La plataforma de criptomonedas BlockFi se ha declarado en bancarrota tras el colapso de FTX. A raíz de la caída del 'criptoimperio' de Sam Bankman-Fried, la compañía tuvo que suspender las retiradas de efectivo y parar otras de sus operaciones. Dos semanas después, ha anunciado que se acoge, junto a ocho de sus subsidiarias, al capítulo 11 de la ley de quiebras estadounidense.
Ambas empresas estaban vinculadas. "Tenemos una elevada exposición a FTX", reconocía BlockFi en su blog tras la crisis del exchange. Esos lazos contables implican un crédito concedido por la firma de SBF, activos que estaban bajo custodia de la misma y obligaciones que Alameda Research (del mismo entramado) había contraído con BlockFi.
La plataforma de 'criptos' ahora quebrada ha detallado que tiene 256,9 millones de efectivo, lo que considera "suficiente liquidez" para seguir llevando a cabo cierta actividad durante su reestructuración. Por ejemplo, mantener a parte de la plantilla y pagar sus salarios, en concreto, los de los empleados "clave" para la recuperación y posterior liquidación de los activos de la compañía, explica el comunicado. Solo contarán con algunos trabajadores porque BlockFi acometerá despidos. Su intención es emprender una "considerable" reducción de gastos, lo que incluye costes laborales, detallan.
"La compañía se va a centrar en restablecer todas las obligaciones contraídas, lo que incluye a FTX y a sus sociedades afiliadas. Debido al reciente colapso de FTX y su proceso de bancarrota, que sigue en curso, la empresa espera que la recuperación derivada de FTX se atrase", explica en el comunicado. La liquidez de BlockFi, en parte, se apoyaba en la de FTX y viceversa.
Aunque la caída de BlockFi se haya hecho oficial ahora, su debilidad se remonta a las quiebras de primavera, como la de Three Arrows Capital (3AC), Vauld o el desplome de Terra. Entonces, FTX tuvo que socorrer a BlockFi con un préstamo. En junio firmaron una línea de crédito por valor de 250 millones de dólares, que era ampliable en caso de necesidad, explicaban entonces en un comunicado. Entre sus acuerdos, se incluía la opción de que la firma de Bankman-Fried comprara a su deudora.
BlockFi permitía realizar operaciones con criptomonedas y prestaba créditos en criptodivisas. En febrero de este año, el regulador estadounidense, Securities and Exchange Commission (SEC), impuso una multa de 100 millones a la compañía, ya que no estaba registrada como sociedad que presta servicios financieros y tampoco tenía licencia para comercializar parte de sus productos de inversión.
BlockFi fue fundada en 2017 y, según la propia compañía, tiene alrededor de 450.000 clientes minoritas. Su sede está en Nueva Jersey, Estados Unidos. Aunque haya sido la última en acogerse a la bancarrota, no es la única en riesgo por FTX. Su colapso ha abierto una crisis de confianza en las empresas 'cripto', que se ha sumado a un debilitado mercado en un contexto de restricción monetaria e inflación.