
La semana que viene todas las miradas estarán puestas en la que es la gran señal que anticipa la cercanía de las fechas navideñas, la celebración del día de Acción de Gracias en EEUU y el posterior Black Friday, el próximo 24 de noviembre. Se trata del inicio del tradicional repunte del consumo que se da en estas fechas, en el que las ofertas y promociones son una constante y deben servir para revertir las previsiones de una demanda más débil ante una mayor cautela del consumo discrecional en EEUU, la ralentización china y la fortaleza del dólar.
Será, por tanto, una semana especial, con Wall Street a medio gas, al cerrar el jueves y cotizar solo durante media sesión el viernes. Pero antes de este parón festivo, dará tiempo a que inversores y analistas escudriñen las actas de la última reunión de política monetaria de la Fed en busca de pistas que ratifiquen la reciente percepción de que los tipos de interés han tocado techo y que el ciclo de política monetaria restrictivo ha llegado a su fin.
En ese sentido, esta semana también se estudiaran en detalle las comparecencias de la presidenta del BCE, Christine Lagarde, y de Andrew Bailey (BoE) y Tiff Macklem, del Banco Central de Canadá.

En el terreno más macroeconómico, y menos monetario, destacan en EEUU la publicación de las ventas de vivienda de segunda mano y las peticiones de subsidio por desempleo.
Al otro lado del Charco, en el Viejo Continente hay que poner las miradas en la locomotora de Europa, Alemania, que dará a conocer su PMI manufacturero correspondiente al mes de noviembre y su cifra de para el tercer trimestre del año, clave de cara a conocer la salud del crecimiento económico de la eurozona de aquí a lo que queda de ejercicio.