
Esta semana, el mercado norteamericano ha vuelto a abrir un hueco bajista, marcando así el segundo significativo después del que se generó tras el revuelo causado por los resultados de Google.
En mi anterior columna, sugerí que aquel primer hueco podía ser el pistoletazo de salida o comienzo de una corrección en Wall Street, pero resultó ser más bien un fogonazo o destello pasajero. Ahora, al observar este segundo hueco bajista, es tentador preguntarse si estamos ante un zarpazo de los osos o simplemente ante un arañazo en la marcha alcista del mercado, que podría acabar siendo un simple segundo aviso para navegantes.
El refranero popular español advierte que no hay dos sin tres, y es sensato considerar que podría haber un tercer aviso. En este sentido, es crucial destacar que, hasta el momento, el Nasdaq 100, el índice tecnológico por excelencia, no ha cedido su directriz alcista de aceleración, una guía precisa desde los mínimos registrados el pasado octubre.

Esta línea de tendencia, cuya tangencia se encuentra en los 17.670 puntos, aún se mantiene intacta. Para confirmar un quiebre de la misma, necesitaríamos ver una caída por debajo de este nivel, seguida del primer soporte relativo en los 17.500 puntos.
Solamente en caso de que esto ocurra, se confirmaría que los máximos recientes del Nasdaq 100, alcanzados en los 18.041 puntos, habrían sido un techo temporal, marcando el inicio de la tan esperada corrección, toda vez eso supondría la ruptura a la baja de una cuña ascendente que suele advertir de un agotamiento paulatino en la presión compradora.
En este escenario, los primeros niveles de soporte se situarían en los 17.130 y 16.550 puntos. Es en este último nivel, que representaría una corrección del 8,50% desde el último máximo, donde sería partidario de comprar con fuerza tecnología.