Bolsa, mercados y cotizaciones

La Fed se prepara para enterrar la gran duda de los mercados: ¿Habrá recortes frenéticos desde marzo?

  • El consenso de los analistas está dividido casi al 50% pero ya pierde el recorte
  • La reunión de enero será clave para determinar qué camino seguirá Powell

La Reserva Federal mira desde las alturas el final del ciclo más agresivo de la historia de la institución, en los últimos cuarenta años. El banco central enfrenta este miércoles una reunión clave no por los movimientos que se realizarán, pues todos dan por hecho que no se tocarán los tipos, sino porque arrojará luz sobre la gran pregunta que atraviesa de lleno a los mercados. ¿Qué hara la Fed? ¿Una rápida sucesión de bajadas o un descenso mucho más suave? Este dilema, que ha dividido en dos a los analistas, puede quedar resuelto este mismo miércoles, cuando la institución se pronuncie por última vez antes de la reunión de marzo. Es ahí donde todas las apuestas del mercado están depositadas.

La llegada de los recortes en algún momento de 2024 es una certeza reconocida incluso por la propia Fed en su hoja de ruta, que telegrafió tres movimientos para finales de año. Esta opción lleva semanas perdiendo enteros, desde finales de diciembre los mercados han elevado la apuesta para que los recortes comiencen en marzo. En aquel entonces la Fed abrió la mano de par en par al optimismo con un tono muy laxo por parte la institución y el propio Jerome Powell.

Esta reunión vino después de una potente desinflación del 3,2% en la recta final del año. Sin embargo, de momento, el IPC no ha seguido bajando, mostrando que esta 'última milla' puede ser un verdadero desafío. De hecho, los últimos datos muestran un repunte hasta el 3,4%. De la mano de este jarro de agua fría, se publicaron unas actas de la Fed que mostraron como en la propia reunión de diciembre el tono era mucho menos optimista, sin rastro de un debate sobre los recortes.

Desde el punto de vista macroeconómico, la fortaleza de la economía de EEUU sigue sorprendiendo al mundo y dando munición a la Fed para esperar con los tipos. Los últimos datos del PIB del país norteamericano mostraron un 3,3% de crecimiento en el último trimestre de 2023. El mercado laboral, por su parte, también ha repuntado a finales del año, marcando fuerte incremento de creación de empleo neta, con más de 216.000 puestos.

Ahora está empezando a emerger la idea de que tal vez el mercado se haya pasado descontando los recortes. Mientras que en la segunda semana de enero un 77% el mercado daba por hecho que habría un recorte tan pronto como en marzo, ahora la realidad ha cambiado radicalmente, Según los datos de FedWatch Tool de CME Group. Actualmente, no es solo que las posibilidades hayan descendido, sino que solo tiene un 48,6% frente al 50,4% de que permanezcan donde están ahora mismo. El mercado espera cinco recortes en total con una clara división en diciembre frente a un calendario de siete recortes de 25 puntos básicos que hace no tanto era mayoritario.

Desde Goldman Sachs muestran que Powell necesita hacer malabares para no enseñar sus cartas y seguir teniendo todas las opciones en su mano sin provocar fuertes movimientos en Wall Street. De este modo, David Mericle, analista de la firma, explica que "probablemente intentará mantener sobre la mesa la posibilidad de un recorte en marzo sin enviar una señal decisiva". Este es uno de los grandes defensores de que este será el mes elegido para iniciar el nuevo ciclo. Coincide con el equipo de Barclays que cree que "la misión respecto a la inflación parece haberse cumplido".

El equipo de Bank of America opina que esta reunión de enero será clave para discernir qué ocurrirá. Una Fed restrictiva y con un mensaje claro podría anular las posibilidades de un recorte en marzo. Sin embargo, una institución que opte por contemporizar y ganar tiempo pidiendo más datos para tomar una decisión, estaría abriendo la puerta a un movimiento en marzo. "Seguimos esperando que el primer recorte ocurra entonces" defiende Michael Gapen, analista de la empresa norteamericana. "No esperamos ningún mensaje fuerte, de hecho, la Fed necesita ganar tiempo".

