrid, 1967), defiende cómo el dólar no está en peligro como moneda de reserva mundial porque "no hay una alternativa viable". "Es como un colegio en el que, como todos suspenden, el que menos suspende, gana", explica. Ahora, la segunda parte del encuentro el economista jefe de Tressis Gestión se centra en analizar el papel protagonista que han tenido los bancos centrales en el ataque de las fuerzas estatistas contra la libertad.
La combinación de políticas fiscales irresponsables, apoyadas por un banco central que se convierte en el prestamista de primer recurso, y no de último, como ya introduce Lacalle en la primera parte de la entrevista, explica gran parte del problema, algo en lo que incide en su último libro publicado, "El nuevo orden mundial" (Deusto). Además, el economista explica las trampas que se tienden con las lecturas de la inflación, un fenómeno que considera "una política", y no una casualidad.
En su libro utiliza la cita de Hemingway: "La primera panacea para una nación mal administrada es la inflación, y la segunda, la guerra". ¿Cree que los ciudadanos en España entienden hoy lo que supone la inflación y la perciben como un impuesto escondido, relacionado con la política monetaria, o queda mucho por aprender en este sentido?
Queda bastante por aprender, pero fíjate lo fascinante que es el tema monetario: a pesar de que toda la propaganda estatal te intenta convencer de que la inflación es culpa de todo y de cualquier cosa excepto que del que emite mucha más moneda, gastando mucho más y endeudándose mucho más, los ciudadanos, con razón, siempre le echan la culpa al Gobierno. La administración Biden se pasó cada día diciendo que la inflación era culpa de los comercios, de las empresas, de la guerra... de todo. Y la gente sabía que, ¿Cómo iba a ser culpa la inflación de Walmart, si Walmart es el que me baja los precios? Se disparan los precios de los huevos, ¿por qué? Se dedican a matar gallinas, que es una idea buenísima, porque así se controlan los precios, y en el momento en el que dejas de matar gallinas, se hunde el precio de los huevos... La gente empieza a darse cuenta de que la inflación no es una casualidad, es una política. Y la inflación persistente no es una fatalidad, es la consecuencia de unos bancos centrales que no hacen su labor de funcionar como contrapesos de la política fiscal. ¿Qué hace el BCE manteniendo eso que llaman el mecanismo antifragmentación? Que es una aberración de tal calibre, pensar que lo que tiene que hacer un banco central es que el que peor se comporta fiscalmente no tenga mucho diferencial con el que lo hace bien...
"Es una aberración pensar que lo que tiene que hacer un banco central es evitar que haya mucho diferencial entre quien peor se comporta fiscalmente y el resto"
Va contra los estatutos del BCE y es algo ilegal...
Sí, pero lo hacen. No sabía que era ilegal.
Acuérdese del conflicto del Constitucional Alemán. Alemania pasó por el aro, con la sentencia del TJUE, pero pudo no haberlo hecho, y hubo riesgo de una ruptura del euro por las políticas del BCE. Las instituciones alemanas decidieron achacar la sentencia del TJUE, pero parece indefendible que el banco central europeo no esté financiando directamente a los países europeos, algo que no puede hacer según sus propios estatutos, y que así lo sentenció el Constitucional alemán declarando ilegal el 'QE'.
Lo primero de lo que tienen que ser conscientes en el BCE es que han heredado el mayor milagro monetario de la historia, que es el euro, el mayor éxito monetario de la historia moderna. Mucho más que el dólar. ¿Por qué? Porque es la única moneda de reserva del mundo con riesgo de redenominación. Lo primero que deberían ser es responsables, porque eso no se consigue por casualidad. Eso se consigue por una política muy seria de constantemente defender el poder adquisitivo de la moneda y conseguir que los ciudadanos de los países que sufrieron la dracma, la lira... etc. prefieran el euro, porque es una moneda muchísimo más solvente. Entonces, caer en la autocomplacencia de pensar que eso va a durar siempre es un gran riesgo. Fíjate lo que me has preguntado antes. "¿Está el dólar en riesgo de perder su posición como moneda de reserva?", pues en la administración hay mucha gente preocupada por ese riesgo, pero ¿sabes una de las maneras en las que se puede conseguir seguir siendo la moneda de reserva del mundo? Dejando que el BCE continúe destruyendo la posición como moneda de reserva del mundo del euro. Porque, como el mundo monetario es un mundo de relativos, y sabes que China no quiere una moneda de reserva del mundo... La política monetaria no es una política de "a ver quién gana", sino de "a ver quién pierde primero", y eso es lo que parece que es alucinante, que haya gobernadores de banco central que no lo entiendan. No que no lo entiendan, si no que se niegan a entenderlo, porque es bien evidente. Es muy fácil para la moneda de reserva del mundo, el dólar, convencer al BCE de que puede llevar a cabo todos los desequilibrios que lleva a cabo la Fed, sin ninguno de los mandatos que tiene la Fed, que, entre otras cosas, es un grupo de Reservas Federales independientes... relativamente, pero bastante más que las europeas. Lo único que tienen que hacer es dejar que se acerquen al precipicio, como le ha pasado a Japón, y el BCE debería ser consiente de todo eso, y serlo de que, como no se garantiza la estabilidad financiera es perpetuando y blanqueando los desequilibrios fiscales de los países irresponsables.
¿Considera el IPC oficial un indicador adecuado de inflación? ¿Tiene sentido que hagan ajustes por calidad, por poner un ejemplo?
