Bolsa, mercados y cotizaciones

Los fondos más activistas aún se oyen poco en las grandes cotizadas españolas

  • TCI es el fondo que más acciones realiza en el mundo de los presentes en España
  • Iberdrola, Cellnex o Repsol son algunas de las que tienen más activistas
Los fondos más activistas aún se oyen poco en la bolsa española.

La mayor empresa de ferrocarriles de Canadá, Canadian National Railway, está presidida por primera vez por una mujer. Su nombre es Tracy Robinson y su nombramiento este año fue la solución a una importante disputa. Uno de sus principales accionistas, el fondo The Children's Investment (TCI), defendió que la firma ferroviaria necesitaba una nueva administración para ser más eficiente y que su acción se recuperase en bolsa. Y lo consiguió. Tras un intenso enfrentamiento, TCI, que cuenta con un 5% del capital, logró además dos asientos en la junta como parte de un acuerdo.

A este fondo, capitaneado por el millonario Chris Hohn, lo conocen muy bien algunas grandes cotizadas españolas como Aena -en la que estuvo en el consejo hasta febrero–, Cellnex o Ferrovial. De hecho, es el que realiza un mayor activismo en el mundo entre los principales accionistas que habitan en las grandes empresas del Ibex 35.

Pero hay más nombres relevantes entre los mayores inversores del país que han planteado acciones propias o a través de la figura de proxy advisors (asesores de voto) en cotizadas de todo el mundo para intentar que su voz se oiga. TCI es el único catalogado por FactSet con un activismo "muy alto", aunque la firma también lo considera "alto" en otras firmas como M&G IM, Schroders IM, Franklin Mutual Advisers o T. Rowe Price, muy presentes en el accionariado de las españolas. En total, en torno a un 8% de los inversores realiza un activismo que podría calificarse como "alto" o "muy alto", según cifras calculadas a partir de FactSet, teniendo en cuenta a los 20 grandes accionistas de las compañías con más de 20.000 millones de euros de valor bursátil en España.

La lista es mucho más amplia cuando hablamos de inversores presentes en las grandes del Ibex que no realizan prácticamente ninguna campaña de activismo en el mundo. Tanto que los considerados con un nivel "bajo" o "muy bajo", los que no hacen casi ruido, suponen el 80% de la muestra que ha realizado este medio con las grandes cotizadas. En el 12% restante, la etiqueta marcada es de activismo "medio".

A&M: "España es el mercado con menos interés entre los inversores activistas, con tan solo 4 empresas que se prevé que puedan convertirse en objetivos"

España, de momento, no es uno de los países en los que los inversores sean más activistas. "El Reino Unido sigue siendo el mercado más atractivo para los activistas en Europa, con 59 empresas británicas que se prevé que se enfrenten a una campaña pública de inversores activistas en los próximos 6 y 18 meses. España, por su parte, continúa siendo el mercado que menos interés genera entre los inversores activistas, con tan solo 4 empresas que se prevé que puedan convertirse en objetivos", apuntan en un informe en el que calculan que, en el mundo, "155 empresas estarán en riesgo de sufrir ataques de activistas en los próximos 18 meses".

A los que más se oye

Iberdrola, Cellnex, Amadeus, CaixaBank y Repsol son las grandes del Ibex que cuentan con más accionistas que pelean de forma activa por diferentes causas en las cotizadas de todo el planeta. Aunque las cifras son reducidas y de momento se les oye poco en el mercado español, todas ellas tienen al menos 5 inversores con un activismo "medio", "alto" o "muy alto" entre los 20 grandes que componen su capital. Es decir, un 25% de ellos son más o menos activos en algunas de las compañías en las que están -o han estado- presentes en el mundo (ver gráfico).

En la mayoría de los casos, estos fondos y gestoras han realizado campañas (propias o mediante proxy) para intentar influir en la estrategia y en las decisiones, para modificar los consejos de administración o cambiar las políticas de sostenibilidad, entre otros objetivos, de firmas de otros países. Pero también hemos podido ver pinceladas en España.

