
El escenario al que se enfrenta el inversor es complicado por culpa de la inflación. Una gran parte de los activos financieros no consigue rentabilidades superiores al 9,1% este año, que es el nivel al que han escalado los precios en la zona euro hasta agosto. Y esto se deja sentir, también, en los fondos de inversión. De las casi 300 categorías disponibles en Morningstar, solamente diecisiete (el 6%) logra batirla este año.
En esa minoría se encuentran categorías de todo tipo y no necesariamente contienen productos disponibles a la venta en España. La que más sube de todas es la de renta variable turca, que obtiene una rentabilidad media del 46% desde enero. En ella se encuentran fondos tanto en euros (dos disponibles para el inversor español) como en otras divisas. A diferencia del tono en otros mercados, que agonizan a medida que parece que los bancos centrales no tendrán clemencia con el crecimiento de la economía, la bolsa turca se revaloriza un 75% este año (subida que se reduce al 48% si se contabiliza en euros). Su gran catalizador es una inflación que supera el 80% y que ha convertido a la renta variable del país en la mejor opción de los turcos para proteger su dinero.
Entre las categorías que mejor se comportan este año se encuentran también muchas relacionadas con las materias primas. El repunte de la demanda tras el Covid generó cuellos de botella que contribuyeron a disparar el precio de los recursos básicos, situación que se vio agravada, después, por la guerra de Ucrania y la crisis energética que ha disparado las cotizaciones del sector energético. Así, tanto los fondos puros de materias primas ligados a la energía, como el petróleo, como aquellos que invierten en estas cotizadas obtienen revalorizaciones que superan el 39% en el primer caso, y el 33% en el segundo caso.
Dentro del universo de las commodities, los productos que invierten en cereales como el maíz, la soja o el trigo y los que se centran en las materias primas agrícolas aparecen también entre los que más ganancias generan (ver gráfico).
Otra parte del mercado que actúa de escudo contra la inflación es la renta variable de América Latina en general, donde su mayor exposición a las materias primas y a la energía (como productores de las mismas) está llevando a muchas de sus empresas a ser foco de los inversores en los últimos meses; y la de Brasil en particular, que este domingo afronta elecciones presidenciales con Lula da Silva como favorito en las encuestas. Además, el efecto divisa juega en este caso a favor del inversor, ya que las monedas latinoamericanas se están apreciando frente al euro, lo que suma una rentabilidad extra a quien invierta en la divisa comunitaria. Los fondos que invierten en la bolsa de América Latina obtienen una rentabilidad media del 21%, mientras que los que se centran en el país carioca logran un 32%.
No obstante, "mantener el poder adquisitivo real en una cartera diversificada a escala mundial va a ser muy complicado, ya que descubrimos que una cartera globalmente diversificada de acciones y bonos tiene una rentabilidad real, es decir, ajustada conforme a la inflación, del -2,9% anual cuando la inflación anual se encuentra por encima del 4%", señala Robeco en su informe anual sobre perspectivas futuras de rentabilidad. "Los periodos inflacionarios son, con mucho, los peores en lo que se refiere al poder adquisitivo de los inversores", explica.
En la misma línea, desde DWS consideran que "los tiempos de rentabilidades de dos dígitos en casi todas las inversiones de capital, incluso después de deducir la inflación, deberían ser ya una cosa del pasado". Aún así, "se espera que las acciones sigan desempeñando un papel importante para todos los que quieran acumular riqueza o al menos compensar las tasas de inflación más altas", opinan.
Las 'small caps' sufren
Después están las categorías de fondos que se apuntas pérdidas de doble dígito desde enero, a las que habría que añadir el efecto de la inflación, y algunas de ellas tienen en común que ponen el foco en las pequeñas y medianas compañías de la bolsa, que en entornos inflacionistas encuentran mayor dificultad para trasladar la subida de precios a los consumidores. Así, los fondos de bolsa europea de pequeña capitalización retroceden, de media, un 30%, en línea con los fondos de small y mid caps de Alemania, Suecia, o de los Países Nórdicos.
El dinero de los inversores en Europa no se canaliza hacia estos vehículos
Según datos de Morningstar, ninguna de las diez categorías de fondos que consigue más suscripciones netas este año a nivel europeo pertenece al pequeño grupo que bate a la inflación. La que más dinero atrae, unos 36.500 millones de euros, es la de renta variable global estilo blend (es decir, que combina compañías de crecimiento con compañías estilo valor). A cierta distancia, la segunda categoría con más captaciones de dinero en Europa es la de renta variable global enfocada a empresas que pagan dividendos superiores a los del mercado, que atrae 15.700 millones de euros. Y en tercer lugar se encuentran los fondos de deuda pública en euros, que pierden un 13% en el año y reciben flujos por valor de 10.500 millones.