
La economía está sorprendiendo por su fortaleza en 2024 y se está contagiando a las materias primas. Los recursos básicos son uno de los activos más cíclicos que existen en el mercado, y este año están capitalizando la sorpresa que ha dado el crecimiento en los últimos meses, además de una oferta escasa por falta de inversión, y por recortes, tanto voluntarios como forzosos, de la producción. Todo esto puede poner en problemas a los bancos centrales, que llevan más de un año peleando para conseguir que la inflación encaje con su objetivo del 2%, pero un repunte como el que están experimentando los precios de las materias primas ahora amenaza con echar por tierra sus esfuerzos. Con una inflación que no deja de sorprender al alza en Estados Unidos, el repunte del 8% desde mínimos en el índice de materias primas de Bloomberg puede ser el golpe definitivo que no permita a la Fed y al BCE bajar tipos como tenían planeado.
Si el crecimiento económico es más fuerte de lo esperado, la demanda de materias primas crece también por encima de las previsiones, y si esto se combina con una oferta que no consigue adaptarse al aumento del consumo, los precios de los recursos básicos crecen. Esto es, precisamente, lo que está ocurriendo este año, un ejercicio en el que la gran mayoría de materias primas que recoge Bloomberg están aumentando sus precios, y amenazando con volver a generar un susto inflacionista en las principales economías del planeta.
El último dato de inflación que se ha publicado en Estados Unidos, correspondiente al mes de marzo, ha sorprendido al alza, al alcanzar el 3,5% y superar en una décima las previsiones de los analistas. Además, la tendencia no es buena: continúa creciendo, en esta ocasión 3 décimas por encima de los niveles del mes de febrero. Los mercados esperan dos recortes de tipos por parte de la Fed este año, y las perspectivas han cambiado mucho en los últimos meses, ya que, hace menos de un año, se llegaba a descontar hasta siete recortes de 25 puntos básicos por parte de la institución estadounidense. De hecho, ya hay analistas que advierten de la posibilidad de que la Fed no pueda bajar los tipos este año.
Joe Tuckey, responsable de análisis de divisas en Argentex Group, señala cómo "la última milla hasta la inflación del 2% está demostrando ser un trayecto largo. Con las materias primas enfilando una dirección al alza dramática en las últimas semanas, el repunte de la inflación no parece ser tan sorprendente, pero está sirviendo para retrasar el primer recorte de tipos de la Fed en 2024. Hace unos pocos meses, la noción de que no hubiera bajadas de tipos en Estados Unidos este año habría desatado risas, pero ahora se ha convertido en un escenario totalmente posible si continúan las dinámicas actuales", explica el experto.
Hay analistas que llevan tiempo avisando del peligro que suponen las subidas de precio de las materias primas para la hija de ruta de los bancos centrales. A principios de esta misma semana, por ejemplo, los expertos de Bank of America avisaban de que, si el precio del petróleo alcanzaba los 100 dólares, no permitiría que la Fed recorte tipos ni una sola vez en 2024.
Las materias primas serán inflacionistas hasta agosto
La cesta de materias primas de Bloomberg es una buena guía para analizar qué está ocurriendo, en general, en este mercado. Si bien empezó el año cayendo, lo que continuaba con la tendencia que se había visto a finales de 2023, desde mediados de febrero el selectivo empezó un rally alcista que le ha llevado a remontar un 8% desde ese momento. El índice ya sube en el año un 4,1%, y sólo un pequeño grupo de materias primas está consiguiendo escapar de las subidas de precio en el ejercicio, frente a las subidas generalizadas que se están produciendo en estos activos.
"Parece ser que estamos viendo el final del efecto apisonadora de 18 meses de desabastecimiento", explica Thomas Planell, gestor de carteras y analista de DNCA. "Ese es el mensaje que están dando los mercados de materias primas. El índice de Bloomberg de recursos básicos está superando la línea de tendencia bajista que ha mantenido durante los dos últimos años", señala Planell.
Aunque cada recurso básico presenta una situación fundamental diferente, ya que la oferta no sigue las mismas dinámicas en distintas materias, las materias en su conjunto se están beneficiando del mayor crecimiento económico, y de una liquidez que sigue experimentando las políticas fiscales expansivas que se han mantenido desde la pandemia de Covid. Además, se repiten las historias de una oferta que también está siendo insuficiente, después de años de poca inversión en la producción futura de recursos básicos.
El cacao es el mejor ejemplo: con un repunte de más del 145% desde el primer día del año, es el recurso básico que más se encarece en 2024, y la subida de precio, que la ha llevado a alcanzar los precios más altos de la historia, tiene mucho que ver con la crisis de oferta, por diversos motivos, que por un aumento disparatado del consumo.
Matthew Michael, director de inversiones de Schroders, recuerda cómo "los ciclos inflacionistas del pasado han mostrado tres etapas: la primera es la monetaria, definida por un crecimiento excesivo del dinero. La segunda es la de las materias primas, en la que hay demasiado dinero para muy pocos bienes producidos, lo que da lugar a una inflación de los precios de las materias primas", señala. Esto es lo que ahora se está apreciando en los mercados de recursos básicos. De hecho, en los niveles en los que se mueve en este momento el índice de materias primas de Bloomberg, estas estarán contribuyendo a las subidas de la inflación durante los meses de mayo, junio y julio.
En la subida del petróleo, el componente de una menor oferta también está afectando, aunque, en este caso, se trata de una circunstancia que ya parecía estar descontada, ya que se conocen los planes de la OPEP+ (la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios externos) desde hace meses. Para el barril, lo que más parece estar impulsando las últimas subidas, que lo han llevado a cotizar por encima de los 90 dólares, en el caso del Brent europeo, es el aumento inesperado de las previsiones de demanda lo que está tirando de los precios al alza.