
Los precios de las materias primas cogen ritmo en 2025. En medio del cruce de aranceles que elevará los costes del comercio de recursos naturales, todos los grupos cotizados de materias son inflacionistas en lo que va de año, con una subida del 9% de media. Los contratos de futuros de los cereales, metales industriales, energéticos y metales preciosos amenazan con despertar de nuevo una carrera de precios al alza que fuerce a los bancos centrales a revisar sus políticas monetarias para evitar otro sobrecalentamiento de la economía.
El horizonte de una inflación desbocada está muy lejos de lo visto en 2021 y 2022, cuando el alza de los precios escaló por encima del 10% en la eurozona. Sin embargo, los inversores y los banqueros centrales son testigos recientes de lo rápido que puede subir la inflación si los bienes que se utilizan para generar manufacturas se disparan. Más aún si a la par aumenta el precio de la energía, en un entorno en el que los tipos de interés están a la baja y los beneficios empresariales no dan señales de deterioro. Todo lo contrario, si se observan los resultados de la última temporada de resultados en Wall Street.
Las conocidas como materias primas blandas suben de media un 17,6% en 2025, según los contratos de futuros de estos insumos que incluyen el azúcar o el algodón. Es el grupo de recursos naturales cotizados que más suben en lo que va de año. No obstante, gran parte de esta subida es por los granos de café. La crisis de precios desatada por las malas cosechas en Brasil, principal productor mundial de este producto, eleva el precio del café un 33% solo en mes y medio. Un rally de precios que ya está destruyendo demanda.
El petróleo y el gas cotizado reflejan en las últimas semanas un precio al alza. Son niveles alejados de los máximos de los últimos años, pero las materias primas energéticas son las que mayor correlación muestran con los principales índices de precios. Como advirtió el propio Banco Central Europeo, cada incremento del 10% en el precio del petróleo en los últimos años ha provocado un incremento del 0,4% en los precios de los bienes energéticos y aproximadamente del 0,2% en la tasa de inflación de la eurozona.
El precio del gas estadounidense se dispara a máximos de noviembre de 2023 este miércoles, mientras la referencia europea (contratos del TTF holandés) cotizan por encima de la media de los últimos dos años, que no incluye los niveles en máximos históricos del 2022 como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania y de las sanciones europeas a Rusia (el país cerró el grifo del gas a Europa como respuesta). Así, desde el precio más bajo que registró el gas europeo en cinco años, anotados en marzo del año pasado, el recurso energético sube casi un 70%.
También por encima de la media, en el 10,9% según el índice de materias primas de Bloomberg que pondera más al petróleo y al oro, están los metales preciosos. Los recursos naturales utilizados como superconductores en la industria tecnológica rozan el 12% en lo que va de año. El platino sube un 12,5%, el paladio un 11% y la plata un 13,5% hasta los 33 dólares por onza. Sin embargo, es el oro el que acapara la atención de los inversores también por su condición de valor refugio. La onza de oro roza los 2.940 dólares en un rally que no iguala ni la renta variable. En los últimos doce meses, el S&P 500 de Wall Street sube un 23%, mientras que el oro casi duplica este avance en el mismo periodo (alcanza el 45% desde febrero del año pasado).
Los cereales y los metales industriales también suben en 2025, aunque por debajo de la media. Aunque las expectativas de consumo y crecimiento de China siguen siendo pesimistas para el mercado, la guerra arancelaria eleva los precios de los contratos del cobre o el aluminio entre otros metales industriales. Es decir, la oferta sigue siendo alta con el nivel de actividad en China, pero los aranceles y el tope impuesto por el gigante asiático en la producción de recursos naturales como el aluminio elevan los precios. "El riesgo de déficit a largo plazo está aumentando debido a este tope de producción en China y a que el resto del mundo es incapaz de asumir la carga", comenta director de inversión en deuda de mercados emergentes y materias primas de Schroders, Matthew Michael.
Y de la mano del encarecimiento de cereales como el maíz y la soja, alimento también para el ganado, crece el precio de las materias primas vivas (2,5%), como son los contratos de carne de cerdo y carne de vacuno.
Implicaciones para los inversores
La volatilidad del mercado y el desenlace de las negociaciones de la paz en Ucrania entran en las variables de los expertos a la hora de calcular dónde estará el precio de las materias primas en el corto y largo plazo. Y a esto hay que sumar la guerra arancelaria y las nuevas relaciones que se dibujan entre Estados Unidos y Rusia y entre la Unión Europea y Estados Unidos. "Mirando a un horizonte de 6 meses, nuestro modelo proyecta rendimientos spot positivos para metales industriales, la mayoría de los agrícolas y toda la energía. Pero en este contexto macro y micro puede haber efectos tanto alcistas como bajistas en los sectores de las materias primas, tal vez incluso ambas simultáneamente", según el analista de materias primas de Bank of America, Francisco Blanch.
En este entorno, las expectativas del mercado recogen un precio de las materias primas al alza para el resto del año, a excepción del gas y del petróleo. Y es que no se espera que el barril Brent cotice de media por encima de los precios actuales en 2025. Las bajas expectativas de consumo a escala global y el exceso de oferta, gracias en particular a Estados Unidos, mantendrán el precio del crudo en los 70,5 dólares por barril de media en 2025, según recoge Blooomberg.
El precio del gas seguirá a expensas de los términos del fin de la guerra en Ucrania y del acceso de Alemania al barato gas ruso. "El sector energético suscita una inquietud cada vez mayor a causa de la reciente volatilidad de los precios de las materias primas", comenta el analista de Wellington Management, Konstantin Leidman, quien también señala cómo esto puede afectar a otros activos como puede ser el mercado de deuda high yield.

Lo que está claro es que los inversores especializados en materias primas encuentran en los últimos meses una oportunidad para promediar. El ejemplo está en los fondos enfocados en materias primas, principalmente en contratos y derivados financieros de recursos naturales cotizados, aunque también en menor medida a bonos de compañías mineras.
Los vehículos de inversión con un peso predominante en materias primas encadenan en 2025 subidas de hasta el 11%. Es el caso del producto de Ofi Invest, Ofi Invest Precious Metals R, que supera al índice de materias primas de Bloomberg con un alza del 10,8%. El 95% de su posición está compuesto por oro, plata, platino y paladio.
Pero hay otros nueve fondos que superan el 8% sin estar tan ligados a los metales preciosos. En la parte alta de la tabla en rentabilidad en 2025 están: GS Comm Enhanced-P Cap EUR, PIMCO GIS Cmdty Real Ret E EURH Acc y Allianz Dynamic Commodities AT EUR, sobre el 8,3%. Y en los últimos doce meses hay más de una quincena que otorgan al inversor un retorno de doble dígito.
El interés en las materias primas se ha dejado notar en la entrada de dinero en los productos cotizados de este tipo, que han registrado flujos netos por valor de 2.420 millones de dólares, según la consultora especializada ETFGI, una de las cifras más altas de un comienzo de año. Solamente el Amundi Physical Gold ETC logró captar algo más de 1.000 millones de dólares netos.