Bolsa, mercados y cotizaciones

Los errores de gobierno corporativo tienen consecuencias "fulminantes"

  • El último 'Encuentro ESG de elEconomista.es' se centró en la gobernanza
  • El 'caso Grifols' vuelve a poner en la palestra la G de ESG...
  • ...y siembra dudas en torno a la solidez de los 'ratings' de sostenibilidad
Imagen: Reuters/Istock/eE.

El escándalo Grifols ha vuelto a destacar en fluorescente la letra 'G' del acrónimo ESG, que alude a los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo. La farmacéutica española está siendo investigada por la CNMV a raíz de las acusaciones vertidas por Gotham City Research, que en un incendiario informe la acusó de maquillar su contabilidad. Esto ha derivado en una profunda crisis bursátil (cae en bolsa un 32% desde que se publicó el informe el pasado 9 de enero ) y de gobernanza en la compañía catalana. Visite el portal especializado elEconomista ESG.

Más allá de que las prácticas contables de la empresa hayan podido estar al límite, los expertos en gobernanza critican la opacidad de la compañía y la presencia de varios miembros de la saga familiar no sólo en el consejo de administración, sino en el comité de dirección, esto es, en la gestión del día a día de la empresa. También apuntan a los altísimos porcentajes de voto en contra que cosecharon en su última junta para determinadas renovaciones de consejeros, así como para sus sueldos. Lea también: Grifols planea inhibir a la familia de las decisiones con Scranton.

La 'G' es la pata de la ESG que más daño puede hacer a una compañía. En esta idea coincidieron los asistentes al último 'Encuentro ESG de elEconomista.es', el foro mensual sobre inversión sostenible, que contó con representantes de gestoras de fondos y de bancos, un consultor de sostenibilidad, un proxy advisor (asesor de voto) y una agencia de rating. Los efectos de un error en la G "son fulminantes", resume Miriam Fernández, responsable de ASG en Ibercaja Gestión. En los últimos años, se ha acelerado la velocidad con la que los errores de gobernanza se trasladan a las cotizaciones, señala: "Ahora hay más información, gracias a figuras como los proxy advisors, de modo que el flujo de ventas se puede ejecutar con mayor antelación; no es que ahora esto sea más importante que antes, pero quizá hay un mayor entendimiento del daño que puede causar", matiza.

En opinión de Alicia Prieto Angulo, analista de gobierno corporativo en Corporance Asesores de Voto, "inversores como Chris Hohn en Aena, o asociaciones de activistas como la europea Follow This ya han demostrado que la G importa y que a través de ella se pueden conseguir mejoras ambientales y sociales". Prieto Angulo recuerda que el quorum en las juntas de accionistas ha ido subiendo en los últimos años, lo que revela un interés creciente por votar cuestiones "más allá de los temas financieros o del dividendo".

Senén Ferreiro, socio fundador de la consultora Valora, especializada en sostenibilidad, está de acuerdo: "El órgano de gobierno decide en qué medida una compañía hace más esfuerzo en la E o en la S. La G no es una letra más, sino que está por encima".

Otras crisis de gobernanza

En España y a nivel mundial ya hemos asistido a otras profundas crisis de gobernanza que han hecho mucho daño. A Jorge González, director de Análisis de Fondos en Tressis, le marcó profundamente el caso Volkswagen (que trucó sus vehículos diésel para pasar las pruebas de emisiones contaminantes). "Lo tengo grabado a fuego, de verdad que sufrí, aunque no la teníamos en los fondos de fondos, pero me hizo darme cuenta de que me tenía que plantear si en los productos que estábamos comprando en las carteras discrecionales estaban llevando a cabo de forma correcta sus políticas de análisis ASG". En aquella época, hace 9 años, la sostenibilidad no era un tema estrella.

"Nadie hablaba de inversión sostenible, los más avanzados eran los inversores suizos, y recuerdo que éstos, al analizar la pata de gobierno corporativo de Volkswagen, se quejaban de que la compañía les ponía muchas trabas para visitar sus fábricas o para hablar con gente que no perteneciese al equipo de relaciones con inversores", recuerda González. Con aquella crisis no sólo se desplomó en bolsa Volkswagen (más de un 60%); arrastró a todo el sector.

De izq. a dcha.y de arriba a abajo, los participantes en el 'Encuentro ESG': A. Prieto (Corporance), A. Labigne (Sustainalytics), J. González (Tressis), J. C. Méndez (EVO), S. Ferreiro (Valora), M. Fernández (Ibercaja) y J. Prieto (Corporance).

"No nos olvidemos de la crisis de Lehman Brothers, que se origina por el mal comportamiento de las agencias de rating", recuerda Juan Prieto, fundador de Corporance Asesores de Voto. "Y más recientemente el caso de Credit Suisse, otro claro ejemplo de errores de gobernanza". Credit Suisse se hundió en el parqué más de un 60%% antes de ser comprada por UBS.

Está claro que "el sector financiero es de los más paradigmáticos de la importancia de un buen gobierno corporativo", señala José Carlos Méndez, dircom de EVO Banco. "Esta industria ha exhibido una serie de carencias a todos los niveles, no solamente en lo que respecta a la gobernanza, sino a efectos de rendición de cuentas y transparencia contable". Esto, al mismo tiempo, ha generado "un movimiento pendular", que ha llevado a la banca de la escasez de regulación al exceso, "lo que ha permitido que, a día de hoy, el sector financiero sea un paradigma de buenas prácticas en ESG".

Dudas sobre los 'ratings ESG'

El caso Grifols también ha generado dudas en torno a la solidez de los ratings ESG, porque las agencias que emiten estas calificaciones no vieron venir los problemas de la empresa. S&P Global no asigna a la española una mala nota en gobernanza (le da un 62 sobre un máximo de 100), y Sustainalytics la califica como "de nulo riesgo" en lo que respecta a su gobierno corporativo. "Creo que es necesario ser menos benigno en determinadas ocasiones", advierte Miriam Fernández. En el caso concreto de Grifols, "el hecho de que los proveedores puntúen de manera tan diferente una estructura accionarial, intereses cruzados, participaciones cruzadas me preocupa, porque existe una fuerte dicotomía en aspectos que deberían ser menos subjetivos. Al mismo tiempo, es muy triste, porque impacta en la financiación de la empresa", añade la responsable de ASG de Ibercaja Gestión. Lea también: Las agencias discrepan sobre qué banco es el mejor en ESG.

"El pilar G es probablemente el pilar en el que la industria financiera tiene más retrospectiva, pero eso no quiere decir que, en ocasiones, las metodologías puedan pasar por alto un evento", señala Anaïs Labigne, socia senior de Relaciones con Clientes de Morningstar-Sustainalytics, que añade que se necesita "evaluar los riegos en perímetros amplios y no individuales", teniendo en cuenta que el universo cubierto por Sustainalytics "supera las 20.000 empresas". En cualquier caso, y con la CNMV investigando a la compañía, Labigne considera necesario "tomar distancia" y esperar a lo que dictamine el regulador.

"Los modelos de análisis de gobernanza se apalancan mucho en cuestiones de forma y de regulación", advierte Senén Ferreiro (como el porcentaje de mujeres y de independientes en el consejo), "y no van al fondo de la cuestión". En el caso de Grifols, una de las cuestiones que llamaron la atención es que el auditor, KPMG, llevase trabajando con ellos más de 20 años, cuando lo recomendable como buena práctica sería ceñirse a 10 años.

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