
Si hay algo que Pablo Gil, analista de IG, ha dejado claro en su presentación de las Perspectivas económicas para 2024, es la dificultad que existe a la hora de realizar predicciones a corto y medio plazo en los mercados. Sobre todo, a tenor del mundo en el que se mueven las bolsas y demás activos en la actualidad, complejo desde el punto de vista de la política monetaria y la geostrategia, y convulso por acontecimientos como la pandemia, los cambios de paradigma en las decisiones de los bancos centrales y las guerras que han empezado a irrumpir en el ámbito más occidental del planeta
Por eso, el experto ha explica que es necesario basar las perspectivas en tres premisas fundamentales para hacer un correcto análisis de la situación a la que se pueden enfrentar los mercados en el futuro:
- El entorno económico actual, evaluando el contexto
- La identificación de riesgos, donde se exponen las problemáticas en este escenario
- El impacto en los activos financieros, explorando cómo estas proyecciones influirán en las diferentes opciones de inversión, delineando posibles tendencias e implicaciones.
En base a ello, el analistas de la firma de inversión divisa tres escenarios concretos para los activos financieros, un o base uno positivo y otro negativo en el que las bolsas se desplomarían y llegarían a registrar descensos de entre un 35% y un 50%.
Así, el escenario base proyecta que los conflictos geopolíticos se mantendrán contenidos entre Israel y Hamás, así como entre Ucrania y Rusia. Además, la inflación seguirá desacelerándose durante 2024. "Aunque Europa entra en recesión a principios de año y Estados Unidos lo hace en la segunda mitad de 2024, se espera que la inflación permita la reducción de tasas de interés en Europa y un aterrizaje suave en Estados Unidos", resume Gil.
En el escenario positivo, los conflictos geopolíticos se contienen, pero la inflación disminuye más rápidamente de lo previsto, lo que permitiría al Banco Central Europeo bajar las tasas para sacar a Europa de la recesión. "Estados Unidos experimentaría solo un aterrizaje suave, sin recesión. La inflación cedería y los bancos centrales podrían bajar tasas de interés puntualmente", apunta el analista de
Por último, en un escenario negativo, los conflictos geopolíticos se expanden a más países, aumentando la inflación y afectando a Oriente Próximo, el petróleo y el gas. "Esto llevaría a una situación de estanflación en Europa y Estados Unidos, con persistente presión inflacionista y recesión económica. Los bancos centrales tendrían dificultades para contrarrestar la recesión debido a las presiones inflacionistas", puntualiza Gil.
Por eso, dependiendo del contexto, precisamente en relación a estos escenarios donde se prevé el distinto comportamiento de los diversos activos financieros. Por ejemplo, en la Bolsa MSCI Mundial, el escenario positivo indica apreciaciones del 10-15%, el escenario base prevé caídas del 12-19%, y el escenario negativo implica desplomes del 33-48%.
En el ámbito de las materias primas, en un escenario base se proyectan correcciones del 15-25% para el Índice de Materias Primas de Thoson Reuters, indicando una disminución de la demanda debido a una recesión económica, que se traduciría en un descenso del precio del crudo de entre el 5 y el 10%. Mejores perspectivas para el crudo habría en los otros dos escenarios, el positivo y el negativo que implican ascensos de un 25 y hasta un 90% respectivamente
Gil, también ha analizado el comportamiento del dólar que en un escenario negativo puede escalar hasta un 10-15%, indicando una fuerte demanda de dólares en medio de una crisis global dada su condición de activo refugio.
Trump y la IA, en el foco
Los dos otros factores que han marcado la presentación de las perspectivas del experto de IG, han sido la Inteligencia Artificial y la hipotética llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en las elecciones presidenciales de final de año.
Yes que, el factor tecnológico se presenta como clave ante los riesgos geoestratégicos a los que nos enfrentamos, que son muchos y ante el problema del movimiento de desglobalizacion al que se enfrenta el planeta desde 2018. La tendencia creciente ahora es a producir en los propios países para garantizarse el suministro, y ante esa tendencia, la tecnología es una de las mayores fuentes deflacionistas ya que implica un aumenta de la productividad.
"La IA puede cambiar el mundo en los próximos años", explica Gil. "Vamos a enfrentar desafíos con su llegada pero su efecto puede ser similar al de la llegada de internet en el 2000. Y ya hay tecnología suficiente, no hay que esperar. En un plazo de dos años veremos muchas empresas generando gran productividad con este tipo de tecnología", explica mientras concluye que la IA no nos va ha cambiar, ya nos está cambiando"
En el lado más puramente político, la victoria del magnate empresarial en las elecciones presidenciales de noviembre es algo que desde IG se considera como "más que posible". "Las elecciones en EEUU serán clave para el devenir de los mercados y la victoria de Trump puede ser un factor detonante".
"Es un candidato muy predecible y poco diplomático. De hecho, que el presidente de la mayor potencia militar del mundo sea como él es un peligro. Es más probable una III Guerra Mundial con Trump que con otro candidato. pese a a ello creo que en EEUU los mercados celebrarían su vuelta al poder por las políticas que implimentaría"