El precio de la gasolina y el diésel se encuentra en máximos históricos. Una larga combinación de factores (subida del precio del crudo, escasez de diésel, mayores costes laborales, márgenes de beneficio...) muy debatidos en todos los medios y círculos de consumidores parece estar detrás de la subida de precios de los combustibles. Sin embargo, hay otro factor que pasa algo más desapercibido: la fortaleza del dólar y su impacto directo en el precio de las materias primas. La apreciación del billete verde junto a la debilidad del euro está haciendo que los europeos paguemos el petróleo más caro de toda nuestra historia, al menos en términos nominales.
La zona euro se enfrenta a una situación un tanto compleja, sobre todo a la hora de comparar el impacto en la economía de la subida de la energía respecto a EEUU. Por un lado, la zona euro tiene que importar casi toda la energía que consume, puesto que la producción petróleo o gas dentro del bloque del euro es prácticamente inexistente, mientras que EEUU es uno de los grandes productores mundiales de ambas materias primas. Aunque el precio del gas y el crudo se dispara, en EEUU hay agentes que se benefician de esta tendencia, compensando el mayor precio que pagan los consumidores americanos.
Por otro lado, está el riesgo tipo de cambio. Las materias primas están denominadas casi de forma general en dólares, lo que reduce el riesgo de fluctuación de precios en EEUU frente a otras regiones como la zona euro. La materialización de riesgo de tipo de cambio se puede observar a la perfección en los últimos tiempos en la zona euro, donde los agentes (empresas y consumidores) pagando precios históricamente altos por el petróleo o el gas, en parte, por la debilidad del euro (fortaleza relativa del dólar). Cada vez que se debilita la divisa única contra el dólar, las empresas europeas tienen que pagar más euros por cada barril de petróleo, lo que su vez supone un mayor coste para los consumidores del Viejo Continente.
El Brent sube mucho más en euros que en dólares
La agencia técnica del Departamento de Energía de EEUU ha publicado una nota en la que explica el impacto de la fortaleza del dólar sobre los precios del petróleo para los países que tienen una divisa diferente al dólar. El resultado es espectacular. A grandes rasgos, en menos de un año, el precio del petróleo se ha disparado casi un 90% para los europeos (precio del crudo en euros), mientras que ha subido un 59% para los americanos.

El barril de crudo alcanzó este mes de mayo los 117 euros por unidad, un máximo histórico en términos nominales. El dato es curioso, porque mientras que el crudo se encuentra en máximos en euros, en dólares está aún lejos de los 150 dólares que alcanzó allá por 2008. Entonces, la fortaleza del euro jugó a favor y dejó el precio del crudo por debajo de los 100 euros el barril para los europeos. Ahora ocurre todo lo contrario.
"El precio del crudo Brent, la referencia mundial, aumentó en 2022, en parte como resultado de la invasión a gran escala de Rusia en Ucrania. Además, un dólar estadounidense fuerte significa que los países que usan monedas distintas al dólar estadounidense pagan más a medida que aumentan los precios del petróleo crudo", reza la nota del Departamento de Energía de EEUU.
Esto abre un 'agujero' en las economías europeas (y en el bolsillo de los consumidores) que ven un mayor deterioro en su balanza de pagos, no solo porque el petróleo suba de precio, también porque la fortaleza del dólar redobla este encarecimiento de unas materias primas que no se pueden sustituir en el corto plazo, es decir, que disfrutan de una demanda rígida. El dinero fluye hacia las economías productoras de materias primas.
Desde el Departamento de Energía americano señalan que el índice del dólar, que pondera el valor de dicha moneda frente a seis divisas: el euro, el yen, la libra esterlina, el dólar canadiense, el franco suizo y la corona sueca, se ha revalorizado con intensidad. "Cuando el índice del dólar estadounidense aumenta, significa que el dólar estadounidense está ganando valor frente a esas monedas... El precio del petróleo crudo generalmente cotiza en dólares estadounidenses, por lo que las compras en otras monedas no solo se ven afectadas por el precio del petróleo crudo, sino también por el tipo de cambio del dólar". No obstante, históricamente ambos factores se habían compensado mutuamente. Cuando el crudo subía de precio, el dólar se depreciaba y viceversa. Pero esta vez no ha sido así.
"El precio del crudo y el valor del dólar generalmente se mueven en direcciones opuestas, por lo que estos factores se compensan entre sí. Sin embargo, recientemente, el precio del crudo Brent y el valor del dólar estadounidense han aumentado al unísono. La subida de los rendimientos del Tesoro de EEUU a corto plazo pueden estar contribuyendo a una mayor demanda de bonos del gobierno americano, lo que aumenta la demanda de dólares estadounidenses y, por lo tanto, el valor del dólar estadounidense frente a otras monedas", explican desde el Departamento de Energía.
El tipo de cambio del dólar estadounidense también se aprecia en momentos de riesgo e incertidumbre, puesto que se considera que la inversión en dólares es más segura en comparación con otras monedas. "Los eventos globales recientes, incluida la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia y las preocupaciones causadas por las restricciones de movilidad de covid-19 en China, también pueden estar aumentando la demanda del dólar estadounidense".
Estos factores explicarían, en buena parte, que el déficit comercial de España, por ejemplo, se haya disparado en los últimos meses. España es un país totalmente dependiente en materia energética, por lo que tiene que importar todo el petróleo y el gas que consume (en gran medida de EEUU). La subida de precios y la fortaleza del dólar frente al euro le está saliendo muy cara a España, cuyo déficit comercial se ha multiplicado por cuatro en un pequeño periodo de tiempo.