
El lujo europeo toma aire en bolsa este jueves después de un 2024 complicado para el sector y un inicio de 2025 instaurado en el pesimismo por la baja demanda esperada de China ante la atonía del consumo doméstico de la segunda mayor potencia económica del planeta. LVHM, Kering y Hugo Boss recuperan parte del terreno perdido estos últimos meses aupados por los resultados trimestrales del grupo suizo Richemont que cotiza en Zurich con subidas superiores, en algunos instantes, al 18%.
El dueño de Cartier, Ralph Lauren o Chloé, entre otras rúbricas, registró en el último trimestre una facturación récord de 6.150 millones de euros y un cierre de año "muy sólido" con un aumento de ventas superior al 10%. El grupo helvético ha destacado en un comunicado este jueves el crecimiento a dos dígitos confirmado en Europa, América, Oriente Medio y África y Japón con el que consiguen contrarrestar la baja demanda procedente de la región de Asia-Pacífico a raíz del decaimiento en el consumo doméstico del mayor mercado en la zona, China, donde la situación de la empresa sigue siendo "desafiante", según han admitido.
Al calor de sus cuentas, el Stoxx Luxury 10 -el índice sectorial europeo del lujo- registró este pasado jueves su mayor repunte en el último mes con una ganancia del 6,3% hasta los cerca de 3.900 puntos.
A cierre de la sesión bursátil en Europa las acciones del grupo francés LVHM se han revalorizado por encima del 9% mientras que las de la casa propietaria de Gucci, Kering, han hecho lo propio en un 5,7%. Por su parte, Hermés ha ganado un 4,7%. Al tiempo, en Italia la subida ha sido superior al 6,3% para Moncler y Burberry en Reino Unido ha recuperado más de un 4%.
Mientras tanto, en la bolsa de valores de Madrid la catalana Puig -cuyo porfolio integra, entre otras marcas, las firmas de Paco Rabanne, Carolina Herrera, Charlotte Tilbury o Jean Paul Gaultier- ha recuperado los 18 euros -tras una revalorización de más del 3%- que perdió el pasado jueves al calor de la esperanza del sector animado por una posible recuperación en los volúmenes de ventas a lo largo de los próximos meses. Para la española, el consenso de los analistas recogido por FactSet le otorga a la acción un potencial de casi el 40% hasta los 24,6 euros por título. Asimismo, la recomendación sobre la compañía es de 'compra', según el algoritmo que emplea elEconomista.es con datos de FactSet.
Al tiempo, en Estados Unidos el índice sectorial elaborado por Goldman Sachs ha repuntado un 12% desde mediados del mes de noviembre entre rumores de que el plan de estímulo económico del Gobierno chino provocarán un aumento del gasto y de que la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca llevará a Estados Unidos a impulsar su crecimiento económico.
Aun con todo, para los analistas de JP Morgan la mejoría de Richemont se debe a cuestiones específicas de la compañía y sus marcas, en lugar del reflejo de una mejora del sector en su conjunto. "También podría ser una combinación de ambas", terminan aseverando.
Desaceleración hasta 2027
En el último lustro, la industria del lujo ha atravesado una época de bonanza tras registrar una demanda sin precedentes en artículos personales de lujo -cuero, relojes, joyas, moda...- que le han permitido al sector alcanzar una tasa de crecimiento anual compuesta del 5%.
En este periodo, el ritmo de crecimiento de la industria ha sido notable gracias a que las 'megamarcas' -según define en un informe reciente McKinsey a las empresas del sector con ingresos anuales superiores a los 5.000 millones de euros- han utilizado su escala para impulsar la visibilidad y el atractivo en el cliente. Así, los aumentos de precios han representado más del 80% del crecimiento de los últimos cinco años, mientras que el incremento de volúmenes se ha mantenido estable.
Sin embargo, ahora varios de los motores tractores de la industria se han gripado. La inflación en el lujo ha tocado techo y los 'tickets' actuales están afectando negativamente a la demanda. Complementariamente, los vientos en contra en China, uno de los mayores vectores de crecimientos hasta ahora -llegó a impulsarse la demanda un 18% entre 2019 y 2023-, amenazan con provocar un vendaval para el sector que, acorde a las últimas estimaciones, podría mantener su desaceleración con crecimientos pírricos de entre el 1% y 3% hasta, al menos, 2027.
"La rápida expansión del sector en los últimos cinco años ha llevado a una sobreexposición y ha debilitado la promesa de exclusividad, creatividad y artesanía de la industria", alegan los economistas de McKinsey.
El dinamismo que presentaban hasta ahora mercados emergentes como los asiáticos y Oriente Medio no va a compensar, dice la consultora, el crecimiento de un solo dígito estimado en los principales países occidentales en los que se apoya el sector con Estados Unidos y Europa a la cabeza, pero también sumando la situación en China.
Las marcas que en los últimos años más han crecido ahora ven cómo la presión aumenta por parte de los clientes que cuestionan la promesa del lujo y experiencias personalizadas que se ofrecían hasta ahora, al tiempo que exigen una mayor innovación en sus porfolios.