Los principales organismos económicos llevan mucho tiempo avisando de los riesgos que entrañan los criptoactivos y sobre cómo estos pueden trasladarse al mercado financiero tradicional. Una advertencia que ya se ha materializado tras asistir, en las últimas semanas, al colapso de varias firmas 'cripto' y el consiguiente arrastre de sus inversores.
Precisamente, el Banco Central Europeo (BCE) y el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB) han empezado la semana poniendo el foco en la regulación, previniendo sobre sus ineficiencias y las brechas normativas. El organismo que preside Christine Lagarde pide que se implementen las reglas del juego con "urgencia". De no hacerlo a tiempo, la falta de un marco legal repercutirá en el mercado tradicional, que terminará contagiándose.
El aviso llega tras el colapso de varias firmas de criptomonedas, lo que implica que parte de esos riesgos han dejado de ser algo que puede ocurrir para convertirse en algo que ha ocurrido. El propio BCE cita como ejemplo el desplome de Terra (USTC), cuya unidad valía un dólar en mayo, antes de su caída y, su precio actual es de cinco centavos. A ello se suman los corralitos de Celsius Network y Vauld, la bancarrota de Three Arrows o la quiebra de Voyager.
Mientras, la entidad que preside Klaas Knot -también miembro del BCE- reclama una supervisión proporcional al riesgo que entraña ese mercado. "Los criptoactivos no operan de forma aislada, sino con instrumentos e intermediarios como los tradicionales, por lo que deben guiarse por el principio de misma actividad, mismo riesgo e igual regulación", señala el informe publicado este lunes.
Principales riesgos
Una de las principales conclusiones de ambos informes es que hay brechas regulatorias debido a que el marco legal se encuentra en desarrollo. A nivel europeo se está trabajando en la propuesta de reglamento conocida como MiCA (Markets in Crypto-Assets). Tanto el BCE como el FSB ven que la solución pasa por la regulación y piden medidas conjuntas y coordinadas entre las diferentes autoridades.
Entre los principales riesgos, ambos organismos mencionan un excesivo apalancamiento, cómo la caída de una 'stablecoin' puede provocar un efecto en cadena en otros tokens o el hecho de que se utilicen como colateral productos financieros tradicionales.
En lo que va de año, la capitalización del mercado 'cripto' ha caído a más de la mitad. En enero, el valor de los criptoactivos superaba los dos billones de dólares y, ahora, no llega al billón. Ante el endurecimiento de la política monetaria, muchos inversores han minimizado el riesgo. Además, los recientes colapsos de algunas compañías han llevado más abajo el soporte del mercado.