Aena acordó presentar la propuesta de TCI sobre política climática en 2020 y fue aprobada por los accionistas

Recientemente, Aena, por ejemplo, "acordó presentar la propuesta de TCI [que controla casi un 3% del capital] sobre política climática en la reunión anual de 2020. Más tarde, Reuters anunció que los accionistas aprobaron dicha propuesta en la reunión anual", destacan en FactSet. En 2019, TCI instó a Ferrovial a "abogar por una mayor eficiencia en la gestión del tráfico aéreo para reducir las emisiones y divulgar los datos ATM y las emisiones asociadas. TCI también afirmó que Ferrovial debería adoptar una estación de carga eléctrica, entre otras cosas", subraya de igual manera la firma.

En total, TCI ha iniciado 38 campañas entre 2005 y 2021 sobre 28 empresas del mundo. Entre otros inversores relevantes en España que han buscado influir en las cotizadas destacan también Franklin Mutual Advisers LLC y sus 40 campañas activistas contra 34 compañías diferentes desde 1996; las 11 en las que ha estado involucrado T. Rowe Price en los últimos 15 años; las 9 acciones en 7 firmas realizadas por M&G o las 6 contra 5 empresas distintas llevadas a cabo por Schroders IM desde 2017.

Empresas muy conocidas como Tesco, London Stock Exchange (la propietaria de la Bolsa de Londres), Wirecard, Airbus, Atlantia, Japan Tobacco, Time Warner o Virgin Media son solo algunos ejemplos de quienes han sufrido a estos inversores críticos.

Más tranquila vive por ahora la gran banca española. Solo CaixaBank cuenta con dos inversores que realizan un activismo "alto" en el mundo y en otros tres este sería "medio". En Santander y BBVA únicamente hay dos y tres accionistas, en cada caso, que serían "medios". Coinciden en ambos los nombres de Norges Bank y BlackRock, dos de los grandes dueños de toda la bolsa española.

Justo en diciembre, el fondo soberano de Noruega (el más grande del mundo) anunció que será más "activo" en empresas que son importantes emisoras de gases de efecto invernadero. Las presionará para que hagan la transición y alcancen lo antes posible emisiones netas cero. Su objetivo no es venderlas, sino que se transformen, aunque lo hará si considera que sus modelos de negocio no son sostenibles.

Buena parte de las acciones realizadas en el globo aún tienen que ver con modificar los consejos de administración de las compañías, pero "las propuestas relacionadas con el medio ambiente representan un porcentaje cada vez más importante, con casi el 20% en lo que va de año", recopila la gestora Lazard.

El rumbo mundial

Ya sea por temas medioambientales, consejos de administración o cambios en la estrategia o el negocio, el activismo sigue creciendo en el mundo y solo puede ir a más. "En el primer trimestre de 2022, las 73 nuevas campañas iniciadas a nivel mundial baten récords de actividad", subraya Lazard. Aunque, en un informe, reconocen que la guerra de Ucrania ha tenido impacto en el crecimiento: "La crisis ucraniana ha provocado una importante desestabilización del mercado y la monopolización del ciclo de noticias, afectando el ritmo de activismo inversor. En marzo de 2022, la actividad global disminuyó en un 38% en Europa, mientras que aumentó en un 50% en EEUU en comparación con el mes anterior". Recuerdan que "EEUU sigue liderando la actividad global en lo que se refiere a nuevas campañas (60%) y capital invertido (55%) en el primer trimestre de 2022".

¿Cómo evolucionará este gran movimiento en España ? "Las empresas españolas han obtenido buenos resultados frente a sus homólogas europeas, lo que convierte a nuestro país en una tierra menos fértil para los inversores activistas", contextualiza Fernando de la Mora, Managing Director y Head de Alvarez & Marsal España y Portugal. Por ello, "corren un menor riesgo de ser objeto de ataques activistas, ya que ofrecen menos potencial para aumentar su valor, aunque un riesgo bajo no significa que no haya riesgo. Además, a medida que los criterios ESG sigan cobrando importancia, los consejos de administración deberán asegurarse de asignar los recursos necesarios para llevar a cabo los planes de descarbonización adecuados y maximizar al mismo tiempo el valor para los accionistas", opina.

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