Bolsa, mercados y cotizaciones

En busca de oportunidades mal valoradas en todo el mundo

  • El sector de las aerolíneas, en vías de recuperación tras la crisis de liquidez de 2020
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La normalización de los tipos de interés y una inflación más resistente de lo previsto han hecho que la inversión en renta fija sea más competitiva que la renta variable por primera vez en 15 años.

Aunque los diferenciales son moderados, creemos que las mejores oportunidades residen en combinar el riesgo de crédito global con los tipos a corto y medio plazo.

En nuestra estrategia, combinamos la exposición al crédito corporativo con otras oportunidades de renta fija. Nuestro enfoque asigna por estrategias en lugar de hacerlo por clases de activos, lo que denominamos el "nuevo activo". Nuestras tres estrategias son macro (que reflejan nuestra visión del mundo), renta (para generar carry) y situaciones especiales (para proporcionar rendimientos no correlacionados).

Con este enfoque, pretendemos que cada inversión respalde los objetivos de rentabilidad total a largo plazo, la rentabilidad a corto plazo y/o proporcione una diversificación óptima de la cartera.

En general, consideramos que la deuda corporativa europea es una buena oportunidad de inversión. Las empresas de elevada solvencia cuentan con balances de calidad con un apalancamiento moderado, lo que hace de 2023 un año excepcional para los bancos europeos hasta la fecha. Los diferenciales de grado de inversión son modestos, mientras que el alto rendimiento ofrece diferenciales atractivos, pero conlleva un riesgo de impago creciente en la actual situación económica de fin de ciclo.

Por lo tanto, favorecemos el crédito cruzado, a caballo entre el grado de inversión y el alto rendimiento. Invertimos a lo largo de la estructura de capital, comprando selectivamente deuda subordinada de emisores con grado de inversión, en particular en los sectores de telecomunicaciones y energía, que presentan sólidos perfiles de generación de efectivo.

En cuanto a sectores y temas, actualmente encontramos diversas oportunidades en todo el crédito corporativo, desde industrias en recuperación hasta valores y sectores mal valorados.

Desde nuestro punto de vista, el sector del petróleo y el gas es especialmente robusto, caracterizado por fuertes flujos de caja y sólidos balances entre los principales actores. Mientras que la deuda senior de las empresas de este ámbito ofrece rendimientos relativamente modestos (en torno al 3,7-3,8% en euros), los instrumentos híbridos de estas empresas pueden ofrecer rentabilidades mucho más elevadas (entre el 5,8% y el 6,6%) y suelen ser rescatables en la primera fecha de rescate.

Hemos encontrado multitud de oportunidades mal valoradas en el sector de las aerolíneas. El sector está en vías de recuperación tras la crisis de liquidez de 2020 y el shock que causó en la demanda de vuelos la pandemia de Covid-19. Estos bonos pueden ofrecer rendimientos exorbitantes, con papel garantizado senior respaldado por activos que valen varias veces la deuda emitida ya que, recordemos, antes de la pandemia eran compañías muy solventes.

Varias aerolíneas han reestructurado su deuda y mejorado sus balances; mientras que algunas aerolíneas europeas se acercan a la categoría de grado de inversión, pero ofrecen rendimientos que oscilan entre el 5,5% y casi el 7%.

El sector inmobiliario también se ha enfrentado a numerosas dificultades, sobre todo en el segmento de oficinas, debido primero a la pandemia y después a la subida de los tipos de interés y las incertidumbres económicas. No obstante, el segmento de la logística se ha revelado como un subsector resistente y robusto.

El de los seguros es otro sector que afronta retos, pero en el que un sólido análisis crediticio puede dar sus frutos: hay fuertes emisores de seguros europeos que ofrecen instrumentos de grado de inversión con rendimientos más altos de lo esperado, debido a su asociación con un sector que se debilita. Por último, estamos gestionando ahora el riesgo de tipos de interés centrándonos en el crédito a corto y medio plazo, especialmente teniendo en cuenta la inversión de las curvas de rendimiento, sobre todo en EEUU, donde añadiremos progresivamente duración.

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