La recesión está a la vuelta de la esquina. Factores tan importantes como el aumento de la inflación, la escasez de semiconductores, la guerra en Ucrania, las sanciones a Rusia o el incremento de los costes de la energía están provocando constantes escalofríos en los mercados. Por ello, varios inversores de renombre ya han dado su opinión al respecto.
Michael Burry, el célebre inversor de La gran apuesta, ha declarado en un tuit reciente que "se avecina una recesión para el consumidor". Conocido también por anticipar la crisis de las subprime en EEUU en 2007, el responsable de Scion Asset Management argumenta que el gasto del consumidor se desplomará una vez que se agoten los ahorros de los hogares, lo que afectará las ganancias corporativas y el crecimiento económico. En este sentido, para Burry, los estadounidenses están ahorrando menos, pidiendo más prestado y "quemando" el efectivo que guardaron durante la pandemia.
David Rosenberg es otra de las voces que alerta de una recesión. El veterano economista y jefe de Rosenberg Research compara la reciente crisis con el verano de 2008 afirma que el banco central de EEUU "vencerá a la amenaza inflacionaria", pero que las consecuencias llegarán ya mismo. Eleva las posibilidades de recesión y asegura que la economía estadounidense entrará en recesión este mismo verano y avisa a los inversores de que se avecinan tiempos difíciles.
Por su parte, Stanley Druckenmiller, fundador de Duquesne Capital en 1981, indica que habrá una recesión el próximo año. Para este inversor, causas como la escalada de la burbuja de activos, el conflicto entre Rusia y Ucrania y la política de cero covid de China aumentaron las probabilidades de una recesión económica. En cambio, Druckenmiller desaconsejó apostar fuerte por nuevas caídas. "He vivido suficientes mercados bajistas que si te vuelves agresivo en un mercado bajista en el lado corto, te pueden arrancar la cabeza en los repuntes", reveló.
O'Leary: "Veo cero posibilidades de recesión. Hay mucha demanda en todos los niveles de empleo, así que no estoy tan preocupado"
David Rubenstein, cofundador multimillonario de The Carlyle Group, afirmó en una entrevista reciente en Bloomberg que después de un período de "enorme efervescencia" en los mercados, el aumento de las tasas de interés llevaría a la economía estadounidense a la recesión. Una opinión contraria a la del también inversor Kevin O'Leary, que ve "cero posibilidades de recesión". Para este empresario, "hay mucha demanda en todos los niveles de empleo, así que no estoy tan preocupado por la recesión clásica".
Dawn Fitzpatrick, directora ejecutiva y de inversiones de Soros Fund Management, afirma que "hay mucha discusión sobre una recesión que se avecina y la conclusión es que una recesión es inevitable. Es cuestión de cuándo. No creo que la evitemos, solo creo que estará más lejos de lo que la gente espera". Respecto a la alta inflación y el aumento de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, Fitzpatrick estima que "no hay duda de que las tasas de interés van a subir y la Reserva Federal se moverá muy, muy rápido".
Mark Cuban, propietario de los Dallas Mavericks de la NBA, también alzó la voz para alertar sobre la recesión que viene. Pese a ello, el famoso inversor opina que esto podrá ocasionar innovación y nuevas oportunidades. "Como dice Buffett, 'Cuando baja la marea, puedes ver quién está nadando desnudo'", agregó en una entrevista concedida a Fortune.
Por su parte, el CEO de Morgan Stanley, James Gorman, advirtió de que ve un 50% de probabilidades de que haya recesión en los Estados Unidos. "Era inevitable que esta inflación no fuera transitoria, era inevitable que la Reserva Federal tuviera que actuar más rápido de lo que estaba proyectando", declaró en una conferencia de la compañía. Gorman indicó que nadie "puede prever con precisión dónde estará la inflación dentro de un año". Sin embargo, si Estados Unidos cayera en una recesión, dijo, es poco probable que la crisis sea "profunda o prolongada".