
No es una sorpresa que el mercado recompensa la estabilidad sobre el temperamento. La Reserva Federal de Jerome Powell, imbatible a los continuos ataques del presidente de los EEUU, Donald Trump, lo ha vuelto a demostrar en las últimas horas y así lo valoran los inversores: el dólar se revaloriza frente a otras divisas de referencia como el euro. Mientras tanto, los rendimientos de los bonos estadounidenses muestran signos de estabilización tras un volátil mes de abril tensionado por el Día de la Liberación de Trump, con el que el republicano decidió iniciar una guerra comercial contra el resto del mundo que, al poco, tuvo que dejar en barbecho con una pausa de 90 días en la aplicación de los gravámenes. Tres meses para negociar que parecen estar dando ya sus frutos: EEUU ha llegado en las últimas horas a un pacto 'integral' con Reino Unido para reducir los aranceles.
Mantener los tipos de interés en el rango de entre el 4,25% y 4,5%, donde están desde diciembre, es la decisión que ratificó el pasado miércoles el Comité de Mercado Abierto (FOCM, por sus siglas en inglés) de la Fed. Una postura de firmeza que se produjo a pesar de las repetidas críticas y presiones del presidente Trump, quien ha estado pidiendo de forma reiterada recortes inmediatos de tipos.
¿La reacción esperada? La aireada de Trump en su red social, donde ha calificado en las últimas horas a Jerome Powell como un "TONTO" que "no tiene ni idea", añadiendo irónicamente: "Aparte de eso, ¡me cae muy bien!". Esta es solo la última de una serie de críticas que Trump ha dirigido contra Powell, llegando incluso a generar rumores el mes pasado sobre una posible destitución que posteriormente desmintió.
Powell, por su parte, no se ha dejado amedrentar manteniendo una postura categórica respecto a la independencia del banco central norteamericano. De hecho, ante los medios de comunicación tras anunciar su última decisión de tipos, afirmó que los comentarios del presidente no afectarían "en absoluto" a las decisiones del supervisor. "Siempre vamos a hacer lo mismo, que es utilizar nuestras herramientas para lograr el máximo empleo y la estabilidad de precios en beneficio del pueblo estadounidense", comentó.
Si bien el organismo entiende que "los riesgos de mayor desempleo y mayor inflación han aumentado" se destaca por parte de la Junta de Gobernadores que la economía norteamericana se encuentra en una posición donde es conveniente "esperar y ver" cómo se desarrollan los acontecimientos, especialmente en lo relacionado con la política comercial de un Trump impredecible. "El consumo todavía está aguantando bien", señalan desde JP Morgan AM, lo que ofrece, a su juicio, "cierto colchón" frente a posibles shocks derivados del comercio o la política monetaria.
Así, lejos de castigar a la Fed, los mercados han recompensado la estoicidad de Powell. El dólar estadounidense ha mostrado un renovado vigor, fortaleciéndose frente a sus principales rivales, especialmente contra el euro. Un par que cayó hasta los 1,1235 dólares por euro durante este jueves después de que el supervisor descartara nuevas bajadas de tipos en un horizonte cercano.
El índice del dólar, que mide la fortaleza de la moneda estadounidense frente a una cesta de divisas, inicialmente cayó a 99,50 después de la decisión de la Fed, pero pronto se recuperó hasta 99,60 cuando Powell dio a entender con su mensaje la necesidad de ir con cautela en las semanas que vienen.
Al tiempo, en el mercado de deuda, los bonos del Tesoro estadounidense también han mostrado señales de estabilización tras la turbulencia de abril. El rendimiento del bono a 10 años se mantuvo sin cambios en 4,31%, después de haber disminuido durante la jornada, mientras que el rendimiento del bono a 2 años aumentó 7 puntos básicos, situándose en 3,859%
Una estabilidad relativa alcanzada tras la remisión del estrés en el mercado de bonos que permitirán a partir de ahora a los inversores volver a poner el foco en las expectativas de crecimiento, las deliberaciones sobre el presupuesto federal y los próximos movimientos de la Fed.
Pequeñas esperanzas
Después de un primer trimestre del año en el que los bonos del Tesoro estadounidense ofreciendo, en ciertos momentos, rendimientos positivos que "contrarrestaron" a una mercado de renta variable "en dificultades", el choque de volatilidad tras el 2 de abril y los enfrentamientos posteriores entre la Casa Blanca y la Reserva Federal de Jerome Powell, provocó un cambio en las apuestas de los inversores. "La inusual confluencia de un dólar a la baja, la caída de los precios de las acciones y un repentino aumento de los rendimientos del bono americano a largo plazo generó preocupaciones", expone el gestor principal de renta fija de Federated Hermes, RJ Gallo.
Con todo y con ello, desde la gestora inciden en que esta "tensión" ayudó a impulsar a la Administración Trump a retrasar la plena aplicación de los aranceles recíprocos, permitiendo un período de negociaciones que ha ayudado a "calmar al mercado".
"Tras toda la volatilidad de abril, es reconfortante observar que el índice del Tesoro estadounidense registró una rentabilidad total del 0,63% en el mes. Una rentabilidad pequeña, sí, pero en la dirección "correcta" en medio de la ralentización de la economía y la volatilidad de los activos de riesgo", valora el experto de la gestora británica.