
El pasado lunes se confirmó que la familia Grifols y el fondo canadiense Brookfield comenzaban a estudiar una opa conjunta para hacerse con el 100% de la compañía catalana con un claro objetivo de frenar la sangría que desde que se publicó el primer informe de Gotham, en enero, está sufriendo la empresa farmacéutica.
Aunque todavía no han trascendido, de forma oficial, los precios que se podrían establecer para convencer a los accionistas de vender, en un primer momento se especuló con una cantidad total de 5.500 millones de euros, lo cual se sitúa incluso ligeramente por debajo de lo que vale actualmente en bolsa Grifols (capitaliza más de 5.800 millones).
"Una oferta de esta cantidad nos parece poco realista e infravalora la compañía de forma significativa pues estaría en línea con los niveles actuales de cotización sin ningún tipo de prima tras caer más de un 40% en el año y muy lejos de los precios objetivos", valoraban desde Sabadell.
Y es que es cierto que, pese a que desde comienzo de año la media de las valoraciones de las casas de análisis se han deteriorado un 15%, esta sigue estando en los 15,9 euros, un 73% por encima de sus niveles actuales. En esta última semana, solo JB Capital Markets ha recortado ligeramente su precio objetivo mientras que AlphaValue y Alantra incluso lo han incrementado.
En los días posteriores al anuncio, esta primera cifra quedó obsoleta y los rumores apuntaron más hacia una horquilla entre los 12 y 13 euros por acción, más cerca de sus valoraciones actuales. "Esta cifra nos sigue pareciendo poco atractiva ya que sigue infravalorando la compañía al situarse un 25% por debajo del precio objetivo medio; si bien, es cierto que la cotización media de los últimos seis meses se ha situado en los 9,2 euros, afectada obviamente por el informe de Gotham, mientras que el promedio de 2023 fue de 11,9 euros", recuerdan en Sabadell.
Hay que recordar aquí que el Gobierno tiene que dar el visto bueno y podría exigir una mayor prima para aprobar la operación. "No descartamos que se usen otros criterios contables, además de las medias recientes, para establecer el precio justo, como el valor liquidativo, los descuentos por flujos de caja y múltiplos de operaciones y compañías comparables", apuntan en Sabadell.

Desde Renta 4 entienden la estrategia de los Grifols y Brookfield "ya que tras la fuerte depreciación de las acciones el mercado no reconoce el valor de la compañía y esta exclusión les permitiría consolidar su estrategia de recuperación de resultados y desapalancamiento sin estar sujetos a la volatilidad del mercado".
Un mayor rebote de la acción B
Desde el lunes 8, cuando se anunció esta potencial operación, los títulos A y B han evolucionado de forma dispar. Mientras que la preferente se ha anotado un 2,5% aproximadamente, el título que cotiza sin derecho a voto ha rebotado cerca de un 17%, casi 15 puntos más, reduciendo considerablemente la brecha de precio que hay entre una y otra.
"Vemos complicado que Brookfield y Grifols puedan plantear una oferta distinta para cada tipo de acción puesto que de acuerdo con los estatutos de la compañía ambas acciones tendrían un tratamiento similar y entendemos que esto afectaría a todos los aspectos económicos en un escenario de opa por el 100%", arguyen en Sabadell. Esto explicaría un mayor recorrido de la acción B a partir de ahora, hasta hipotéticamente igualarse a la A.
En este sentido, el descuento actual sigue siendo cercano al 20% por PER (veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción). Los analistas ahora le dan un recorrido menor a esta, del 40%, frente al 70% de la acción con derecho a voto. No obstante, la B recoge una mayor proporción de recomendaciones de compra en su haber.