Madrid
Las bolsas europeas pusieron ayer la primera piedra para recuperarse del shock que supuso para ellas la pérdida de los famosos 335 puntos del sectorial bancario europeo SX7R y la consiguiente perforación de niveles clave en sus propias cotizaciones. Las subidas en los selectivos continentales -superiores al 1% en la gran mayoría de índices continentales- dejaron como única excepción al Ibex 35, que no logró siquiera cerrar en positivo la jornada.
Selectivos como el EuroStoxx 50, que el martes cedieron el martes algunas cotas relevantes para ellos como son los mínimos que habían marcado el pasado mes de marzo en los 3.387 puntos y que abrieron la puerta a registrar descensos del 10% hasta buscar la zona de los 3.000-3.100 puntos, consiguieron ayer registrar un movimiento que, de tener continuidad, podría arrojar algo de esperanza a los alcistas.
Y es que, para que se aleje ese riesgo bajista existe una remota posibilidad que podría favorecer la cancelación de esa hipotética vuelta a los niveles en los que cotizaba el selectivo continental antes de la aparición de las primeras vacunas contra el Covid -19.
"Lo primero que tiene que suceder es que de aquí al cierre de la semana el EuroStoxx 50 logre mantenerse sobre sus mínimos de marzo en los 3.387 puntos", explica Cabrero, quien añade que "luego es preciso que consiga superar las resistencias que encuentra en los 3.500 y posteriormente en los 3.600 puntos".
En el caso del Ibex 35, las pérdidas de ayer ponen aún más complicado si cabe el poder aferrarse a esa remota posibilidad que podría favorecer la cancelación de esa hipotética caída.
"Para que se aleje el riesgo bajista es imprescindible que de aquí al cierre de la semana el Ibex 35 logre estar sobre los 8.000 puntos y luego debería batir primeras resistencias de 8.240 y 8.400 puntos. Eso parece complicado que sucede pero a día de hoy es la única esperanza que tienen los alcistas", expresa Cabrero.
