Bolsa, mercados y cotizaciones

La curva de tipos en EEUU se invierte con la mayor intensidad desde el 2000

  • El diferencial entre el bono norteamericano a 2 y 10 años anticipa más subidas de tipos
  • 45,43 puntos básicos, la máxima diferencia alcanzada entre ambas referencias
Indicios para esperar una recesión
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La inversión de la curva de rendimiento de los bonos de EEUU ha tocado un nuevo hito. La diferencia entre la rentabilidad que ofrece el bono norteamericano con vencimiento a dos años -llegó a superar el 3,24%- respecto a la que da el que vence a diez años -por debajo del 2,8%-, nunca antes había sido tan favorable a la referencia a corto plazo durante los últimos 20 años, concretamente desde el 2000.

Este acaecimiento no hace sino resaltar las cada vez mayores expectativas de inversores y analistas de que se produzcan nuevas alzas agresivas en los tipos de interés por parte de la Reserva Federal estadounidense, y que, por ende, crezca el temor a que se desencadene una recesión. De hecho, la pendiente de la curva de rendimiento es un indicador popular para evaluar el riesgo de una recesión en EEUU dentro de 6 a 9 meses.

Y es que, el mercado ya espera que el banco central estadounidense suba en septiembre el precio del dinero en otros 75 puntos básicos tras los sólidos datos de empleo que se publicaron en el país norteamericano el pasado viernes, que arrojaron la creación de 528.000 puestos de trabajo durante el mes de julio a pesar de que los precios siguen incrementándose.

"La economía se está debilitando, pero el mercado laboral sigue siendo fuerte, manteniendo el consumo a flote a pesar de la elevada inflación. No obstante, la bajada de los precios del petróleo reducirá la inflación general y ya está moderando las expectativas", destaca en ese sentido Paolo Zangheri, economista senior de Generali Investments.

Pendientes del IPC de julio

Por eso, entre otras razones, todas las miradas están puestas en el dato de inflación que se publicará este miércoles en EEUU. El mercado espera que la tasa anual caiga cuatro décimas hasta el 8,7%, lo que supondría el mayor retroceso desde abril de 2020.

"Se espera que la lectura de junio del IPC general fuera su nivel máximo, y que el subyacente lo alcance poco después, en septiembre. Este descenso del IPC general se verá favorecido por la caída de casi un 20% de los precios del gas al por menor desde junio (que debería restar casi un 1% del IPC en los próximos 2-3 meses) y la mejora de las cifras de la cadena de suministro", destaca Orla Garvey, gestora senior del equipo de renta fija, Federated Hermes Limited.

Un comportamiento que, de confirmarse, podría ser sinónimo también de un recorte en el gasto de los consumidores ante la percepción de un aumento del riesgo de problemas económicos. En ese sentido, desde Generali Investments cifran en un 50% el riesgo de recesión en el primer semestre de 2023 tras analizar las cifras del PIB del segundo trimestre que mostraron el daño que los tipos más altos tuvieron en la demanda.

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