Existen varios factores que están condicionando el precio del petróleo en los últimos días. Los movimientos de los bancos centrales deprimen al mercado, que afectan a la baja en las previsiones de demanda mundial y, por tanto, hunden al precio del crudo que ha llegado a cotizar en niveles que no se veían desde enero -previo a la invasión rusa de Ucrania-. Un precio que no es atractivo para la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios agregados (con Rusia en su haber) como ya han manifestado en ocasiones anteriores.
El próximo 5 de octubre el cártel del crudo se reúne de nuevo con el barril de Brent, referente en Europa, rebotando un 6,5% desde los 84 dólares que perforó el pasado 27 de septiembre, aunque se mantiene bajo los 90 dólares. Y no se descarta que en esta cita la OPEP+ anuncie un recorte sustancial de su producción.
Ya en la reunión anterior el cártel cambió su hoja de ruta pasando de un incremento lento pero progresivo del crudo bombeado -en línea con la recuperación tras la pandemia de coronavirus- al ligero recorte anunciado a primeros de septiembre (de 100.000 barriles diarios durante septiembre). Un recorte modesto pero simbólico que evidencia que la organización está dispuesta a recortar más la producción del oro negro si el precio del petróleo no se recupera o la demanda sigue a la baja.

En una encuesta realizada por Bloomberg a 16 operadores todos salvo uno coinciden en que la OPEP+ recortará la producción en el mes de octubre. Y firmas como UBS o JP Morgan se atreven a pronosticar un recorte de medio millón de barriles diarios -frente a los 400.000 que se han venido incrementando cada mes hasta el pasado agosto-. Es más, fuentes recogidas en el mismo estudio aseguran que Rusia habría pedido a sus socios incrementar el recorte hasta el millón de barriles. El país se ha beneficiado hasta la fecha del contexto de precios altos, a pesar de que el crudo vendido al resto de países occidentales haya disminuido en el año por las sanciones impuestas.
Y es que Putin busca exprimir el precio de su crudo antes de que el veto total europeo se haga efectivo a finales de este año y Rusia tenga que buscar otro socio que le compre petróleo. De hecho, el martes se reúne el Ecofin donde los ministros de economía de la Unión Europea abordarán precisamente la situación energética en la zona común y evaluarán las repercusiones de la guerra de Ucrania.
Por el momento, el mercado ya tiene en cuenta la subida de la OPEP+ y aun así el consenso prevé que el Brent cierre el último trimestre del año en los 85 dólares, con la media para 2022 por debajo de los 100 por barril teniendo en cuenta el nivel de los inventarios en EEUU y de la fortaleza del dólar frente al resto de divisas mundiales y como activo refugio favorito para los inversores.
Claves para los bancos centrales
La próxima semana no estará cargada de decisiones de bancos centrales como la segunda mitad de septiembre. Solo la Reserva de Nueva Zelanda revisará los tipos de interés en el país, que se presume que subirá hasta el 3,5%. No obstante, el Banco Central Europeo publicará el jueves sus actas de la última reunión, en la que se anunció una subida de 75 puntos básicos en un contexto en el que la inflación en la eurozona escaló en septiembre hasta el 10%.
Además, se publicarán datos de producción y venta manufacturera tanto en Europa como en el Reino Unido y Estados Unidos. Pistas que pueden orientar a los bancos centrales hasta qué punto sus alzas de tipos están frenando la economía en su lucha por contener los precios. Otro dato que se espera en Estados Unidos será la tasa de desempleo de septiembre en el país, mientras en China festejarán durante toda la semana -la Golden Week- por el aniversario de la formación de la República popular de China.