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El petróleo coquetea con los mínimos de 2021 lastrado por los bancos centrales y los tambores de recesión

  • El barril americano, de hecho, ha perdido la cota psicológica de los 70 dólares

El petróleo cae con fuerza esta semana atrapado entre dos frentes. El tono restrictivo del presidente de la Reserva Federal norteamericana se ha sumado a la batería de alzas de tipos de los diferentes bancos centrales del mundo a lo largo de estos días, haciendo sonar los tambores de recesión y golpeando el precio del crudo. Pero, además, los datos de las existencias de crudo en EEUU están provocando una fuerte caída a lo largo de las dos últimas sesiones que ha provocado que el barril de Texas (WTI) pierda la cota psicológica de los 70 dólares.

En la sesión de este jueves al calor de estas noticias, los futuros del 'oro negro' en Estados Unidos marcaron una contundente caída superior al 4,16%, que hoy ha seguido con otra más leve de un 2,6%. Es decir, el precio del barril, que se había instalando cómodamente en los 71 dólares, ahora cotiza en los 67,6.

Tras una semana de fuertes alzas en su cotización, estos movimientos han provocado que en solo un par de días pierda todo lo ganado y vuelva a ponerse en zona de mínimos del año. De hecho, ahora mismo es WTI se encuentra realmente cerca de la cifra más baja de todo 2023, los 66,9 dólares que llegó a cotizar el 17 de marzo. Si llega a superar esta cota, habría que retrotraerse hasta agosto de 2021 para ver una cifra más baja.

El crudo americano ha sido un reflejo del europeo. El precio del barril de referencia en la región, el Brent, también cayó en la jornada del jueves en cifras similares, un 3,86%, para proseguir con descensos del 2,17% durante el viernes. De este modo, su cotización ya se encuentra en los 73,13 euros. A pesar de no perder esa cota psicológica que si ocurre en el caso del WTI si marca un retroceso importante viniendo de los 76 dólares en los que se había asentado.

Los bancos centrales sacan la artillería

Uno de los problemas más importantes para que se de esta situación es la acción de los bancos centrales. Con las subidas de tipos mayores de lo esperado por el mercado, las posibilidades una desaceleración económica e incluso de una recesión incrementan y, con una ralentización de la economía, la demanda del crudo se vería afectada.

TD Securities explicaba en su informe de este jueves que "la agresividad de los bancos centrales y las señales de que la economía de EEUU pronto podría entrar en terreno negativo, ha llevado a los inversores a reducir de manera muy sensible su exposición al petróleo".

Y es que esta ha sido una semana grande en lo que respecto a bancos centrales. Este jueves salió a la palestra el Banco de Inglaterra, que anunció una subida inesperado de 50 puntos básicos frente a los 25 puntos que anticipaba el mercado. Esto supone un ciclo de de trece alzas consecutivas que han llevado el 'precio del dinero' en Reino Unido hasta el 5%.

En el transcurso de la misma jornada también anunciaron subidas de tipos Noruega, Suiza y Turquía, en los tres casos mostrando un tono más restrictivo de lo esperado. Destaca especialmente el caso del país euro-asiático, que supuso un giro de 180 grados llevando otra vez la política monetaria del país a la ortodoxia al subir los tipos del 8,5% al 15%.

La semana anterior Lagarde había anunciado una subida de tipos del BCE de 25 puntos básicos, mientras que la Reserva Federal de EEUU anunció una pausa en junio con las puertas abiertas a nuevas alzas en meses posteriores. Esta teoría se ha convertido prácticamente en una certeza tras las declaraciones de su presidente, Jerome Powell, el miércoles y el jueves ante el Congreso y Senado de los Estados Unidos. En ambas intervenciones, el alto cargo avisó de que "el final está cerca pero aún quedan una o dos alzas más de tipos".

Respecto al clima macroeconómico, el avance del PIB de Estados Unidos ha venido contrayéndose trimestre a trimestre tras caer con contundencia la primera mitad desde 2022. A partir del tercer trimestre de ese año mostró un sólido avance del 3,2% que ha ido contrayéndose hasta un 1,1%. Desde Bankinter esperan que este 2023 siga desacelerándose para cerrar el año con un avance medio del 0,6%.

Caída sorpresa de los inventarios

El otro factor que ha alterado el rumbo del crudo los últimos días ha sido los inventarios. La Administración de Información de Energía (AIE) de Estados Unidos hizo públicos sus datos el pasado jueves, mostrando una caída en sus reservas de 3,8 millones de barriles debido a unas exportaciones inesperadas, mientras que las importaciones bajaron y las existencias de gasolina subieron, mostrando una caída en la demanda interna.

"Un repunte en las exportaciones de crudo, una caída en las importaciones y la fortaleza continúa en la actividad de refinación han alentado un descenso en los inventarios de crudo", dijo Matt Smith, analista principal de petróleo de Kpler.

Los analistas ya recortan el precio objetivo

Estos dos problemas ya han abierto un debate entre los analistas de Wall Street, que se han dispuesto a recortar sus previsiones ante las noticias que se han acumulado los últimos días. Este es el caso de Julius Baer, que ha bajado su precio objetivo hasta los 75 dólares. El motivo por el que, a pesar de todo lo mantiene por encima es por el empuje al precio que "pueden tener eventos como la reactivación de China, cuyo consumo de petróleo se ha elevado durante las últimas semanas".

Además, ponen el foco en la OPEP, que sigue siendo un elemento clave para discernir que ocurrirá en la segunda mitad del año. Según Julius Baer "es probable que estas naciones, lideradas por Arabia Saudí, sigan nerviosas con los niveles actuales". Por lo que pueden realizar nuevos movimientos.

La mayoría de analistas prevé que el petróleo suba moderadamente

Estos posibles nuevos movimientos vendrían después de que el cártel internacional acordase a comienzos de junio extender por año más los recortes impuestos a su producción para mantener alto el precio del crudo. El acuerdo más importante entre los países se dio en abril, con el consenso para recortar entre todos un total de 1,66 millones de barriles producidos diarios, una medida que buscaba devolver el precio del crudo, como mínimo hasta los 80 dólares el barril.

Otros analistas, como los de JP Morgan, Citi o Fitch se mantienen más alcistas tras realizar sus recortes de precio objetivo en mayo. En ese sentido la EIA () ha situado recientemente sus perspectivas de precio del Brent en los 77 dólares, mientras que JP Morgan lo ve en los 90 dólares. Citi es la más moderada situando su precio objetivo en los 75 dólares.

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