
La historia, desde muchos puntos de vista, es cíclica y tiende a repetirse. De hecho, esta misma semana la fortísima subida de NVIDIA y otros valores tecnológicos han hecho recordar ecos del pasado. Una de las burbujas más conocidas de la historia reciente es la de las puntocom, al inicio de siglo, cuando las compañías ligadas al mundo de internet empezaron a dispararse en bolsa ante una locura especulativa que no iba ligada al crecimiento real de estas empresas. Al poco tiempo, muchas de estas incluso quebraron, pero algunas de las supervivientes todavía siguen vivas y liderando el sector, como es el caso de Cisco, Qualcomm o la propia Amazon.
El golpe fue tal que el Nasdaq no recuperó los máximos alcanzados en el año 2000 hasta mediados de 2014 (si bien, es cierto que en medio ocurrió la gran crisis financiera de 2008). Desde ahí hubo otro periodo de crecimiento casi ininterrumpido hasta la pandemia. Sin embargo, en los sector tecnológico este bache se superó rápido ya que muchas de estas empresas incluso salieron beneficiadas de esta situación. El último máximo histórico del Nasdaq 100 es de finales de 2021. A partir de ahí, el contexto de subidas de tipos de interés hizo a los inversores perder interés en la tecnología y mover su capital hacia sectores menos apalancados. El índice tecnológico llegó a perder un 35% desde dicho máximo, entrando claramente en terreno bajista.
Ahora, una vez purgado el éxtasis comprador, en las últimas semanas ha vuelto a atraer a los inversores y, desde que tocó mínimos de julio de 2020, ya se anota un 27%, cotizando en zona de máximos no vistos desde hace más de un año. Esto ha provocado que se empiece a volver a mencionar la palabra burbuja, tan socorrida siempre que los índices tecnológicos acumulan una gran revalorización de forma continuada. La cuestión es que el Nasdaq 100 ya se compra por encima de las 26 veces por PER (veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción), lo que deja al selectivo tecnológico por encima de su media (25 veces) de los últimos cinco años. También de la última década y en los últimos 20 años, periodos en los que promedia 22 veces.
El repunte no solo se explica por las perspectivas en torno al final del ciclo de subidas de tipos. Desde eToro explican que "la inteligencia artificial y el optimismo en la reducción de costes hacen esperar que los beneficios vuelvan a crecer mientras los inversores buscan duración a medida que la inflación y los rendimientos de los bonos caen y alivian la presión sobre las valoraciones tecnológicas". "El fuerte repunte desde sus mínimos ha hecho que la prima relativa de valoración del Nasdaq 100 frente al S&P 500 vuelva a superar el 40% y al mismo tiempo la diferencia de rentabilidad entre los estilos de inversión growth y value supere ya el 20% en lo que va de año, lo que abogaría por una cierta consolidación antes de que se produzca el próximo catalizador de crecimiento de los beneficios; no obstante, la cautela de los inversores institucionales, la demanda de refugios más seguros y los bajos rendimientos de los bonos constituyen una sólida base de rentabilidad", agregan. En este sentido, el S&P 500 está cotizando con un descuento frente al Nasdaq 100 del 27%, el EuroStoxx 50 con algo más de un 50% y el propio Ibex 35 con un 60%.
Buenos resultados
El último catalizador para estos valores ha sido la presentación de resultados del primer trimestre, que ha dejado sorpresas positivas. Una vez que ya todas las compañías han rendido cuentas, se han presentado unos beneficios un 7% por encima de lo esperado, la mayor sorpresa positiva desde el tercer trimestre de 2021. Y eso, pese a que el beneficio reportado ha sido un 7% inferior al del mismo periodo del año pasado.
"La mejor evolución reciente pueden explicarse en cierta medida por la mejora de los fundamentales después de la presentación de resultados, que han sido más solidos de lo esperado; algunos grandes nombres del sector han descubierto las ventajas de reducir costes, encontrando mucho potencial para hacerlo después de la oleada de contrataciones en los últimos años", explican desde Schroders. "Por otro lado, después de la tensión bancaria iniciada en marzo, una vez que se ha tranquilizado la situación y ya se atisba un freno en las subidas de tipos, los inversores han vuelto a posicionarse a favor de las empresas tecnológicas, sobre todo en Estados Unidos", agregan.
Las valoraciones de las compañías tecnológicas se han disparado en las últimas semanas y ya el 20% de las mismas cotizan con un multiplicador de ventas de dos dígitos, como es el caso de NVIDIA, que se compra ya a un PER de casi 200 veces tras dispararse en bolsa esta semana y superar el billón de dólares de capitalización. "Los resultados han mostrado claramente una mayor eficiencia de costes posible y confirma que el mercado de la publicidad ha tocado suelo", exponen en Julius Baer. "Y es que para el conjunto del año la estimación de beneficios ha comenzado a estabilizarse después de caer casi un 13% desde junio de 2022, y ahora no preverse crecimiento este curso", agregan.
