
El mercado de futuros anticipa una apertura al alza entre los principales índices europeos. El optimismo se mantiene dentro de la renta variable global con el impulso de los valores tecnológicos, tanto en Estados Unidos como en el parqué asiático. De hecho, la bolsa de Wall Street anotó nuevos máximos que llevaron al S&P 500 a superar los 5.600 puntos.
Ni la avalancha de datos macroeconómicos publicados durante la semana, ni el testimonio del presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, ni el comienzo de la temporada de resultados del segundo trimestre ha frenado a la bolsa hasta la fecha. De hecho, este jueves se publicará el dato del IPC de junio de Estados Unidos, del que se espera que pase del 3,3% del pasado mes al 3,1%, según las estimaciones que recoge Bloomberg. "La inflación de junio parece que será otro informe bueno que debería impulsar la confianza de la Fed sobre la buena trayectoria de la inflación. Eso podría asentar las bases del primer recorte de tipos para septiembre", comentó la experta de Bloomberg Economy, Anna Wong.
La tecnología se mantiene como el principal impulsor de la bolsa. El Nasdaq 100 y el S&P 500 han logrado esta semana marcar nuevos altos de todos los tiempos, lo cual es de todo menos un signo de debilidad desde el punto de vista técnico. "Sigo insistiendo que mientras la principal referencia tecnológica, en Nasdaq 100, no pierda el soporte de los 19.520 puntos la situación técnica será indiscutiblemente alcista", comenta el asesor de Ecotrader, Joan Cabrero. Y es que en las sesiones asiáticas de esta semana la tecnología surcoreana y la taiwanesa acompañan a la de Wall Street en su vertiginoso ascenso.
Por ello, el experto de Ecotrader considera que no es el momento de cerrar posiciones en los valores tecnológicos al otro lado del Atlántico ni en renta variable estadounidense en general. A corto plazo, la inercia alcista puede continuar en Wall Street pero más llevada por una presión compradora, como demuestra el índice de fuerza relativa dentro del S&P 500 y del Nasdaq 100. "Como siempre señalo, lo importante no es como comienza la semana sino como termina", concluye Cabrero.

En el mercado de renta fija, las elecciones en el Reino Unido y las dos votaciones francesas dispararon el interés de la deuda europea. No obstante, fueron los bonos franceses y los de los países periféricos las que reaccionaron con mayor virulencia a la posibilidad de bloqueos parlamentarios en dos de las grandes economías del globo. Las primas de riesgo de los bonos franceses llegaron a superar los 80 puntos básicos y la española (diferencia entre la rentabilidad del bono alemán a diez años el español con el mismo vencimiento) se situó casi en los 95 puntos básicos.
No obstante, estos indicadores de aversión al riesgo de los inversores tienden a normalizarse desde el pasado lunes. Este jueves las primas de riesgo de la deuda periférica europea se sitúan casi al nivel que marcaron antes del adelanto electoral en Francia. La prima de riesgo española se sitúa en los 75 puntos básicos mientras que la italiana, de las más altas con la referencia a diez años, se sitúa por encima de los 130 puntos aún.
En el caso de las commodities, el miedo de los inversores a un problema en el suministro de gas natural en la eurozona se esfumó con la llegada de julio. En lo que va de mes el precio del gas cotizado de referencia para Europa, el TTF holandés, retrocede casi un 10% lo que lleva de nuevo a situar los precios en negativo en el conjunto del año, que cae casi un 5%.
Los cortes no planificados y el irregular flujo de la materia prima desde Rusia en 2024 llevaron al TTF por encima de los 35 euros por MWh. Este jueves cotiza sobre los 30,5 MWh. Las reservas europeas comienzan a llenarse de nuevo de cara a la temporada de invierno, lo que permite a Europa comprar gas a precios por debajo del promedio de los últimos doce meses. Además, y aunque en el sur de europea las temperaturas sean altas, las temperaturas en centroeuropa y en los países nórdicos no han elevado la demanda de gas para alimentar aires acondicionados como en veranos anteriores, según recoge Bloomberg, lo que unido a unos pronósticos de temperaturas en la línea de lo visto hasta ahora mantienen los precios del gas a la baja.