
Hay algunas ocasiones en las que la genética se disfraza y esconde los lazos familiares entre hermanos como pasa con los Bardem o los Rivera. Sucede también entre empresas que pertenecen a un mismo sector y que deberían tener características parecidas y que, sin embargo, a la vista de todos no las tienen. Es el caso de ACS, Ferrovial y Sacyr. Estas concesionarias parten de lugares distintos y han confluido en un negocio, como es el concesional, que ofrece alta visibilidad y rentabilidad en un momento en el que la construcción pura está sufriendo cierta incertidumbre.
Estas divergencias se pueden ver bien reflejadas en su dividendo. En concreto, en la parte del beneficio que tienen que dedicar cada año a sufragar esta partida. Atendiendo a las estimaciones del consenso de analistas que recoge FactSet, de cara al dividendo de 2022, Ferrovial tiene que utilizar el 73% del ebitda previsto, proporción que descenderá hasta el 58% en 2024. Su principal activo sigue siendo la autopista 407 ETR de Toronto (Canadá), que da un alto dividendo a la compañía cada año, el cual, ahora mismo, se está invirtiendo en el desarrollo de otros activos como ha sido la entrada en el aeropuerto JFK de Nueva York. Para 2024 se espera que alcance los 0,77 de dividendo por acción y un 3,1% de rentabilidad. La gran baza que juega ahora Ferrovial es la expectativa de recuperar los niveles de tráfico previos al Covid, tanto en aeropuertos como en las propias autopistas, algo de lo que "no están tan lejos", según contaba el propio Ernesto López Mozo, director general económico de la empresa. Hay que recordar, eso sí, que la deuda neta es 7 veces su ebitda (aunque incluye el pasivo propio de las infraestructuras).
ACS busca una inversión
Los niveles de Ferrovial son mucho mayores, prácticamente el doble de lo que ACS necesita para retribuir a sus accionistas con un pago que, además, es mucho más rentable ya que alcanza este año el 8,8% y que en 2024, según las previsiones de los expertos, llegaría incluso al 9,5%. En este caso hay que recordar que este pago es en formato scrip, aunque amortiza la totalidad de las acciones emitidas.
El momento de ACS no puede entenderse sin los movimientos corporativos que se han sucedido en el último año y medio. Con la venta de su filial de servicios industriales, Cobra, a Vinci, ingresó aproximadamente 5.000 millones de euros que tenían por objetivo incrementar su exposición al negocio concesional. El primer intento fue hacerse con ASPI, la filial de autopistas italianas de Atlantia, pero finalmente CDP, Blackstone y Macquarie resultados ganadoras. El segundo gran envite fue hacer una oferta por la propia Atlantia (que es su socio en Abertis), que a la postre no cuajó al ser superada por la de los Benetton. Esta operación le hubiera otorgado el liderato mundial en el sector. Otra posibilidad que se abrió es la de comprarle a Hochtief el 20% que tiene de Abertis, aunque pasaría por incumplir el pacto de accionistas que tiene con Atlantia. Paralelamente, la alemana lanzó un proceso de opa sobre Cimic, su filial australiana. Finalmente se selló la paz con la italiana y ambas invertirán en hacer crecer Abertis en los próximos años, además de permitir que ACS tome el 20% que tiene Hochtief en la catalana, algo que todavía no se ha formalizado.
Sacyr se compromete a un 5%
La tercera gran compañía del sector en España, recientemente incluida en el Ibex 35, es Sacyr. En este último caso la situación también es completamente distinta ya que su alta generación de ebitda le permite solo tener que tirar de un 6,9% para remunerar a sus inversores este año. Esta cifra, además, bajará hasta el 6% en los próximos dos años.
El compromiso de la compañía presidida por Manuel Manrique es la de remunerar a sus accionistas con un dividendo anual que rente un 5%. Actualmente, la estimación de los analistas es que no alcance este nivel de rentabilidad, aunque se quedará en el 4,6% este curso. Por eso, no se descarta que pese al esfuerzo que se está haciendo para reducir la deuda con recurso y seguir invirtiendo en la conversión total de la empresa en una concesionaria al uso, aumenten la cuantía destinada a la retribución para así llegar a ese 5% antes mencionado. No obstante, conviene recordar que a diferencia de ACS, Sacyr paga el dividendo en scrip pero no amortiza las acciones.
En todo caso, esta última es la que recibe una mejor recomendación de compra por parte del consenso de analistas, solo superada en todo el Ibex por Cellnex. Asimismo, es la que ofrece actualmente un mayor potencial alcista, en concreto, de más del 50% de cara a los próximos meses pese a que es la que menos cae (menos de un 1%) de ellas este año. En el caso de ACS, sus títulos cuentan con un recorrido al alza del 47% mientras que Ferrovial, que cede casi un 9% en 2022, puede rebotar un 13%.