
El precio cotizado del petróleo es testigo de la volatilidad del mercado en la primera parte del 2023, como demuestra la fluctuación del barril Brent desde el primero de enero. Y es que la referencia del crudo en Europa llegó a estar por encima de los 88 dólares por unidad en los primeros pasos del semestre, pero también bajo los 72 dólares que llegó a marcar en la sesión de este miércoles antes del efecto del Foro de Sintra.
El petróleo se deja un 14,6% desde que comenzó el 2023 a pesar de que se contó con el recorte de producción por parte del cártel de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (y países aliados como Rusia) para equilibrar la oferta y levantar el precio. Pero esto no ha sido posible hasta la fecha, ya que el Brent acumula cuatro trimestres consecutivos de precios a la baja y el barril cotiza en la línea de su media histórica de los últimos cinco años, que incluyen los altos precios del pasado 2022.
El mercado de materias primas ha reaccionado a los datos macroeconómicos que se han ido presentando en un entorno de tipos de interés que fueron al alza hasta junio entre las principales economías del mundo occidental. Ahora, no se esperan tantos ajustes de políticas económicas pero las consecuencias de las mismas pueden llevar a economías como la de Estados Unidos a la recesión, variable que baraja la mayor parte de las firmas de análisis.
Pero esa recesión sería de carácter leve, como indicaron recientemente desde Deutsche Bank y en general se espera que la segunda mitad del año genere menores preocupaciones a los inversores de lo que se desprendía para este periodo a comienzos del 2023.
Las últimas previsiones apuntan a un repunte de la demanda de combustible para la segunda parte del año. "El consumo occidental y chino se ha elevado en las últimas semanas ante la temporada de verano, pero hasta ahora no se observa de manera pronunciada ningún efecto de restricción de oferta", explicó el economista de Julius Baer, Norbert Rücker. De hecho, la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés), elevó en 200.000 millones de barriles diarios la demanda mundial para el conjunto del 2023 en su último informe que deja el consumo total en los 102 millones de barriles cada día.
Y, aun así, el precio del petróleo no da signos de recuperación. "Yo diría que la cotización reciente no es más que un reflejo del entorno inmensamente incierto provocado por las presiones inflacionistas extremadamente obstinadas y las expectativas siempre cambiantes de los tipos de interés", estima el analista de OANDA, Craig Erlam. Así, el conjunto de firmas de análisis que recoge Bloomberg considera que el barril Brent cerrará el 2023 con un precio medio de 75,5 dólares. Es decir, que tiene un margen de subida inferior al 3% desde los precios actuales.