
Al calor del "progreso sustancial" en las conversaciones comerciales que este fin de semana han mantenido China y Estados Unidos en Suiza, las bolsas Occidentales han reaccionado con subidas generalizadas que permiten -en el caso de los selectivos europeos- dar más empaque al movimiento alcista desarrollado en las últimas semanas y, en Wall Street, otorgar el golpe de timón necesario para dar por sostenible la tendencia registrada desde mediados de abril y, sobre todo, identificar ya un suelo fiable en el mercado estadounidense: El soporte clave (stop) que no debe perderse para mantener un contexto alcista se encuentra en los mínimos del 7 de abril.
EEUU reducirá los aranceles sobre los productos chinos del 145% al 30% durante un período de 90 días, mientras que China reducirá los suyos sobre las importaciones estadounidenses del 125% al 10% durante el mismo período.
Era justo lo que faltaba, que las bolsas de Wall Street recuperaran más de dos tercios (66%) de la anterior caída, una resistencia natural según la Teoría de Dow, tras haber superado el 61,80% desde el enfoque de Fibonacci. "No es un matiz menor", incidía en su comentario estratégico semanal Joan Cabrero, analista técnico de Ecotrader.
"El rango de recuperación del 61,8/66% actúa como una frontera técnica que separa un simple rebote dentro de una tendencia bajista de una recuperación sólida y estructural, por lo que solo si se supera con solvencia podremos pensar que esta vez el rebote sí podría ser fiable", señala. Este umbral técnico se encontraba en niveles de 20.300 en el Nasdaq 100, 18.300 en el Nasdaq Composite, 5.700 en el S&P 500, y 41.850/42.220 en el Dow Jones Industrial.
El reciente acuerdo entre China y Estados Unidos abre una nueva etapa en la guerra comercial iniciada por el presidente Trump con el Día de la Liberación. Una guerra por la que "el mundo no estadounidense puede estarle agradecido al presidente Trump" ya que le ha "obligado a sacudirse el yugo bajo el cual le hacía plegarse a la fuerza de la demanda estadounidense, algo que las bolsas celebran", en palabras de Alexis Bienvenu, estratega en La Financiére de l'Échiquier.
"Las Bolsas se están aferrando a cualquier atisbo de esperanza que pueda haber de que los aranceles se suavizarán, habrá acuerdos bilaterales de casi todos los países con los EEUU (sobre todo de China, la UE y Japón) y la Reserva Federal empezará a bajar los tipos de interés en julio", afirma por su parte Juan Ignacio Crespo, analista de mercado.
"Están, por tanto, en unos de esos períodos de intercadencia propios de los mercados: aquel en el que valoran principalmente lo positivo. Y eso a pesar de que los sobresaltos no dejan de sucederse, a ritmo de mensajes de Trump en sus redes sociales o en sus apariciones en ruedas de prensa tumultuarias, en vivo y en directo", añade Crespo.

Y es que, esta alza permite a selectivos como el S&P 500 volver a cotizar por encima de los niveles en los que se movían antes de que el presidente de EEUU, Donald Trump, anunciara la aplicación de aranceles adicionales generalizados a todos y cada uno de sus socios comerciales a comienzos de abril.
Además también favorecería que el selectivo yankee volviera a niveles previos a la victoria del magnate norteamericano en las elecciones presidenciales del país, en noviembre de 2024.
"El acuerdo entre EEUU y China para reducir temporalmente los aranceles bilaterales ha sido recibido positivamente por el sector industrial, especialmente por empresas expuestas al comercio internacional de materias primas como el acero", puntualiza desde IG Sergio Ávila, analista senior de mercado.
E igual señalan desde Banco Sabadell cuyos expertos advierten que el "mercado continúa confiando en una desescalada de la guerra comercial".
No es momento de comprar de manera compulsiva
Este movimiento invita a mantener una predisposición compradora sobre la renta variable estadounidense más allá de las oportunidades puntuales que hayan podido ir surgiendo en las últimas semanas. "Estamos ante una señal técnica positiva de gran calado", insiste Cabrero pero recuerda que es partidario de esperar una corrección proporcional del último rebote -entre el 50 y el 61,8%- para comprar con mayor confianza.
Es decir, esperar a ver un clásico pull back (o vuelta atrás) tras la ruptura de una resistencia clave para poder posicionarse de manera sostenible y con una mejor ecuación rentabilidad-riesgo.
Y es que, no hay que olvidar que la primera estación para la que tiene billete Wall Street aparece en los máximos del año, los que alcanzó justo antes de la aparición en escena de DeepSeek, la herramienta de Inteligencia Artificial china que puso en jaque al sector por sus menores costes de producción y resultado eficiente. Hasta recuperar dichas cotas, Nasdaq 100 y S&P 500 aún tienen un recorrido del 5 y el 8% respectivamente desde los niveles de cierre de este viernes
"Una vez eso ocurra, buscaré soportes y zonas de giro potenciales donde volvería a ser comprador. ¿Qué acciones elegiría? Muy sencillo: aquellas que durante este rebote hayan mostrado mayor fortaleza relativa, es decir, las que hayan logrado recuperar más allá del 61,8% de su caída previa. No se preocupen, cuando llegue el momento, me encargaré de señalarlas con precisión", señala.