
Los principales índices europeos rebotan en los primeros instantes de la sesión del viernes. Después de una jornada en la que las palabras vertidas desde el Banco Central Europeo lastraron a los índices del continente, el Ibex 35 avanza un 0,7% mientras que el EuroStoxx 50 sube más de un 1%. No obstante, el mercado no ha olvidado las intenciones del BCE. Christine Lagarde declaró su independencia de la Reserva Federal de Estados Unidos y mantuvo su intención de comenzar con el recorte de tipos de interés en junio, a diferencia de lo que espera el mercado para la política monetaria estadounidense. Esto se tradujo en pérdidas para la bolsa europea y principalmente para el Ibex 35 por el peso de los bancos dentro del selectivo.
Sin embargo, los inversores se encontrarán al cierre semanal con los primeros resultados trimestrales del 2024, el principal evento previsto para la sesión además de la digestión de la última hora del BCE. Y como de costumbre, serán los bancos de inversión estadounidenses los encargados de iniciar la presentación de la temporada. El consenso que recoge Bloomberg considera que las grandes entidades financieras de Wall Street presentarán un recorte de los beneficios de enero a marzo que podría ser incluso del 30% para entidades como Citigroup.
El bancarizado Ibex 35 estuvo marcado por la corrección de las entidades del selectivo, que anotaron caídas del 3% durante la sesión del pasado jueves. Esto llevó al índice de referencia del parqué español hasta los 10.649 puntos: cerca de la referencia que separa la actual corrección a una digestión de mayor tamaño que puede llevar al Ibex 35 hasta los 10.300 puntos.
El Ibex 35 estableció la semana pasada un techo temporal en sus ascensos tras alcanzar los 11.139 puntos, muy cerca de los máximos de 2017 en los 11.184 puntos. Pero estas alzas quedaron canceladas tras veinte sesiones consecutivas cerrando sobre los mínimos de la sesión anterior.
"Esos máximos en los 11.184 puntos pusieron fin al movimiento alcista que inició el Ibex 35 desde los 9.800 puntos", explicó el aseso de Ecotrader, Joan Cabrero. Por el momento, la "digestión" de las subidas en la bolsa española no invita a pensar en mayores caídas. Pero la referencia clave está ahora en los 10.625 puntos, cerca del último cierre de sesión. "Si cae esa referencia me temo que veremos caídas al menos hacia los 10.300 puntos", apuntó el experto del portal premium de elEconomista.es.

El mercado de los bonos soberanos refleja la aversión al riesgo de los inversores tras entender que el Banco Central Europeo está preparado para comenzar con los recortes de tipos de interés pero la Reserva Federal de EEUU no. Esto tensó la rentabilidad de todos los títulos de deuda, cuando poner fecha al inicio de la flexibilización monetaria en Europa bien podría haber fomentado lo contrario.
No obstante, el bund alemán a diez años está en la zona de máximos del año, al superar una rentabilidad del 2,45% o el español con igual vencimiento en los 3,27%. Es decir, la deuda de países periféricos se tensa con mayor intensidad que la de los países centrales del continente. Aun así, la auténtica diferencia está con el bono estadounidense a diez años, que ya supera el 4,5%. De hecho, la prima de riesgo entre el bono alemán y el estadounidense supera los 210 puntos que implica ver la mayor diferencia desde noviembre del año pasado. Esto implica pérdidas para el inversor con un perfil más conservador. Si se hubiera invertido en bonos soberanos en el arranque del 2024 a día de hoy se estaría soportando una merma de ganancias que rondaría el 4,7%.
Pocas materias primas cotizan más al alza que el oro en lo que va de año. El metal precioso avanza en 2024 un 15,5% y se cambia por 2.388 dólares por onza, un máximo histórico que lleva perforando sesión tras sesión. El activo que ha funcionado históricamente como valor refugio para el mercado en momentos de incertidumbre se aprecia en medio de la tensión en Oriente Medio. No obstante, no es la única motivación que encuentra el oro para marcar este ritmo vertiginoso.
A la par, la plata, que también se utiliza con fines tecnológicos e industriales, avanza un 25% a la sombra de su hermano más preciado. Pero los bancos centrales no miran con preocupación al precio del oro. El verdadero activo que condiciona las políticas monetarias del Banco Central Europeo y de la Reserva Federal de Estados Unidos es el precio del petróleo. El barril Brent, de referencia en Europa, supera ya los 90 dólares (avanza más de un 17% en el año) y amenaza con volver a disparar la inflación entre las principales economías occidentales como ya hizo en el pasado. Y es que un repunte inusitado del crudo puede forzar a los responsables de las políticas monetarias a detener sus recortes de tipos de interés previstos para este año y a enfriar aún más a sus respectivas economías.
Relacionados
- El BCE mantiene los tipos de interés en el 4,5%: todos los caminos hacia el primer recorte llevan a junio
- El inversor en deuda pública pierde ya un 4,2% en lo que llevamos de año
- El mundo mira al oro mientras su 'hermano' pasa bajo el radar: la plata se dispara un 25%
- Wall Street apoya su 'rally bursátil' en un aumento del 9% en el beneficio por acción del primer trimestre