
Jornada crítica del sector del lujo europeo. Tras los estímulos prometidos por China las empresas vivían un auténtico despertar bursátil. Es por ello que la rueda de prensa de hoy, que se esperaba clave en la hoja de ruta de estas medidas, aterrizando las medidas, ha provocado una auténtica sangría en este tipo de empresas. Ante la falta de noticias y la decepción, que ha llevado a los mercados asiáticos a corregir, ha provocado que Kering se desmorona un 6,71%. Burberry ha seguido su ejemplo con un retroceso del 6,68%.
Estos no han sido los únicos casos, Swatch cede un 5,48%, LVMH (matriz de Louis Vuitton) un 4,46% y Pernod Ricard un 4%. Estos valores también, marcados por las medidas anti-brandy de Pekín contra Europa, que hablan de una escalada mayor. Otras firmas caen a estos niveles como Richemont o Dior, que se dejan un 3,67% y un 4,33%, respectivamente. Por su parte Hermes y Hugo Boss son lo que salen mejor parados del shock, con caídas del 2,81% y 2,8%. Al margen del lujo, las firmas de materias primas viven también una jornada negra ante la idea de un mercado chino (con su demanda) sin reactivarse con los estímulos. Esto ha llevado a Anglo American y Rio Tinto a dejarse un 6% y un 5,22% respectivamente.
Todos estos movimientos vienen después de que las autoridades de planificación económica, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reformas (CNDR) dijese que se abstenía de anunciar las medidas fiscales en la rueda de prensa. Esto provocó un auténtico descalabro en la bolsa de Hong Kong, con caídas del 8,5% tras subir cerca de un 25% desde que se habló de los estímulos fiscales a los que se encomendaba el país para evitar la japonización (un crecimiento cada vez más débil mezclado con deflación). Sin esta ayuda extraordinaria China se enfrenta a grandes problemas como la crisis inmobiliaria que está destrozando un sector que era uno de sus grandes motores, al tiempo que se frena el consumo de los ciudadanos del gigante asiático.
Aunque no supone una negativa definitiva a unos estímulos tan grandes como se habían pensando, este silencio supone un toque de atención para unos mercados que estaban nadando en la euforia con China, que había pasado de la neutralidad a ser una de las mejores bolsas del mundo debido a estas medidas. Ahora la idea de una China levantando al vuelo no parece tan garantizada, algo que ha arrastrado al resto de bolsas del mundo. El EuroStoxx 50 ha arrancado la jornada con caídas del 0,92%, mientras el Nikkei ha cedido un 1%.
En cualquier caso, el lujo europeo es el principal expuesto a esta situación. El gigante asiático supone el 35% de las ventas de Gucci, el 27% de Louis Vuitton y el 26% de las de Hermès. De hecho, este fue un mercado de amplio crecimiento, triplicando su tamaño entre 2017 y 2021, según el último informe de Bain. En ese sentido el lujo no es solo un activo bursátil más para Europa. Se trata de un sector capital para la economía de la región, representando el 4% del PIB de la región con una facturación de 800.000 millones de euros al año.
En particular el lujo francés es uno de los buques insignia de todo el continente en el mundo al nivel de motor alemán. Especialmente en un momento donde la economía de la región y la industria de sus dos grandes valedores (Francia y Alemania) están sufriendo, cobra una gran importancia este sector que, tradicionalmente, es considerado un auténtico refugio anti-crisis por la resiliencia de sus consumidores, los más adinerados.