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El criptoinvierno entra en fase caníbal: cuando lo más rentable es liquidar al prójimo

  • La mayoría de plataformas DeFi ofrecen comisiones de hasta el 15%
  • Resulta fácil para los liquidadores encontrar a usuarios al borde de la quiebra
  • Para muchos es más lucrativo ponerse bajista para iniciar la limpieza
iStock.

Las plataformas DeFi, como Celsius Network, donde los usuarios puede invertir de forma apalancada en divisas digitales, cuentan con un mecanismo de limpieza para garantizar su funcionamiento, que llevado al extremo puede generar su propio colapso. Las aplicaciones incentivan, con rentables comisiones, que haya liquidadores para cuentas que terminan ahogadas por el excesivo apalancamiento de las operaciones. El problema aparece cuando hay un ejército de ellos dispuesto a hundir a determinadas divisas para cobrar el bonus de liquidación.

El reciente desplome de las divisas digitales ha dejado al descubierto su lado más salvaje, en la que los propios usuarios liquidan las posiciones de otros inversores, en un juego de pura supervivencia. A menudo al mundo del bitcoin y el resto de monedas se le compara con el Lejano Oeste, donde la única ley que funciona es la del más fuerte, y se aplica sin contemplaciones en todas las DeFi, plataformas, donde los usuarios pueden comprar y vender criptoactivos, además prestar y pedir prestado. Los protocolos de las aplicaciones ofrecen como regla general una bonificación entre el 10% y el 15% por liquidar la cuenta de otro usuario. Pasa cuando la compra de un activo se ejecuta de forma apalancada, utilizando como garantía otra moneda. Si baja el principal, la plataforma o el prestamista suele pedir más garantías.

A menudo las pérdidas son tan cuantiosas, que el usuario ni siquiera puede cerrar la posición. Y aquí aparece un ejército de liquidadores para limpiar las posiciones bloqueadas. El problema surge cuando la plataforma utiliza un incentivo perverso. Sale más rentable liquidar al prójimo, que buscar rendimientos en pleno desplome del mercado. En los entornos DeFi, no resulta muy difícil rastrear la cadena de bloques con la ayuda de bots para detectar los usuarios que tienen problemas con sus posiciones apalancadas.

"Recientemente, la cantidad de liquidaciones ha sido enorme", comenta Nathan Worsley, un colaborador de DeFi, especializado en arbitrajes y liquidaciones en el mundo de los criptoactivos, a Bloomberg. Una vez localizado el usuario es muy fácil empujarle al cierre de su cuenta, con la venta de sus activos. Solo hace falta ponerse corto en determinada moneda. No todas son el bitcoin o el ethereum. Las pequeñas pueden ser fácil de mover, comprando cantidades de tokens por encima de las que tiene un usuario apalancado y venderlas.

"El protocolo de la plataforma me da una recompensa para liquidar una cuenta y evitar que la cadena de bloque se queda colgada", explica Worsley.  "Un usuario pide 1.000 dólares prestados en bitcoin, yo los recompro y los devuelvo al protocolo. A cambio, el protocolo me da la garantía del usuario, que está en otra moneda, más un bono de liquidación" del 10% por quedarme con el depósito".

"El usuario ha cerrado la posición, yo he ganado dinero y el protocolo ha sido protegido de deudas incobrables"

La mecánica es más simple si se utiliza monedas conocidas. Un usuario que pide prestado 1.000 dólares en bitcoins, tiene que poner una garantía en otra moneda. Lo habitual es que sea inferior al crédito solicitado, para facilitar la posición apalancada. Si el bitcoin cae, el prestatario pedirá garantía, si no se pueden cubrir entra en juego el liquidador. Adquiere los bitcoins, que devuelve a la plataforma, libera al usuario, que pierde la garantía.

"El usuario ha cerrado la posición, yo he ganado dinero y el protocolo ha sido protegido de deudas incobrables", señala Worsley. Todos ganan algo aunque por el camino se haya volatilizado miles de dólares, dice el liquidador.

El juego caníbal se desencadena en mercados bajistas y, sobre todo, fuera de los principales activos, como el bitcoin o el ethereum. Pero el problema está en que todas las plataformas están interconectadas. Y si una cae, como fue el caso de Celsius Network, todas sufren. La

La plataforma aceptaba como garantía de sus préstamos el token stETH, un activo en principio respaldado por el ethereum (aunque con truco). El stETH comenzó a bajar con fuerza y a perder el precio de conversión. "Es algo habitual en la industria", cometa Jeff Dorman de Arcas, gestora de inversiones alternativas. La conversión del stETH está vinculada a la fusión del blockchain del ethereum con la nueva cadena del ETH 2.0, y hasta que eso suceda, la plataforma Lido, donde se ejecuta el desarrollo que ofrece los tokens stETH. "El problema surge cuando el stETH se acepta como garantía de préstamo y hay una gran caída", explica el experto, "a medida que stETH baja, los liquidadores compran stETH y se ponen en corto contra el ethereum, lo que nuevamente reduce los valores colaterales en Celsius".

Los fondos buitres también hacen su trabajo

La operativa y los liquidadores de criptoactivos no suponen ninguna novedad respecto a los marcados financieros tradicionales. También hay tiburones en forma de hedge funds que buscan ganar dinero hundiendo activos. Y los fondos buitres están especializados en comprar activos que nadie quiere o que han entrado en desgracia. Como en todos los mercados sobrevalorados, "hay un problema en este momento con la liquidez, la confianza y el apalancamiento en el sistema", comenta Dorman. Y añade, "los valores de las garantías se están reduciendo, la liquidez del mercado se está agotando y los prestamistas luchan por sobrevivir".

Para Nansen, una firma de análisis de blockchain, la espiral bajista del mercado de divisas digitales se inició con el colapso de la moneda estable TerraUSD. Antes de su desplome, era conocida por ser la moneda virtual más grande que mantenía su paridad con el dólar. El problema vino con la caída de LUNA, el token que funcionaba de contraparte en la DeFi Curve Finance. Millones de posiciones de TerraUSD se liquidaron para cumplir con el protocolo.

Omakase, es otro liquidador anónimo de la plataforma Shusi, explica que la mayoría de los protocolos de las DeFi ofrecen un buen incentivo para provocar liquidaciones y convertirse en un buen negocio. "Desencadenar suficientes liquidaciones provocaría una cascada de liquidaciones en la que un actor motivado podría simplemente mantener una posición corta para beneficiarse", abriendo la puerta a ataques coordinados dentro de las plataformas.

En mitad de la espiral bajista de hace dos semanas, en la plataforma Aave los usuarios se movilizaron para intentar evitar una gran liquidación vinculada a Solana, una de las criptos de moda antes de iniciarse la gran corrección de este año. Los tenedores de Solana se organizaron para quedarse con la cuenta problemática, antes de que fuera liquidada y entrara el pánico.  El movimiento fue muy poco convencional, la DeFi decidió que se había incumplido las normas al poner en riesgo el protocolo. Aave ha fijado una nueva norma en el mundo cripto: cualquier usuario está condenado a ser liquidado, si no responde al margin call. Tal como sucede, en los mercados financieros de toda la vida.

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