
La Reserva Federal de EEUU decepcionó anoche... pero a aquellos que se habían puesto la tirita. Se esperaba que el banco central más observado del planeta mantuviera su tono restrictivo para frenar la creciente expectativa de recortes de los tipos de interés en 2024, espoleada por una inflación ya encauzada y por una economía que acusa desgaste tras la recuperación post-pandemia. Lejos de eso, el mensaje emitido ha fomentado la lectura de que el año próximo proliferarán los recortes de tipos. Esto hace preguntarse si hubo un error de comunicación por parte del instituto monetario o de si fue algo planificado, lo que abre la puerta a plantearse si la Fed sabe algo que los demás desconocemos.
Antes de la decisión de este miércoles (los tipos se mantuvieron en el rango 5%-5,25%), el mercado descontaba 125 puntos básicos de recortes (cinco bajadas de tipos de 25 puntos básicos) para 2024, cobrando fuerza un primer recorte tan pronto como en marzo. Después de la reunión y la comparecencia de prensa del presidente de la Fed, Jerome Powell, la bajada de marzo está totalmente descontada y las apuestas (swaps) están en los seis recortes para el final del año.
¿Qué elementos de la reunión hicieron pensar así al mercado? Todo apunta al dot plot (diagrama de puntos) con los tipos que los funcionarios de la Fed creen que regirán en 2024 y a la conferencia de prensa de Powell, ya que la declaración inicial del banco incluyó cambios a moderada escala como la frase "la inflación ha disminuido durante el último año, pero sigue siendo elevada" frente a la oración "la inflación sigue siendo elevada" del comunicado anterior, relativo a la reunión de noviembre.
En el dot plot, la mediana de los puntos trazados por los miembros de la Fed (uno cada uno) señaló un tipo del 5,4% para finales de 2023 y un 4,6% para finales de 2024 (en septiembre fueron un 5,6% y un 5,1% respectivamente). Esto arroja tres recortes de tipos de 25 puntos básicos para finales de 2024 frente a los dos que se indicaban en el diagrama anterior. En el mismo diagrama, los funcionarios limaron las previsiones de inflación subyacente para el año que viene (del 2,6% al 2,4%) y las de crecimiento del PIB en una décima.
"Si bien no refleja plenamente los recortes valorados por los mercados antes de la reunión, este cambio de punto de vista de los funcionarios ha dado luz verde al mercado para presionar por más: la Fed es vista como una institución bastante conservadora que sopesa en gran medida las implicaciones de lo que dice, y este es un sorprendente cambio de perspectiva por parte de ellos", apuntan los analistas de ING James Knightley y Padhraic Garvey en una nota para clientes analizando la decisión de la Fed.
Pero lo que sin duda impulsó esta lectura más benigna para los mercados (los elevados tipos de interés hacen daño), fue la comparecencia de Powell. En medio de varias vacilaciones durante la rueda de prensa (decir sin decir), Powell dejó el mensaje de que la última etapa de este ciclo de la Fed (cuánto tiempo dejar los tipos en su techo) está ya a la vista, reconociendo que el Comité que sí debatió esta coyuntura. También dijo que la Fed quería evitar "aguantar demasiado tiempo" con los tipos en máximos para evitar "cometer el error" de volver a estar detrás de la curva. Los mercados ya tenían lo que querían.
"Suponemos que la Fed habría querido hacer retroceder suavemente las expectativas del mercado de recortes de tipos pronto y de forma brusca el próximo año. Sin embargo, a pesar de ofrecer algunas de las líneas necesarias, los comentarios más amplios de Powell han servido para lo contrario. En consecuencia, tenemos que evaluar si esto fue por diseño o por accidente. Es probable que veamos en los comentarios de otros participantes de la Fed en los días restantes de este año y principios del próximo, y en las actas de la reunión más adelante en enero, si hay algún intento de reforzar una postura más cautelosa", explica Dave Page, jefe de investigación macro de AXA IM. "Sospechamos que esto es probable. Pero ahora se corre el riesgo de un ajuste del mercado más abrupto de lo necesario", remata.
ING: "Un presidente de la Fed que se levanta afirmando que entiende los peligros que corren al mantener los tipos demasiado altos durante demasiado tiempo es uno que parece que está haciendo sonar las alarmas"
Desde ING descartan el 'accidente'. "Tal fue la fraseología de Powell en la rueda de prensa que hay que sospechar que sabe más de lo que sabemos. Y no se trata de los datos macro. Eso ya lo vemos. Se trata más bien de lo que la Fed podría estar viendo bajo el capó. Tal vez en el sector inmobiliario comercial, o los alquileres residenciales unifamiliares o el crédito privado, u otra área del sistema que podría encontrarse sobreexpuesta a las subidas de tipos entregadas, bajo el agua y vulnerable a la ruptura. No lo sabemos, por supuesto, pero un presidente de la Fed que se levanta afirmando que entiende los peligros que corren al mantener los tipos demasiado altos durante demasiado tiempo es uno que parece que está haciendo sonar las alarmas", escribe en una nota el equipo de renta fija del banco encabezado por Benjamin Schroeder.
"Los responsables de la Fed parecen muy conscientes de que el actual rango objetivo del 5,25-5,5% para el tipo de los fondos federales resulta cada vez más restrictivo para la economía a medida que desciende la inflación. Los tipos reales (los fijados por la Fed menos las expectativas de inflación) son clave en este caso, y el tipo real de los fondos federales se sitúa actualmente en torno al 2% y subiría si la inflación siguiera bajando. La voluntad de la Fed de ser menos restrictiva podría favorecer las perspectivas de aterrizaje suave de la economía. El tiempo lo dirá", opina Stephen Gallagher, analista de Société Générale.
"Aunque la tasa de desempleo sigue siendo baja, tanto la recuperación de la oferta de mano de obra como el enfriamiento de la demanda han contribuido a equilibrar el mercado laboral este año. Se prevé que el crecimiento de los salarios nominales siga moderándose, y Powell señaló que ahora también se han producido "avances razonables en la inflación de los servicios no relacionados con la vivienda", sintetiza el equipo de Danske Bank encabezado por Antti Ilvonen.
Uno de los últimos indicios llegó precisamente este martes con los datos del índice de precios al consumo (IPC) de noviembre. Aunque la inflación general solo bajó una décima al 3,1% y la subyacente (sin energía ni alimentos) se mantuvo estancada en el 4% (el doble del objetivo de la Fed) se apreciaron detalles que van en la óptima de una progresiva desinflación: parte de la subida estuvo fundamentada en la categoría de vivienda y en un repunte puntual de los vehículos usados, previéndose que ambas partidas sigan moderándose en próximos meses. Asimismo, se puso el foco en el IPC de bienes duraderos, con un -0,3% intermensual (deflación) y un 0% interanual. Esta lectura apuntaló el aviso hecho desde gigantes de la distribución americana, avisando de una deflación inesperada el próximo año.
A la espera de cómo evolucionen los datos en corto y medio plazo, Wilding, de Pimco echa una mirada al pasado: "La historia sugiere que una vez que la Fed comience a recortar los tipos, podría ser más rápido de lo que implica su mediana de tipos de interés para 2025 (tasas en un 3,6%)".