El mercado de petróleo sigue protagonizando un principio de año extremadamente convulso. Tras comenzar con caídas intensas durante los primeros días de enero, ahora el crudo parece recuperar parte del terreno perdido, impulsado por los inesperados problemas de Rusia para exportar su petróleo por mar y por las tensiones geopolíticas en el Mar Rojo y otros puntos del globo. Aunque parezca sorprendente, Rusia está teniendo serios problemas para exportar su petróleo por primera vez y no es a causa de las sanciones: las tormentas y los drones ucranianos tienen la culpa de la interrupción de los flujos de crudo de las últimas semanas.
Desde el think tank finlandés Center for Research on Energy and Clear Air (CREA) explican en su último informe que los ingresos rusos por petróleo han vuelto a caer en el último mes un 8%. "Los ingresos por ventas de combustibles fósiles y petróleo llevan en caída desde septiembre". Todo hace indicar que, por un lado, las sanciones están empezando a funcionar. Pero, por otro, este descenso de las ventas también se debe los dos enemigos inesperados que se han encontrado varios buques rusos que iban cargados de petróleo.
Los envíos marítimos de crudo caen
Los envíos marítimos de crudo de Rusia han caído a su nivel más bajo en casi dos meses, 'atacados' e 'inmovilizados' por un clima adverso y los ataques con aviones no tripulados ucranianos. Ambos factores han detenido, por el momento, los flujos desde una de las terminales más importantes de exportación del Báltico.
Alrededor de 3,36 millones de barriles diarios de crudo fueron enviados desde puertos rusos en las cuatro semanas hasta el 21 de enero, según muestran los datos de seguimiento de los petroleros monitoreados por Bloomberg. Esa cifra revela que se ha producido una caía media de 50.000 barriles respecto a la revisión anterior.
Este ha sido el promedio semanal más volátil. Las exportaciones se vieron afectadas por el continuo mal tiempo en algunos puertos, que forzó a varios buques volver a zona de protección tras haber iniciado su marcha, y por el ataque con drones ucranianos contra una instalación de procesamiento de condensado adyacente a la terminal de exportación de crudo de Ust-Luga, que interrumpió la carga el pasado domingo, retrasando un envío que tenía que haberse realizado el pasado 21 de enero.
El mantenimiento de los puertos y el mal tiempo pueden deprimir de nuevo los envíos esta semana, mientras que el ataque con aviones no tripulados ha abierto un nuevo frente en la guerra de Moscú contra Ucrania, que pone de relieve la vulnerabilidad de las exportaciones de petróleo desde los puertos occidentales de Rusia.
Los recortes de petróleo en Rusia
No obstante, Rusia señaló públicamente que reducirá las exportaciones de petróleo en 500.000 barriles por día por debajo del promedio de mayo-junio durante el primer trimestre, después de que varios otros miembros del grupo OPEP+ acordaran implementar mayores restricciones a la producción. El recorte ruso se repartirá entre los envíos de crudo, que se reducirán en 300.000 barriles diarios, y productos refinados (diésel, gasolina...). En las últimas cuatro semanas, los envíos medios estuvieron unos 220.000 barriles por día por debajo del nivel de mayo-junio.
Todo el crudo ruso destinado a compradores asiáticos desde puertos occidentales continúa pasando por el Mar Rojo, a pesar de los ataques a buques mercantes por parte de los rebeldes hutíes con base en Yemen. Los militantes han asegurado a Rusia y China que el grupo está "listo para garantizar el paso seguro de sus barcos en el Mar Rojo". Sin embargo, el único petrolero que, según se informó, fue chocado frente a Yemen transportaba crudo ruso. El Sai Baba, que transportaba un cargamento de Urales rusos, fue alcanzado por un dron frente a Yemen el 23 de diciembre, según una publicación del Comando Central de Estados Unidos en X, anteriormente conocido como Twitter.
Rusia todavía parece estar luchando por colocar cargamentos de su crudo Sokol. Diecisiete cargamentos, por un total de casi 12 millones de barriles, se encuentran en camiones cisterna que parecen no ir a ninguna parte. Otros dos cargamentos se encuentran en buques cisterna anclados frente al puerto surcoreano de Yeosu, donde normalmente se transfieren a otros buques para su posterior entrega a la India.
El valor bruto de las exportaciones de crudo de Rusia cayó a un mínimo de cinco semanas, hasta los 1.380 millones de dólares en los siete días previos al 21 de enero, desde 1.520 millones de dólares la semana anterior. Mientras tanto, el ingreso promedio de las cuatro semanas también cayó, en 25 millones de dólares, hasta los 1.520 millones de dólares por semana.
Flujos de petróleo por destino
Las exportaciones rusas de crudo por vía marítima a Europa se han derrumbado desde que las tropas de Moscú invadieron Ucrania en febrero de 2022. De este modo, Moscú 'ha perdido' un mercado que consumía alrededor de 1,5 millones de barriles diarios de crudo marítimo de corta distancia, procedente de terminales de exportación en el Báltico, el Mar Negro y el Ártico casi por completo. La cuestión es que estos consumidores han sido reemplazados por destinos que se encuentran algo más lejos, concretamente en Asia, cuyo servicio es mucho más costoso y requiere más tiempo.
Los flujos combinados hacia Turquía y Bulgaria, los dos únicos compradores de Rusia cerca de sus puertos occidentales, cayeron a la zona de los 330.000 barriles por día, según muestran los datos de seguimiento de los buques cisterna recopilados por Bloomberg. Este nivel se encuentra por debajo de la media de 430.000 barriles por día del periodo anterior y es el nivel más bajo desde septiembre.
Pese a estos datos, el petróleo Brent cae ligeramente esta jornada. La razón que esgrimen los expertos para explicar la caída es la vuelta al funcionamiento del yacimiento de Sharara (al sur de Libia), que es el más importante y que coexplota la española Repsol. Este gran yacimiento se encontraba bloqueado desde principios de enero por las protestas antigubernamentales contra el desabastecimiento y la falta de inversión pública. Ahora, con la vuelta a la normalidad, la producción de petróleo de Libia debería retomar su senda hasta los 1,3 millones de barriles por día, según datos de la OPEP.
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