
Parece que la historia ha servido en esta ocasión para no repetir los errores pasados. Las compañías de Wall Street se adelantaron a las políticas de la Reserva Federal de Estados Unidos y a su subida de tipos de interés en el país.
En plena recuperación tras la pandemia, el crecimiento puede haber sido impulsado por el préstamo de dinero, pero la deuda de los valores del S&P 500 ha estado en todo momento controlada. No solo se conseguirá en 2023 que el beneficio bruto de explotación del conjunto del índice sea superior a la deuda neta total, por primera vez desde hace ocho años, sino que además la caja crecerá este año y el que viene dentro del principal índice neoyorquino.
El número de compañías que no estarán endeudadas dentro del S&P 500 será de 74 valores, según recoge el consenso de mercado de FactSet, por un importe total de 410.364 millones de dólares. Lo sorprendente es que casi la mitad de esa liquidez corresponde a tres valores tecnológicos. Alphabet, Meta y Tesla componen el 45% del total de la caja que registrará al cierre del ejercicio.
Y eso que sus resultados empresariales hasta junio han dejado sabor agridulce en estas tres tech. Mientras Tesla superó las expectativas del mercado (publicó sus cuentas de la mitad del año la semana pasada), Alphabet y Meta se quedaron cortos según las estimaciones recogidas por Bloomberg. El gigante tecnológico dueño de Google recortó sus ingresos un 11% respecto al primer cuarto del año y Meta superó en un 3% los resultados del primer trimestre de 2022. Esto ha afectado al beneficio bruto de explotación (ebitda) que el mercado descuenta que obtendrán al cierre de 2022.
Así, el consenso recogido por FactSet recorta esta cifra para Alphabet en casi un 3% hasta superar los 117.660 millones de dólares. "Para ser claros, el entorno [de Alphabet] sigue siendo un desafío en YouTube y su red publicitaria, pero salimos de los resultados del segundo trimestre más seguros de que el negocio de búsqueda de Alphabet se puede mantener bien en condiciones macro inciertas", apunta el analista de Citi, Thomas A. Singlehurst. A pesar del recorte en las previsiones de ebitda para este año -y el que viene- la matriz de Google seguirá siendo la que más caja aporte al S&P 500: más de la cuarta parte del total.
Las inquietudes de Meta
Una suerte parecida corre la antigua Facebook. Meta afronta una reducción de los ingresos publicitarios y la presión de su principal competidor, la red social Tik Tok. El cambio en las normas de privacidad que está ejecutando Apple en sus dispositivos hace que la publicidad de Facebook e Instagram sea menos efectiva, según estima el analista de eToro, Josh Gilbert. Además, el Metaverso de Zuckerberg tampoco está dando signos de que vaya a ser rentable en el corto plazo. La empresa de Meta que capitanea este mundo alternativo en la red, Reality Labs, ha dejado a la matriz un agujero de 2.800 millones de dólares en el segundo trimestre. Sin embargo, apenas se ha producido deterioro en la recomendación de compra que hace el consenso de mercado ni afecta a su posición como segundo valor con más caja de cara al cierre de este año.
Tras estas dos compañías, los niveles de liquidez dentro del S&P 500 no son tan abultados, aunque entre los quince valores de la parte alta de la tabla destaca que nueve se dedican a la tecnología. En el último en tomar podio se sitúa Tesla, que sí ha batido las previsiones que hacía el mercado de ella en el primer semestre del año. La reapertura de China tras los confinamientos por el coronavirus ha jugado a su favor, pero también el hecho de ser la compañía fabricante de baterías más grande instalada fuera de China, según Deutsche Bank, lo que ha impulsado sus cuentas de abril a junio. Además, Tesla está aumentando la capacidad de sus fábricas dentro y fuera de Estados Unidos.
Esto, unido al aumento de pedidos permitirá mejorar los márgenes de la compañía, según la firma de inversión. No obstante, desde JP Morgan se muestran reacios a que la compañía de Musk las tenga todas consigo el resto del año, ya que si los precios de la gasolina siguen en las cotas actuales el Gobierno de Estados Unidos se puede ver obligado a rebajar los criterios de emisiones, lo que juega en contra de los vehículos eléctricos. Aun así, es la única de las tres compañías citadas que tras presentar los resultados del semestre mejora su ebitda estimado para 2022 (y para el año que viene) y la caja que hará con sus ganancias, según FactSet.
No todas las miradas se centran en las tecnológicas. Las cuentas de Moderna también permitirán a la compañía contar con más de 17.000 millones de dólares en caja para diciembre de 2022. Una cifra que casi duplica lo que registró el ejercicio anterior. Sin embargo, el verdadero salto lo dará una de sus competidoras, Pfizer, a quien la buena marcha de su negocio permitiría liquidar su deuda, que en 2020 suponía más de 17.000 millones de dólares, a generar casi 10.000 de caja al finalizar 2023.
Tampoco Ford se verá en un aprieto teniendo en cuenta que cerraría el año en curso con más de 11.700 millones, según las previsiones del mercado recogidas por FactSet. Aunque su margen de beneficio puede estar en peligro. Desde Deutsche Bank alertan del riesgo que existe de que Ford no cumpla con su objetivo del 10% al cierre de 2022, al registrar un margen operativo del 9,6% en el primer semestre.