La crisis en la cadena de suministros que azotaba a la economía mundial desde las reaperturas tras la pandemia del Covid-19 puso de manifiesto la necesidad imperante de que Europa aumentase su industria tecnológica. El pasado 15 de febrero, el Parlamento Europeo aprobó la Ley Europea de Chips con la que se pretende aumentar la capacidad de producción en el mercado mundial un 20% de aquí a 2030.
Las empresas europeas encontraron en esta nueva legislación un viento de cola sobre el que sustentar su crecimiento durante este 2023. Aunque el optimismo no es solo europeo, ya que el fin de la crisis en el abastecimiento está generando un frenesí comprador sobre las acciones de las compañías mundiales de semiconductores que se colocan entre las más alcistas de sus respectivos índices. Así, ASM International se establece como la tercer firma que más gana en 2023 de todo el Stoxx 600, con una revalorización sobre el 55% y STMicroelectronics se cuela entre las diez que más avanzan del selectivo europeo, al subir alrededor de un 40%. En el EuroStoxx 50, Infineon Technologies se establece como la quinta que más se alza en el año, con ganancias que rondan el 26%. En Estados Unidos, Nvidia es la compañía que más sube en el ejercicio no solo del Nasdaq 100, sino también del S&P 500 con un ascenso anual que se acerca al 90%.
Y, pese a este impresionante crecimiento en bolsa, el consenso de mercado que recoge FactSet augura que las subidas aún no han acabado, pues la mayoría de firmas del sector mundial continúan presentando potencial en sus respectivos parqués.
"Sentimos un gran interés en tener exposición a la industria semiconductora a pesar de una fuerte racha hasta la fecha", señalaba en un informe el equipo de análisis de Barclays sobre el sector europeo. En él añadían que "la mayoría de las discusiones sectoriales se han centrado en qué mercados se recuperarán o resistirán este año dado que la industria está pidiendo una fuerte recuperación en el segundo semestre. Sin embargo, en la industria semiconductora, los debates se han centrado más en el a largo plazo y sobre dónde se encontrará la demanda más fuerte" a lo que alegan que "hay emoción en chiplets [un encapsulado que alberga varios chips]".
"Después de múltiples actualizaciones de los semiconductores, el sector puede estar entrando en un período de estabilidad de calificación. Los balances ricos en efectivo y el bajo apalancamiento pueden ayudar a respaldar el rendimiento de los bonos en medio de focos de una desaceleración de la demanda, los desequilibrios en el inventario y mayores restricciones entre EEUU y China, ralentizando el crecimiento", explicaban desde Bloomberg Intelligence.
Con todo, este buen comportamiento ha llevado a varias empresas semiconductoras a revisar sus previsiones para este ejercicio. A finales de marzo, Infineon elevó sus perspectivas tanto para el segundo trimestre como para el conjunto de 2023 al desarrollar "una dinámica empresarial resistente" en su negocio de automoción en industrial. Así, la firma espera que las ventas en 2023 se sitúen por encima de los 15.500 millones de euros previstos anteriormente y supere los 4.000 millones de euros en ingresos en el segundo trimestre. Misma ruta siguió Micron Technology, el mayor fabricante estadounidense de chips, que elevó las previsiones de su tercer trimestre fiscal hasta los 3.900 millones de dólares. "Los inventarios de los clientes están mejorando y esperamos mejoras graduales en el equilibrio de la oferta y la demanda de la industria", explicaba el director ejecutivo Sanjay Mehrotra, según las declaraciones recogidas en Bloomberg, "El pronóstico sugiere que el mercado de chips de memoria podría estar listo para regresar después de un tramo difícil", esgrimían desde el portal financiero". Pese a ello, para este ejercicio, el mercado sigue estimando pérdidas para la americana.

Con todo, hasta nueve compañías del sector mundial conseguirán incrementar sus ganancias del 2023 con respecto a las de 2022. Entre todas ellas, destaca la norteamericana Microchip technology cuyo beneficio neto variará hasta un 185% en un ejercicio. Con una recomendación de compra, esta firma que avanza sobre un 16% en el ejercicio, aún presenta un potencial del 18%.
Las firmas europeas cobran importancia en esta mejora de beneficios. La neerlandesa ASM International -uno de los valores de Tressis Cartera Eco30- podrá ganar en 2023 586 millones de euros, un 50% más que en 2022. El beneficio de Infineon Technologies y ASML Holdings variará un 38% y un 29% respectivamente. Todas ellas se cuelgan el de compra.
Desde Barclays valoraban que para la alemana Infineon "el enfoque principal se centra en la fortaleza del mercado automotriz y su sustentabilidad, pero la exposición al mercado final es quizás el mejor apreciado a largo plazo". Desde la misma empresa declaraban que "parece haber pocas dudas sobre el potencial de crecimiento a largo plazo dada la sólida posición de ASML."
Este ejercicio aún será de transición para el resto de compañías semiconductoras y la verdadera recuperación de la industria se alcanzará en 2024. Para el próximo año, el mercado estima que todas las empresas lograrán mejorar sus beneficios netos. La caída de Micron será puntual, pues en 2024 el consenso de analistas que reúne FactSet ya espera que logre salir de beneficios. "El equipo está empezando a ver algo de luz al final del túnel con los niveles de inventario mejorando continuamente y con miras a un crecimiento de la demanda de bits en el segundo semestre", apuntaba el equipo de análisis de JP Morgan. Para los próximos meses el sector aún presenta un potencial medio del 8% .