Firmas por debajo de PER 10
Las firmas tecnológicas se han adquirido tradicionalmente a ratios muy altas en bolsa. Ahora, aunque el índice tecnológico vuelva a estar más caro que su promedio de los últimos cinco años, sobre precios actuales, se encuentran tres firmas baratas en este 2023, que se adquieren por debajo de las 10 veces: Walgreens, Diamondback y Paccar.
Los títulos de la que es una de las grandes cadenas de farmacias de EEUU, Walgreens, se dejan en el parqué norteamericano casi de un 18% de su valor desde que comenzó el ejercicio. Estas caídas, sin embargo, han abaratado hasta un 18% sus acciones desde que empezó el año que ahora se adquieren a un PER de 6,8 veces, el más bajo de todo el Nasdaq 100. De cara a los próximos meses, el consenso de analistas que recoge FactSet, que le otorga el cartel de mantener, espera que borre todo lo perdido en 2023, pues estima para sus acciones un potencial alcista del 31%. "La compañía anunció recientemente su nueva estrategia de salud y se ha embarcado en un viaje de transformación con varias adquisiciones. Con ello, creemos que la firma ganará participación en el sector minorista y a largo plazo debería comenzar a ver un beneficio material de la iniciativa", opinaban desde JP Morgan. Estas inversiones han afectado a las proyecciones del mercado de cara a este ejercicio que apuntan a que el beneficio neto de la compañía retrocederá con respecto al de 2022, pero volverá a la senda del crecimiento en 2024.
La petrolera Diamondback tendrá complicado repetir las ganancias de récord que registró en 2022 beneficiada por el aumento de los precios del crudo. Este ejercicio, el mercado espera que su beneficio se normalice y se mantendrá en cotas altas durante los próximos ejercicios. Sus títulos son los segundos más asequibles, comprándose a 7,2 veces y presentan un recorrido del 23% con el que olvidará el 4% que sus acciones corrigen actualmente. Así, a sus perspectivas para los próximos meses, desde Barclays las denominan como "una fiesta de amor".
Desde principios de 2023, las estimaciones de beneficio para Paccar (empresa de camiones) han crecido un 40%, provocando un fuerte abaratamiento de su acción, del 27% desde el primero de enero. La compañía se compra a 8,9 veces y nunca antes en toda su historia como cotizada se había adquirido tan barata. Al inicio de 2023, el mercado apenas esperaba que la empresa lograse superar las ganancias netas de 2022, sin embargo, ahora, los expertos proyectan un crecimiento de estas de hasta un 33% superiores a las del ejercicio pasado. "Consideramos a la firma como un cíclica de alta calidad con una posición competitiva favorable y un equipo directivo experimentado. Sus modelos obtendrán una cuota de mercado multianual y beneficios de margen y su estrategia para transmisiones alternativas es la mejor de su clase", opinan desde JP Morgan.
Las 'GAFAM'
Las grandes protagonistas del índice, las conocidas bajo las siglas GAFAM (Google, Amazon, Meta [antigua Facebook], Apple y Microsoft) se adquieren actualmente en el entorno de sus multiplicadores de beneficios más bajos y siguen ofreciendo descuentos con respecto a la media de la década y la de los últimos cinco años. La firma capitaneada por Zuckerberg es la más barata de estas big tech, obteniéndose a un PER de 21,1 veces. Puede parecer una ratio elevada, pero es una de las más bajas de toda su historia y ofrece un descuento del 23% con respecto al promedio de sus últimos cinco años, de 27 veces. Desde el 1 de enero, sus estimaciones de beneficio han despegado sosteniendo este abaratamiento de sus títulos que, en el parqué norteamericano, se anotan una revalorización que ya supera el 100%, la segunda empresa más alcista del S&P 500 en 2023, tras NVIDIA. Frente a los 22.563 dólares que el mercado esperaba de beneficio, ahora las proyecciones apuntan a que Meta podrá registrar más de 30.500 millones, lo que supone un aumento del 35%. La multa histórica de Irlanda no ha afectado a la compañía que todavía tiene un potencial alcista del 10% y presenta una recomendación de compra.
El descuento que ofrecen Alphabet (matriz de Google), Apple y Microsoft con respecto a su promedio de los últimos cinco años supera el 30% en todos los casos, adquiriéndose estas firmas a un PER de 22,4, 28,7 y 32,6 veces respectivamente en 2023. Para todas ellas, el mercado aconseja tomar posiciones sobre sus acciones que, tras avanzar las tres más de un 30% en el parqué americano en el año, aún presentan recorridos del 8, 5 y 6% respectivamente. Los títulos de Amazon, los más caros entre estas big tech, apenas ofrecen un descuento del 3% con respecto a la media desde 2018. Su acción se compra a 74 veces pero ofrece, sin embargo, el potencial más elevado de las GAFAM, del 14% tras anotarse ganancias que rozan el 40% en el año.