
El Banco Central Europeo (BCE) ha publicado los resultados de la encuesta mensual de julio, en la que preguntan a los consumidores por sus perspectivas de inflación a 12 meses y 3 años, entre otras cuestiones. En esta última publicación se ha visto reflejado un incremento en las perspectivas de inflación a 3 años que puede terminar de presionar al organismo para subir tipos en la reunión de la semana que viene.
Las expectativas de inflación a 3 años han subido desde el 2,3% del mes de junio hasta el 2,4%, mientras que las de 12 meses se han mantenido en el mismo nivel del mes pasado, el 3,4%. En el dato a 3 años se trata del primer incremento que se produce desde el pasado mes de marzo.
El ritmo de expectativas de inflación ayuda al BCE a medir el pulso de los precios de la zona euro, y es un dato que los miembros del Consejo de Gobierno vigilan de cerca de cara a sus decisiones de política monetaria. El BCE se ha comprometido a determinar las subidas de tipos en función de los datos macro de la zona euro que vayan publicándose, y por ello ahora cobra especial importancia el resultado de la encuesta de julio, ya que puede ser determinante en su resolución de la semana que viene.
Imposible cantar victoria
Con la inflación, tanto la subyacente como la general, todavía corriendo a un ritmo del 5,3% interanual en agosto (un nivel en el que lleva estancada ya dos meses), el BCE todavía tiene un largo camino que recorrer hasta poder certificar que ha cumplido su objetivo (un ritmo del 2% interanual).
La relajación que se lleva produciendo ya desde hacen meses en las expectativas de inflación daba motivos al organismo para confiar en que la tendencia es positiva de cara a conseguir cumplir su mandato, aunque la inflación oficial estuviese todavía en niveles muy elevados. Los resultados de la última encuesta han roto una racha de caídas que llevaba desde marzo, y que ha contribuido a que el BCE se plantee terminar el ciclo de subidas de tipos este mismo verano.
A día de hoy, según los indicadores de mercado que recoge Bloomberg, los inversores están comprando una última subida de tipos en este ciclo en la eurozona. Si se cumplen las expectativas de los mercados, será de 25 puntos básicos y se producirá el 26 de octubre, el último incremento antes de comenzar a bajar los tipos el año que viene.
El incremento de la inflación esperada por los encuestados podría terminar adelantando la subida de tipos a la reunión de septiembre, aunque las últimas declaraciones de Philip Lane, economista jefe del BCE, invitan a la calma. "Esperamos que la inflación subyacente caiga durante el otoño", ha señalado al diario irlandés The Currency. "Quiero señalar que ha habido algo de relajación en la inflación de bienes y servicios, y le damos la bienvenida", ha explicado Lane.
Si finalmente el BCE decide aumentar los tipos en su próxima reunión, confirmará un incremento de 450 puntos básicos en 10 subidas de tipos consecutivas, un movimiento agresivo, en apenas 13 meses, que marcará el aumento más rápido en el precio del dinero por parte de la institución que preside Christine Lagarde hasta la fecha.