
La jornada de este jueves ha mostrado la expectativa que reinó en el mercado de divisas, que se mantuvo a la espera y sin cambios significativos hasta la cita del Banco Central Europeo.
Finalmente se confirmó, oficialmente, que llegaba a su fin la época del dinero gratis en la eurozona. La sorpresa para el euro llegó cuando se anunció la posibilidad de una subida de 50 puntos básicos en septiembre, lo que llevó a la moneda común a superar ampliamente los 1,077 dólares por un breve periodo de tiempo que apenas supuso media hora de reloj.
Y es que el mercado estaba esperando que Christine Lagarde siguiera con más ahínco las políticas de la Reserva Federal de Estados Unidos y que anunciase más subidas (o de mayor envergadura) que las que ya descontaba el mercado antes de la reunión de junio.
Así, la euforia que llevó al euro a subir casi un 0,4% durante la sesión de ayer se esfumó hasta asentar a la moneda en la zona de los 1,06 dólares, lo que supone ceder medio punto porcentual desde el inicio del jueves y devuelve a la divisa a los niveles que marcó al inicio de esta semana.
De esta forma, el euro sigue mostrando su debilidad al cambio con el billete verde -que le saca más de un 6,2% en el año- y nada hace pensar que en el corto plazo se pueda producir un sorpasso que estreche la diferencia entre las dos. Por un lado, el dólar tendrá mayor respaldo de su banco central de referencia, dado que está previsto que la Reserva Federal de Estados Unidos modifique su política monetaria con mayor agresividad que la que se espera en Europa, según el consenso de mercado recogido por Bloomberg.
El otro factor que afecta a la estabilidad en Europa es el desarrollo de la guerra en Ucrania. "Como no vemos que los mercados tengan una base sólida para volverse sustancialmente alcistas con respecto al euro, y dados los riesgos a la baja no despreciables para las perspectivas de la eurozona, seguimos viendo un regreso a 1,05 [dólares al cambio] como el escenario más probable durante el verano y en el tercer trimestre", apuntaron tras la reunión del BCE desde ING.