La cantidad de elementos que hay en el cálculo del IPC, que no es que sean debatibles, sino que son hilarantes... pero no en España, en general. No olvidemos, en cualquier caso, que el IPC se creó para disfrazar la inflación. Tú pones en común cosas que compras todos los días con cosas que compras un año. El IPC, igual que el deflactor del PIB, siempre es una manera más que debatible de medir la inflación. Para empezar, el propio uso de la inflación interanual para hablar de éxito monetario es, en sí mismo, una locura. Si sube la inflación un 10% un año, luego baja al 3% y luego al 2%, no ha bajado la inflación. Lo que tenemos que recordar simplemente, es que el IPC como el deflactor del PIB, son medidas incompletas y que tienden a infraestimar la inflación real, y eso lo sabe cualquier persona. Le dices a la gente que los precios subieron un 2%, y te dice que no lo que ellos han comprado. Pero claro, si en vez de poner lo que compras todos los días, más lo que compras una vez al año, más un ajuste de calidad, más un baremo que van a poner ahora que incluye el cambio climático... no lo dudes. Siempre tiene el objetivo de infraestimar la inflación, porque la inflación es un impuesto escondido. Pero en el frente positivo, diré que, de todas las medidas que hay, el IPC no es el peor.
"El IPC oficial siempre tiene el objetivo de infraestimar la inflación, porque la inflación es un impuesto escondido"
El BCE, tras el Banco de Japón y la Fed, ha adoptado la Teoría Monetaria Moderna (TMM) en los últimos años. Por el camino, hemos visto cómo el objetivo de inflación no se cumple prácticamente nunca, y ha habido momentos de crisis inflacionistas, como en 2021/2022..., también distorsiones en los mercados financieros, y ya se asume por parte del BCE que el QE fue un error, por los tipos negativos... y no consigue el objetivo de estabilidad de precios. ¿Existe la posibilidad de que la TMM se deje de lado? Este año hay revisión estratégica...
El riesgo de que los cambios que se den en las autoridades monetarias sea más hacia aumentar la defensa de la destrucción del poder adquisitivo de la moneda y el blanqueamiento de los desequilibrios fiscales de los estados, es altísimo. Steve Hanke me comentaba que, en la Reserva Federal, el porcentaje de economistas que dicen activamente votar al partido demócrata, o al partido republicano, había pasado de 40% / 40%, a prácticamente 80% / 20% en una década. Es increíble que en las instituciones monetarias no se preste atención a los agregados monetarios nunca. Hablan de cualquier cosa, en las comunicaciones del BCE, del Banco de Japón, del Banco de Inglaterra, de la Reserva Federal... hablan de cualquier cosa excepto de la cantidad de dinero y la velocidad del mismo. Entonces, por eso, claro, la independencia de los bancos centrales está tan cuestionada. Además de escuchar constantemente, por parte de autoridades que son supuestamente independientes, mensajes que son exclusivamente orientados a blanquear el exceso gubernamental. El BCE, con el problema fiscal que hay en Francia y en otros países de la UE, no debería estar bajando tipos y, desde luego, de ninguna manera debería estar aumentando la masa monetaria prácticamente el doble de lo que crece el PIB.
"Con el problema fiscal que hay en Francia y en otros países de la UE el BCE no debería estar bajando tipos, y desde luego, no debería estar aumentando como lo hace la masa monetaria"
¿Existe en España una alternativa política a esta tendencia estatista? La adhesión de los partidos de izquierdas por la Agenda 2030 es clara, pero también lo está el Partido Popular, con Von Der Leyen presidiendo en Europa, y en Vox hace tiempo que las cabezas liberales más importantes se marcharon.
Primero tenemos que entender que este supuesto frente estatista es la consecuencia de muchos años de ir constantemente generando unos enormes desincentivos a defender la libertad. Los partidos funcionan por defender las señales que reciben de sus votantes. Si, en el momento en el que la parte liberal, de centro derecha y derecha, abandona la batalla cultural, todo ese frente estatista, que son grillos en un campo de vacas, los que más ruido hacen, toman las políticas fiscales, energéticas, agrícolas... etc. Por el silencio de los buenos, los malos dictan la política. En Alemania, la CDU y el SPD en el Gobierno, pero ni la CDU ni el SPD dictan la política energética, la dicta una minoría, que encima no representa a prácticamente nadie. Por eso es tan importante la batalla cultural, y que los partidos reciban los estímulos de los ciudadanos, y que se vean obligados a escuchar. Y está pasando, poco a poco. Lo más probable es que la alternativa venga de dentro. En algún momento, será el PPe, o el otro lado de la derecha, el que reconozca que la UE no tiene un problema de empresariado, ni de capital humano, ni de capital financiero: tiene un problema de regulación absurda, de legislación destructiva y de normativismo, dictado desde ese punto de vista. Tienes a unos activistas que son una minoría, diciendo que hay que prohibir la propiedad privada, y los partidos moderados deciden prohibir la propiedad privada "un poquito". Eso no funciona. Cuando le abres la puerta a los totalitarios, entran como el caballo de Troya que son.
¿Regresará usted alguna vez a la política?
Yo estoy en la política todos los días, porque no paro de hablar de ella, pero no en la política activa. Y, sobre todo, porque creo que es muy importante que haya voces que no tengan que estar analizando si el partido A, o el B, dicen una cosa o la otra. Mi objetivo no es causarles problemas a los buenos, si no creárselo a los malos. Y estar recordándole a la gente que estas políticas que nos venden como sociales son antisociales. Estoy en política todos los días, pero no quiero estar en política activa, desde un punto de vista de la importancia que tiene, creo, que hay gente que esté dando la batalla cultural todo el tiempo, y que les dé a esos partidos las herramientas para defender la cordura.
Lea aquí la primera parte de la entrevista en elEconomista.es