
El BCE ha cambiado el paso en el endurecimiento de la política monetaria en la eurozona. Si antes apuntaba a alzas graduales de tipos para hacer frente a la inflación.
Ahora no solo confirma el primer incremento en julio de 25 puntos básicos, sino que además abre la puerta a implementar "subidas mayores" en la reunión de septiembre de hasta 50 puntos básicos. A lo largo de su historia el BCE solo ha realizado en dos ocasiones incrementos de golpe del 50% en la tasa de interés, lo que deja patente su preocupación ante el grave problema de la inflación. Tanto es así que la propia entidad ya prevé que los precios se mantengan este año en el 6,8% en Europa. En este contexto, la contundente respuesta que ahora toma el BCE es indicada para frenar el desbocado y persistente IPC.