
El mayor repunte en décadas de la inflación ha forzado a la Fed a endurecer su política monetaria, lo que ya genera un encarecimiento de las condiciones de financiación.
Ante este exigente panorama, las cotizadas del S&P destacan desde un punto de vista positivo, ya que el apalancamiento del conjunto del índice es incluso inferior a su ebitda. Este bajo ratio refleja que Wall Street ha aprovechado los más de dos años de tipos al mínimo debido a la crisis del Covid para reducir la mochila de la deuda. Gracias a esta adecuada estrategia, las multinacionales estadounidenses están en una excelente posición para enfrentarse al encarecimiento del precio del dinero. Más aún si se cumplen las previsiones del mercado y el ratio de endeudamiento sigue bajando en 2023.