
El sentimiento de moderado optimismo que se vive en los parqués de Europa y EEUU en las últimas semanas, está teniendo un modesto reflejo en la cotización de las materias primas. El Bloomberg Commodity Index, el selectivo que reproduce la evolución de una cesta ponderada de los recursos básicos más negociados del planeta, apenas registra un avance del 4% desde comienzos de julio, en un movimiento que resulta insuficiente para aquellos inversores cuyo objetivo es recuperar parte del terreno que han cedido desde que las materias primas tocaran sus máximos (ver gráfico más abajo).
De hecho, de media, las commodities cotizan un 10% por debajo de esos máximos, que de forma general fueron alcanzados al comienzo del verano y cuyo alcance se presenta ahora como una verdadera quimera. "En junio y a principios de julio, las materias primas estuvieron bajo presión a raíz de los temores de recesión", destaca el equipo de análisis de WisdomTree que hace especial hincapié en la apreciación del dólar como consecuencia de las medidas adoptadas por la Fed: "El mercado aún espera que la Reserva Federal aumente los tipos de interés más agresivamente que el resto de los bancos centrales, lo cual ha llevado recientemente a la cesta del dólar a alcanzar su mayor valor en veinte años, y un dólar fuerte ha ejercido mucha presión sobre el complejo de materias primas".

"Mientras continúa la incertidumbre de la guerra, los precios de la mayoría de las materias primas están experimentando ahora importantes descensos", señalan en la misma línea Ariel Bezalel, responsable de renta fija en Jupiter AM y gestor del fondo Dynamic Bond, y Harry Richards, gestor de fondos de renta fija en la gestora.
Oro, plata, soja, maíz, cobre, petróleo... Las referencias más importantes del mercado -y las que, por ende, más ponderan en el Bloomberg Commodity Index- cotizan muy por debajo de sus máximos, independientemente de cuando los marcaran. El caso más llamativo es el de la plata, que está a más de un 25% de los altos que alcanzó en el primer trimestre del año, en el mes de marzo.
Desde entonces -como le ocurre al oro que se deja un 13% desde sus máximos de marzo-, el metal no es capaz de despegar como se presupone a un activo que suele ser sinónimo de seguridad y alzas en épocas de inflación elevada y crecimiento más pausado de las economía.
Y no es algo que únicamente se pueda achacar a los metales. Los futuros cotizados sobre el maíz y la soja en el mercado más antiguo del mundo, el Chicago Board of Trade (CBOT), también reflejan una distancia respecto a sus máximos del 20% y el 12% respectivamente.
"La lenta apertura de las exportaciones marítimas de grano desde Ucrania, una robusta cosecha rusa de cereales básicos (incluyendo una abundante cosecha de trigo), y el aumento de los riesgos de recesión que podrían pesar sobre la demanda de cultivos básicos para 2022/23, lo que ha contribuido a hacer que el sentimiento sea menos alcista para estas materias a pesar de los ratios de existencias mundiales bastante ajustados que hay (ex-China) y la continua incertidumbre sobre la disponibilidad de fertilizantes para la temporada de siembra de 2023", explican desde Citi.
El aumento de los riesgos de recesión que podrían pesar sobre la demanda de cultivos básicos para 2022/23
Eso sí, siempre se pueden encontrar excepciones. Es el caso del gas natural, que se presenta como la gran salvedad en ese sentido. Esta materia prima, a raíz del conflicto entre Rusia y Ucrania y dadas las reacciones geostraégicas que ha provocado, ha conseguido recuperar parte de las cesiones que vivió cuando el resto de commodities se bajaron de los máximos previos al verano y ya cotiza pegado a los anteriores máximos anuales tras recuperar un 75% de su precio en las últimas 7 semanas.
La esperanza, una renuncia del dólar
Las esperanzas alcistas del resto de materias primas están puestas en cualquier renuncia del dólar que pueda surgir con la Reserva Federal en centro de todas las miradas ante el encendido debate sobre el ritmo que pueda imprimir al incremento en el precio del dinero en las próximas reuniones de tipos que se celebren. Una situación que ha favorecido que conforme ha ido avanzando el mes, el dólar estadounidense haya ido ganando atractivo para los inversores.
El billete verde cotiza a menos de un 1% de sus máximos históricos, tal y como refleja la evolución del Índice Dólar, que recoge el comportamiento de la moneda estadounidense frente a una cesta ponderada de las divisas más negociadas. Y es que, la moneda norteamericana registra un avance del 2,5% desde los mínimos que marcó este mismo mes.