
La formación de Marine Le Pen, Reagrupación Nacional (RN), fue la ganadora de la primera vuelta de las elecciones francesas. Sin embargo, el éxito de la ultraderecha no está asegurado de cara a la segunda vuelta, según las encuestas, y el riesgo de bloqueo parlamentario mantiene en tensión al mercado de deuda gala con el bono a diez años en el 4,32% y el riesgo de impago francés aún en máximos no vistos desde 2020, con la irrupción del coronavirus y los confinamientos.
El mercado de CDS (Credit Default Swaps) francés, productos financieros que sirven como cobertura en caso de suspensión de pagos, se disparó respecto a sus niveles del resto del 2024 y en comparación con las coberturas del resto de países de la eurozona. El CDS más utilizado, el que cubre la deuda soberana a cinco años, cae por debajo de los 40 puntos básicos pero sigue en máximos de abril de 2020 y por encima de la incertidumbre que provocó la crisis de Credit Suisse.
Dicho de otra forma, asegurar 1.000 euros en deuda francesa con vencimiento a cinco años costaría hoy 39,5 euros anuales. En términos porcentuales, la probabilidad de impago por parte de Francia a cinco años se mantiene por encima del 3%, siendo este país, y su mercado de deuda, históricamente uno de los más estables de la zona euro. De ahí que ese 3% agite al mercado no por ser un porcentaje alto sino por ser elevado respecto a su propia serie histórica.
Si bien el riesgo de impago está ligeramente por debajo de lo marcado el pasado viernes (hasta ahora el máximo del año) antes de que los franceses acudieran a las urnas, aún descuentan un riesgo de suspensión de pago que duplica y hasta triplica los precios por coberturas habituales en otros plazos. De hecho, si se miran los CDS franceses a un año o a diez años esta probabilidad de impago asciende hasta el 7% (el pasado viernes llegaron a rozar el 10%).
"Las incertidumbres son altas y parece que RN será el partido mayoritario de la Asamblea Nacional que tendrá tres bandos diferenciados. Esto complica las cosas y un parlamento sin mayorías no es lo ideal. La situación en Francia no ha cambiado y el resultado final aún es desconocido", comenta Peter Goves, de MFS Investment Management. Por su parte, el responsable de inversiones financieras de Mutualidad, Pedro del Pozo, alerta del riesgo de contagio al resto del mercado europeo en caso de que el partido de Le Pen sí que consiguiera una mayoría clara en la segunda vuelta, con el riesgo de imponer el euroescepticismo en Francia. "Desde la crisis de Lehman Brothers hace 16 años, cada vez que Europa ha enfrentado una crisis, la principal preocupación ha sido evitar que afecte a Francia", explicó Pedro del Pozo.
Aunque la deuda francesa se dejó llevar por tímidas compras en el arranque de esta semana, ahora priman las ventas como en el resto de bonos europeos, que también refleja la aversión al riesgo de los inversores de que el resultado de la segunda vuelta de las elecciones francesas implique un bloqueo parlamentario. Además, la proximidad de la cita en las urnas en el Reino Unido añade un extra de tensión geopolítica al mercado de renta fija de la eurozona.
Con el bono francés a diez años en el 3,34%, la prima de riesgo francesa (diferencial con la deuda alemana con el mismo vencimiento) se sitúa por encima de los 75 puntos básicos, llega situarse en máximos no vistos desde 2012 con la crisis de deuda. Y es que aunque bonos como el alemán muestren hoy incrementos de rentabilidad superiores a los de la deuda francesa, ésta última mantiene su ventaja en lo que va de año y arrastra a otras referencias del mercado de deuda soberana europea. "Los bonos OAT [franceses] pueden ajustarse un poco frente a los bunds [alemanes], pero sólo hasta cierto punto, ya que el futuro de Francia sigue sin estar claro y el riesgo político es elevado. La reducción del riesgo de contagio debería respaldar a la deuda soberana europea, no francesa", comenta el responsable de inversiones de abrdn, Alex Everett.