
La corrección generalizada de las bolsas a la que se han enfrentado los inversores desde enero ha contribuido a que la bolsa europea y americana no se compre tan cara como a principios de año, "llevando a los principales índices a cotizar a ratios bursátiles que muy pocos podrían imaginar hace unos meses", describen en Unicorp Patrimonio, donde añaden que hoy empiezan a ver oportunidades en muchos sectores que cotizan a precios muy interesantes.
Esos múltiplos menos exigentes explican que, con los beneficios esperados para este año, una cartera invertida al 100% en renta variable europea y americana aspire a una rentabilidad del 6,8% en 2022, la más elevada de la última década. En enero, por contextualizar esta cifra, la expectativa se limitaba al 4,9%. Es decir, casi dos puntos menos.
A ese 6,8% se llega calculando la inversa del PER (número de veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción) del Stoxx 600 y del S&P500; un cálculo que sirve para medir la rentabilidad de una inversión. De esta forma, alguien que invierta hoy 100 euros en la bolsa europea tardaría 12,7 años en recuperar su dinero (es decir, en generar otros 100). De ahí puede deducirse que el índice ofrece una rentabilidad anual del 7,87%, cifra que se obtiene al dividir esos 100 euros entre 12,7 años -por debajo de su PER medio de la última década, que se sitúa en las 15,32 veces y por debajo, también, del multiplicador de beneficios de principios de año, que se establecía en las 17,4 veces-.
A ese abaratamiento ha ayudado, por un lado, la caída del índice bursátil en un año marcado por la amenaza de una inflación creciente y el endurecimiento de la política de los bancos centrales -el propio Banco Central Europeo confirmó el lunes dos de las subidas en los tipos de interés que el mercado descontaba, una en julio y la otra en septiembre. Así, el Stoxx 600 se deja alrededor de un 11% en el año, menos que la bolsa americana, donde las pérdidas superan el 16%. Mientras que el segundo factor que ha ayudado a dotar de atractivo al índice ha sido la resistencia de los beneficios empresariales.
"La temporada de presentación de resultados del primer trimestre concluyó recientemente. Como se ha podido comprobar, para la gran mayoría de las compañías, el clima empresarial sigue siendo bastante positivo, mostrando un fuerte crecimiento de los ingresos y los beneficios. El incremento no ha sido en absoluto tan fuerte como en 2021, pero para las empresas que cotizan en el S&P 500, los ingresos y los beneficios han crecido en un porcentaje bajo", señalan en Schroders. De cara al resto del año, "las estimaciones de beneficios no se están revisando al alza, pero tampoco están cayendo drásticamente. Diría que es un logro bastante importante", apuntan.
El S&P 500 también cotiza más barato por PER (veces que el beneficio previsto se recoge en el precio de la acción) que en la última década. En concreto, la estimación de los analistas, si se tienen en cuenta los beneficios de 2022, es de 17,49 veces, frente a las 18,14 veces de media en una década y las 16,7 veces de los últimos 20 años. Esto implica que la rentabilidad esperada de este índice también haya crecido desde principios de año. En concreto, para este mercado, que ha llegado a coquetear con entrar en terreno bajista la semana pasada (algo que sucede cuando se producen caídas superiores al 20%), se sitúa en el 5,72%, frente al 4% enero.
Pérdidas medias del 10%
La retirada de dinero que se ha producido en las bolsas ha llevado a acumular pérdidas latentes del 10,4% en las carteras más agresivas este año -que es lo que se dejan los fondos mixtos agresivos, según datos de Morningstar-. En realidad se trata de solo 4 puntos menos respecto a las que sufren aquellas que, por definición, no están dispuestas a asumir ningún riesgo e invierten solo en renta fija, activo que, de momento, vive su peor año de la historia.
No obstante, dentro del universo de la renta variable, es posible encontrar productos que no solo evitan los números rojos este año sino que ofrecen rentabilidades de doble dígito entre aquellos fondos de inversión disponibles a la venta en España (ver gráfico). Se trata, sobre todo, de aquellos centrados en el sector energético, como SWC (LU) EF Responsible Global Energy AT, NN (L) Energy X Cap EUR; o GS NA Engy & Engy Infras Eq E Acc EUR, que ganan más de un 40% en el año. Pero también es posible encontrar fondos que pertenecen a la categoría de renta variable global capitalización flexible, donde destaca el fondo de la gestora española azValor, Azvalor Value Selection SICAV.
Compran con las caídas
El inversor europeo parece haber entendido el mantra de que se debe comprar con las caídas y vender con las subidas. A pesar de los descensos de las bolsas este año, han invertido 41.000 millones de euros en fondos de renta variable, según los últimos datos disponibles en Morningstar, hasta el mes de abril. En estos primeros meses del año -y a falta del dato de mayo-, solo han retirado dinero de estos productos en marzo, mes en el que salieron 6.200 millones de euros. Sí que es cierto que, desde enero hasta ahora, el volumen aportado a estos vehículos de ahorro se reducido progresivamente, desde los 32.800 millones de principios de año hasta los 1.200 millones de abril.