
Si las bicicletas son para el verano, las hoteleras y empresas del sector turístico también. Históricamente, las firmas de este ámbito registran un buen comportamiento en los mercados de renta variable, consiguiendo así en el periodo estival gran parte de las revalorizaciones que les pronostican los analistas para el conjunto del año.
Sin embargo, 2023 está resultando una excepción para Meliá en ese sentido, al ceder ya cerca de un 10% desde el primer día. La española registra así su peor comportamiento en el mes de agosto en más de una década. Concretamente, desde 2011, cuando sus acciones cayeron casi un 25% en el mercado nacional. Y eso que, en la última década, sus acciones se han movido planas de media a lo largo de ese mes (ver gráfico).
Este movimiento bajista ha provocado que sus títulos se alejen de la valoración media de los analistas, y queden a más de un 15% de distancia de las mismas. La desaceleración económica global y el entorno de menor crecimiento económico que se esboza con las revisiones a la baja en los pronósticos de PIB a nivel internacional -focalizados sobre todo en China-, son algunos de los factores que han pasado factura a la evolución en bolsa de una compañía que sigue gozando del favor de los analistas. Y más tras los últimos descensos.

Según recoge el consenso de mercado de Bloomberg, las revisiones que se han hecho sobre su precio objetivo en agosto lo sitúan, incluso, por encima de la media, elevando así su potencial por encima del 15%, hasta valorar cada uno de sus títulos en 7,1 euros.
"El mayor apetito por el turismo tras el paso del virus se ha convertido en algo más estructural de lo previsto inicialmente", aseguraban desde el departamento de Análisis y Mercados de Bankinter, desde donde inciden en que cerca del 30% de los ingresos viene de cliente norteamericano, donde economía, mercado laboral y consumo se muestran más sólidos.
Y en la misma línea se posiciona Iván San Félix, de Renta 4, que destaca que "el mercado asiático, además, presenta signos de mejora de cara a los próximos meses", por lo que "creemos que la buena evolución prevista para los próximos meses, con mejor visibilidad hasta final de año, debería seguir suponiendo un impulso para la cotización".
Las declaraciones de la directiva asegurando que nos encontramos ante una temporada de verano "positiva" y que las reservas (en términos económicos) hasta final de año se encuentran un 20% por encima de 2022, juegan a favor de una compañía para la que las previsiones de beneficio siguen al alza pese a todo.
De hecho, desde enero los expertos han elevado en un 50% las previsiones de ganancias netas para la hotelera de cara a 2023 hasta situarlas por encima de los 100 millones. De confirmarse estas estimaciones, Meliá registraría en el mercado su segundo ejercicio consecutivo con beneficios tras el impasse que supuso la pandemia para ella, ya que durante 2020 y 2021 sufrió pérdidas.
Un buen 2023 pese al mal verano
Si bien es cierto que el mes de agosto está siendo uno de los más aciagos para la empresa española en bolsa, también lo es que 2023 está siendo, en su conjunto, un buen año para la hotelera española.
De hecho, sus acciones se cuelan entre las más alcistas del Ibex 35 desde el mes de enero al revalorizarse más de un 30% desde que dio comienzo el ejercicio. Solo Laboratorios Farmacéuticos Rovi, Fluidra, Inditex e IAG consiguen comportarse mejor que la hotelera.