Al contrario, algunos se remiten al tono general empleado por la Fed desde la publicación de las actas de diciembre. James Knightley, economista de ING explica que "a pesar de que esperamos que en algún momento de este 2024 se apliquen bajadas sustanciales, vemos riesgos claros respecto a lo que espera el consenso". En ese sentido remarcan que el documento "se sugería que la Fed no veía necesidad de un recorte inminente, por lo que no vemos ningún motivo para que eso cambie y creemos que continuará rechazándolo a corto plazo".

"Los datos dejan claro que no es momento de una relajación rápida de la política monetaria, la economía sigue funcionando con estos tipos de interés"

Además, diversos miembros de la Fed han dejado claro que existe una fuerte preocupación de que esta última milla de la inflación no se someta debido a qué eventos geopolíticos sacudan los precios de la energía. Y, en caso de no tener atado el IPC, que hayan emprendido un ajuste histórico para 'morir en la orilla'. En las propias actas de la Fed reflejaron "un importante consenso en la importancia de permanecer durante un tiempo en los niveles actuales hasta que la inflación caiga de manera más sostenible".

James McCann, economista adjunto de Aberdeen cree que "pese a que hay cada vez más optimismo en la Fed respecto a la inflación", para el experto está claro que "aún no está preparada para levantar el pie del acelerador, ni en enero ni en marzo". La firma británica tiene claro que "los datos dejan claro que no es momento de una relajación rápida de la política monetaria, la economía sigue funcionando con estos tipos de interés". En ese sentido, McCann sentencia que espera un recorte en mayo seguido de "un ritmo de flexibilización enérgico".

¿Aterrizaje suave?

Desde J. Safra Sarasin Sustainable AM tienen una posición muy diferente. Alex Rohner, estratega de renta fija coincide en que, "con un giro hacia la moderación aclarado", ahora todo se centra en el calendario y la intensidad de los recortes. Sin embargo, el experto difiere en que se logre el aterrizaje suave y, de hecho advierte de que "los efectos acumulados de las restricciones monetarias no se ha reflejado aún en la economía" y que, en los próximos meses "llegará, traduciéndose en cada vez más despidos" y, en consecuencia "esperamos que EEUU entre en una leve recesión a mediados de 2024".

Una postura en la que coinciden desde Federated Hermes, donde señalan que este golpe a la economía es un factor clave para explicar unos posibles recortes ambiciosos y cuánto antes. "Se está anticipando un crecimiento económico claramente más lento e incluso una leve recesión". En ese sentido, Philipp Orlando, estratega en jefe de mercados de renta variable, explica que ellos ven fuera de lugar estas rápidas subidas y anticipan, de hecho, "un aterrizaje suave que haga que mantengan altos los tipos, apostamos por solo tres de cuarto de punto en la segunda mitad del año".

"Si la Fed no hace referencia a unos tipos altos durante 'algún tiempo', los tipos en la probabilidad de recortes en marzo es muy alta"

También hay quien piensa que esta reunión será intrascendente. Benoit Anne, director del grupo de soluciones de inversión de MFS Investment Management, explica que este es el ánimo que se ha instalado entre algunos analistas. "Prestaremos atención, escucharemos, pero es improbable que ocurra algún desastre". Eso sí, señalan que la clave del comunicado serán dos palabras "algún tiempo". Si estas dos palabras se mantienen, creen que la opción de un recorte para la próxima reunión quedaría prácticamente bloqueada, ya que la Fed "querría transmitir que no tiene prisa". Sin embargo, si finalmente se omite, "existe una alta probabilidad de que comiencen entonces los recortes".

Respecto a la profundidad del ciclo de ajuste, más allá de cuándo sea la fecha concreta de arranque, cada palabra de Jerome Powell será objeto de análisis por parte de unos mercados que buscan cualquier pista para sacar conclusiones. Sin más referencias a corto plazo, ahora la pelota está en el tejado de una Reserva Federal cuyo discurso, incluso sin tocar un ápice los tipos, marcará el rumbo de Wall Street y las bolsas del mundo.

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